El descenso reedita un histórico duelo

Ya lo dijo hace algunos días Domingo Perilli antes de caer en forma estrepitosa contra Racing de Olavarría: «lo único que debe interesarnos es que no nos pase Huracán» de Comodoro Rivadavia. Se vienen tres finales, y aunque Cipolletti no se mida directamente con el equipo sureño, la pelea será exclusivamente contra los dirigidos por Giordanella.

Parece una ironía del destino que Cipolletti y Huracán tengan que dirimir quién se va directo al Argentino B sin pasar por la instancia de promoción. Es que su rivalidad es histórica, y quedó en evidencia en el último enfrentamiento, que terminó en suspensión, del juego y de cuatro jugadores albinegros.

Si el campeonato terminara hoy, el descendido sería Huracán, que está un punto abajo del «albinegro» con 9 en juego.

Cipolletti es un hervidero. Transita por la peor campaña del Argentino A, no gana un partido hace 9 fechas (la última vez fue en los play offs del Apertura, frente a Villa Mitre) y está último 'cómodo' en el Clausura. Y no sólo eso: la más preocupante es que el plantel ingresó en un laberinto anímico y el temor es que no encuentre la salida. A este cóctel hay que agregarle el mal humor de los hinchas y los rumores que señalan el alejamiento de algunos gerenciadores.

Nada le puede salir peor al equipo de Perilli, y el descenso directo es un fantasma no tan lejano. El domingo recibe a Villa Mitre, que viene de una caída y un empate, mientras mira de reojo lo que pasa en Comodoro con el «Globo» y Luján de Cuyo, que también está comprometido y en promoción.

Todo indica que esta fecha será el fusible para los dos, y luego tendrán un cotejo afuera y otro en casa (ver placa).

Quien resigne puntos tendrá que librar una batalla de dos frentes: contra la tabla de posiciones y frente al factor anímico. Una dato que no es menor: 'Cipo' no gana de visitante desde el 31 de enero de 2005.