El deshielo le aporta agua extraordinaria al Colorado

Las nevadas registradas este invierno en el norte neuquino llegaron a marcas históricas, lo que se traduce en la actualidad en un fuerte incremento en los caudales que lleva el río Colorado.

CIPOLLETTI (AC)- La enorme cantidad de nieve que cayó este invierno en las montañas del norte de Neuquén comenzó a derretirse y a darle al río Colorado caudales extraordinarios, que se notarán en las localidades ubicadas aguas arriba de la presa Casa de Piedra.

El Colorado no es el único río que recibe aportes extras por el deshielo de esta nevada histórica en el norte neuquino.

El río Neuquén también comenzó a crecer, aunque con grandes variantes en el día a día. Por caso, el miércoles la primera de las presas del sistema Cerros Colorados, llamada Portezuelo Grande, recibía a las 8 de la mañana 1.023 metros cúbicos por segundo y ayer, 850.

Mientras el Neuquén sube su nivel, los embalses ubicados sobre el Limay siguen soportando la fuerza de las crecidas para impedir que los altos caudales que bajan de las montañas lleguen a las ciudades del valle.

Para la región, este deshielo es distinto de anteriores por dos motivos: hubo fuertes lluvias a mediados de octubre que le aportaron agua extra a los embalses del Limay en muy poco tiempo, y en el norte neuquino las nevadas llegaron a marcas históricas, lo que hace subir los caudales del Colorado y el Neuquén.

A diferencia de los ríos que terminan formando el Negro, el Colorado -cuya cuenca es diferente- tiene un solo período de crecidas, que se da en noviembre, a raíz del derretimiento de la nieve.

Ambos ríos terminan volcando sus aguas al mar: el Negro en la zona de Viedma-Carmen de Patagones y el Colorado en la provincia de Buenos Aires.

La única presa que frena las aguas del río Colorado, Casa de Piedra, ubicada al norte de Roca, ya comenzó un plan paulatino de aumento de erogaciones para llegar en diciembre a los 300 metros cúbicos por segundo.

El Colorado tuvo su máxima marca de la temporada, a la altura de la localidad neuquina de Buta Ranquil, donde nace, el 18 de noviembre, con 653 metros cúbicos por segundo.

Antes de que existiera la presa Casa de Piedra se registró una crecida histórica. Fue en diciembre de 1982, cuando, a la altura de Buta Ranquil, el caudal llegó a 1.206 metros cúbicos por segundo.

Una crecida mayor, en 1915, causó graves consecuencias en la cuenca (ver aparte).

Esta es la información que entrega el Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), el organismo que se ocupa del manejo del agua en la cuenca. Está integrado por los gobiernos de Río Negro, Neuquén, Mendoza, La Pampa y la Nación.

Aunque las presas del tramo más alto del río Limay -Alicurá y Piedra del Aguila- siguen recibiendo una cantidad de agua inusual para la época, la atención de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas está puesta en el Neuquén, por el escurrimiento de los deshielos.

Para compensar esta crecida del río Neuquén, Cuencas dispuso, por primera vez en cinco semanas, que bajara la cantidad de agua erogada desde Arroyito -la última presa del Limay-. Así, el 20 de noviembre comenzaron a bajar lentamente los caudales de 1.250 metros cúbicos por segundo a 1.201.

Esto permitió, en definitiva, que el río Negro, que recorre vastas zonas productivas, bajara en los últimos días de 1.815 metros cúbicos por segundo (el 21 de octubre) a los 1.747 de este miércoles.

Los ríos de la cuenca del Negro tienen dos períodos de crecidas al año, en invierno (por las lluvias) y en noviembre-diciembre (por los deshielos).

La memorable catástrofe de 1915

El 4 de enero de 1915, una inundación arrasó por completo a Buena Parada, uno de los primeros asentamientos en la zona actual del Valle Medio del río Colorado. La catástrofe obligó el traslado de los pobladores que sufrieron la pérdida de sus viviendas a raíz del aluvión.

El río Colorado nace en la confluencia de dos ríos, el Barrancas y el Grande. Interrumpía la corriente del primero la laguna Cari-Lauquen, formada por la presencia de una suerte de dique natural. Al derretirse en primavera las nieves extraordinarias que se habían acumulado durante el invierno de 1914, el nivel de la laguna subió y la presión de las aguas sobre las morenas que obstruían la salida del río fue suficiente para vencer la resistencia de ellas. La laguna entera se derramó sobre cauce del río. Acostumbrados los vecinos a crecientes muy modestas en esa época del año, no percibieron al principio nada anormal hasta que ya era demasiado tarde para protegerse y proteger sus bienes.

Hubo en total –desde la cordillera hasta la zona de valles – 185 víctimas y una buena parte de las construcciones quedaron destruidas, sobre todo en Buena Parada, por estar en terrenos más bajos.

Muchos vecinos se trasladaron entonces definitivamente al otro núcleo poblado (Pueblo Burnichon, conocido como Río Colorado) y con ello sellaron la decadencia del primero.

El valle entero quedó anegado. El nivel de las aguas llegó a 1,50 metros en la estación Río Colorado, y a 3,60 en la estación Pichi Mahuida.


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