El día en que Salinas fue confundido con un pordiosero
Por Eduardo de Contreras
La primera vez que la española María Bernal vio al poderoso empresario mexicano Raúl Salinas de Gortari, hermano del entones presidente Carlos Salinas, lo confundió con un pordiosero: estaba tirado en el suelo y borracho frente una tienda de ropas de Sevilla.
Fue una mañana de verano de 1992 cuando María Bernal, desde la esquina de la calle Rioja, vio a alguien «tumbado en la entrada de la boutique» donde trabajaba. Se acercó y constató que era un hombre de aspecto «bastante deprimente».
Cinco años después, tras una historia como de novela mexicana de amores y odios, esta mujer habría de pagar la gentileza «de echarle una mano» al hombre que resultó ser uno de los más poderosos de un exótico, rico y lejano país latinoamericano.
La que se convertiría en la amante de Raúl Salinas cuenta en un libro estos y otros detalles de su vida con los Salinas en una época en la que México vivió uno de los períodos más oscuros de su historia reciente, plagado de asesinatos e intrigas.
El libro «Raúl Salinas y yo – Desventuras de una pasión» narra su romance de dos años y el deslumbramiento que le provocó aquella vida de lujos, manipulación y tráfico de influencias, que al final la llevaría a la cárcel.
Entre las denuncias más graves que narra, está la supuesta participación de su amante en la planificación y ejecución del asesinato del ex cuñado de los Salinas, Francisco Ruiz Massieu.
«Raúl venía con unas copitas de más y alegremente nos abrazamos. Yo le pregunté de dónde venía y él, con una sonrisa sarcástica, me dijo: tú sabes, María, que la política es muy ingrata pero a veces tiene sus recompensas y ese hijo de la chingada ya me vio la cara».
María Bernal le preguntó a quién se refería y le respondió: «tú conoces al ex marido de mi hermana, pues ese cabrón se va a morir muy pronto y ya está todo listo (…) el muy desgraciado es quien es por mí y ya me ha hecho muchas malas jugadas».
Desde el penal de Almoloya, Raúl Salinas desmintió, en una entrevista transmitida en directo por Televisa, la acusación e insinuó que todos los cargos hechos en su contra son parte de una conspiración encabezada por la Fiscalía mexicana.
Recordó que la justicia ordinaria procesó a su ex amante por cargos de falso testimonio. (EFE)
La primera vez que la española María Bernal vio al poderoso empresario mexicano Raúl Salinas de Gortari, hermano del entones presidente Carlos Salinas, lo confundió con un pordiosero: estaba tirado en el suelo y borracho frente una tienda de ropas de Sevilla.
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