El difícil horizonte de una gran banda

Cuando termine la gira "360", 6 millones de personas habrán visto a U2. Pero su disco apenas vendió un millón de placas. ¿Cómo sobrevive un grupo en un mundo que cambia?

Pese a que siguen siendo uno de los pocos grupos musicales que pueden llenar estadios, a los integrantes de U2 les sorprende lo rápido que ha cambiado el mundo, en lo musical y en lo político.

En una reflexión al cierre de la parte norteamericana de la gira mundial «360», Bono destacó que hay un ambiente distinto y más polarizado en Estados Unidos desde que el grupo interpretó su himno «City of Blinding Lights» en enero, cuando juró el presidente Barack Obama. «No creí que este ambiente llegaría tan rápido, después de la ocasión jubilosa de aquellas elecciones», dijo Bono en una entrevista a bordo del avión del grupo, que se dirigía a otra escala de la gira. «Pensé que Estados Unidos se estaba viendo bien… Ahora las cosas se han puesto un poco difíciles».

Bono dice que mantiene contacto con Obama y confía en que el mandatario cumplirá las promesas que hizo en la campaña, incluyendo el tema favorito del cantante, la financiación para combatir el sida en África. «El gobierno de Obama apenas comienza. El ha prometido duplicar la ayuda al paso de unos años, pues a pesar de que (su antecesor George W.) Bush la triplicó… Estados Unidos sigue aportando aproximadamente la mitad de lo que dan los países europeos proporcionalmente, y creo que él sabe que eso no está bien».

En tanto, Bono y el resto de U2 tienen sus propios problemas, por difícil que eso parezca para un grupo que habrá actuado ante millones de personas antes de concluir su gira el año próximo. Como otras bandas en la era digital, a U2 le cuesta encontrar nuevos seguidores que compren su música. Sus miembros admiten que están frustrados por el promedio de ventas de su nuevo álbum y se preguntan, tal como dijo el bajista Adam Clayton, si la idea de un fanático apasionado al rock se está convirtiendo en algo del pasado.

En un experimento, U2 transmitió el concierto del 24 de octubre, desde Los Ángeles. «Debemos enfrentar los retos comerciales´´, dijo Clayton durante una entrevista detrás de bambalinas, en el programa «Saturday Night Live». «Pero en cierto modo creo que el reto más interesante es responder: ¿Qué es el rock and roll en este mundo cambiante? Porque en cierto modo, el concepto de la persona que compra y escucha música por el placer de hacerlo resulta una idea obsoleta´´.

El CD más reciente del grupo, «No Line on the Horizon´´, debutó en los primeros lugares en marzo y vendió una cifra respetable de un millón de copias. Pero el CD, que incluye más experimentación musical electrónica de U2, es el CD con menores ventas de la banda en más de una década.

Del 2004 a la fecha, «How to Dismantle an Atomic Bomb» vendió 3,2 millones de discos, y en el 2000, se vendieron 4,3 millones del álbum «All That You Can´t Leave Behind». «No Line´´ es también un álbum que no ha incluido una canción sumamente popular.

El CD anterior de U2, incluía «Vertigo», que tampoco llegó a lo más alto de las listas de popularidad, pero alcanzó mucho éxito gracias a un anuncio comercial muy difundido del iPod de Apple. El primer sencillo de «No Line», la rítmica y optimista canción «Get on Your Boots», no tuvo una plataforma similar de promoción y no llegó a la lista de los 30 temas más populares de la revista Billboard. En tanto, «I´ll Go Crazy If I Don´t Go Crazy Tonight» apareció en un anuncio del teléfono celular «inteligente» BlackBerry como parte de una nueva sociedad entre la empresa fabricante y U2, pero no fue lanzada como sencillo.

Las canciones del nuevo álbum han atraído desde luego a los admiradores más fervientes del grupo. «Get on Your Boots´´ generó una de las respuestas más jubilosas del público durante un concierto reciente en Foxborough, Massachusetts, a las afueras de Boston, lo mismo que el tema que cerró la presentación, «Moment of Surrender´´. Pero el álbum no ha tenido el impacto esperado por U2. Aunque destacó que algunas de las canciones más reconocidas del grupo, como «Beautiful Day» e incluso «One», no fueron éxitos masivos ni inmediatos, Bono reconoce la decepción que tiene el grupo por el hecho de que «no hayan despegado las canciones pop» en el nuevo disco. «Pero ése no era exactamente nuestro objetivo´´, dice. «Sentimos que el álbum es casi una especie en extinción y debíamos acercarnos de manera totalmente distinta a éste, creando un estado de ánimo y un sentimiento, con un comienzo y un final. Y supongo que hemos hecho un trabajo un tanto desafiante para la gente que ha crecido con una dieta de estrellas pop´´.

Algunos podrían argumentar que los «roqueros» -Bono, Clayton, The Edge y Larry Mullen Jr._ siguen siendo la encarnación de un concierto pop. Están entrando en su cuarta década de hacer música y han cosechado desde el Grammy hasta el premio Billboard, pasando por los Globos de Oro. Han vendido decenas de millones de discos y han tenido un impacto social que pocos músicos populares pueden soñar siquiera.

Pero ellos consideran que están en la misma posición de desafío en la que se encuentra la mayoría de los grupos actuales, los cuales deben buscar nuevas formas de conectarse con los compradores de música, en una industria en decadencia y con un mundo del espectáculo sumamente fragmentado.

«La música existe en un ambiente en que la gente realiza varias tareas simultáneas y creo que el ambiente es distinto», dijo Clayton, quien creció escuchando jazz pero se dio cuenta de que esa música «era para gente que tomaba la vida de cierta forma pero que no parecía parte del mundo moderno». «Me preocupa que el mundo del rock and roll en el que yo crecí esté destinado a terminar así´´.

U2, desde luego, dista mucho de estar en peligro de ser una banda que sólo se escuche en clubes oscuros o en radiodifusoras especializadas en canciones del recuerdo. Su gira «360» es un concepto de espectáculo masivo donde la banda toca en el centro de la cancha de los estadios (de ahí su nombre, que hace la referencia a la visión de 360 grados).

La gira, que incluye escenarios que tardan días en desmantelarse, ha sido una de las que más ingresos han recaudado desde que comenzó en septiembre, pese a que los boletos cuestan hasta 250 dólares (al menos 10.000 boletos de 30 dólares se han ofrecido para cada concierto). Y en septiembre, cuando el grupo tocó en el Giants Stadium de East Rutherford, Nueva Jersey, rompió él récord de asistencia, con unos 84.500 espectadores. «De muchas maneras, U2 ha tenido un éxito tan enorme en años, que estamos blindados» contra la declinación de la industria discográfica, dijo Paul McGuinness, manager de la banda durante años. «Seguimos vendiendo mucha música grabada, pero eso es una parte pequeña de nuestro negocio, en comparación con los conciertos. Esta gira, cuando concluya, habrá sido vista por 6 millones de personas». (AP)


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