El DPA ratificó que era muy sencillo rastrillar la usina

Collado dijo que nunca le pidieron paralizar la central de El Treinta. Bermejo se justificó: "Buscábamos a una persona viva, no a un muerto".

El superintendente del Departamento Provincial de Aguas, Horacio Collado, no dejó dudas acerca de que era totalmente factible interrumpir el funcionamiento de las turbinas por parte del organismo a su cargo, si ésto se le hubiera sido solicitado y hasta aseguró que esa maniobra ya ha sido realizada en anteriores oportunidades para buscar cuerpos de personas accidentadas en los canales de riego.

De esta manera dio por tierra con las declaraciones del secretario de Seguridad de la provincia, Miguel Bermejo, quien había afirmado que rastrillar el canal donde apareció el cuerpo que podría ser de Otoño Uriarte, hubiese sido «un acto suicida».

No obstante, Bermejo fue más allá en sus expresiones de defensa del accionar policial y sostuvo ayer en declaraciones a radio Manantial de Roca que las inmediaciones de la usina no fueron revisadas en los momentos posteriores inmediatos a la desaparición sencillamente porque «buscábamos a una persona viva, no a un muerto».

Collado, en declaraciones a FM La Ford de San Antonio Oeste, expresó que «ya nos ha ocurrido en otras oportunidades, en situaciones donde lamentablemente hubo gente fallecida que se ahogó y que la gente lo vio, que se tomaron las medidas para encontrar los cuerpos. En este caso nunca se nos solicitó nada».

Aclaró que «obviamente estando en funcionamiento es muy difícil trabajar en esa zona por la succión de la parte de la turbina, pero bueno, en ese caso hay que cortar el suministro del canal y automáticamente se para la central».

Fue claro y contundente cuando dijo «si hubiese sido así, si se hubiese dado el pedido, esa es la condición técnica que se requiere para parar las centrales. Eso sería haber cerrado las compuertas en el dique Ballester, dejando a todo el sistema de riego sin agua y en ese momento se para la turbina, no hay problema».

Los periodistas le preguntaron si esa acción genera muchos inconvenientes y demora llevarla a cabo a lo que Collado respondió que: «no, el sistema de cortar para que no haya agua, significa que son varios días que se cortan. Estamos hablando de treinta y cinco kilómetros del dique Ballester, que evidentemente lleva el cierre, que no se puede hacer abruptamente, porque si no se generarían deslizamientos en los taludes del canal porque la gran mayoría está en tierra. Por eso hay que hacerlo paulatinamente, como en todo sistema de riego, y también paulatinamente las habilitaciones».

Y luego concluyó: «Pero si se daba la orden, generalmente se da la orden desde un juzgado para que se paralice la central, no hay inconveniente. Tiene que hacerse de acuerdo a un protocolo técnico que corresponde, tanto la paralización de la central como el corte del agua».

Por otra parte, ayer trascendió que existía cierto malestar por parte del perito Enrique Prueger, debido a que la justicia no dispuso en lo inmediato un trabajo para que se extraiga el agua que todavía se mantiene dentro de la usina, más allá del cierre de las compuertas que dejó sin líquido al curso principal. La intención del especialista es, según se indicó, determinar si no hay otros elementos importantes para la causa en el interior de la central.

(ASA / AR)


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