El dueño de un pool complicó a policías detenidos por un crimen
BUENOS AIRES (DyN).- El dueño del pool de Wilde donde Luis Tarragona estuvo el 16 de enero con cuatro amigos, antes de ser gravemente herido de un balazo en la cabeza, declaró ante la Justicia y comprometió aún más a los policías detenidos, al asegurar que vio cuando le sacaban dinero a los muchachos.
Fuentes judiciales informaron que el dueño del pool -cuya identidad no trascendió- declaró haber visto cuando «los policías le sacaban a dos jóvenes dinero de sus bolsillos frente a su negocio, horas antes que uno de ellos dispara contra Luis Tarragona».
«El relato del propietario del pool coincidió totalmente con las declaraciones de los amigos de Tarragona», dijeron las fuentes.
Ayer a la mañana, la fiscal adjunta Mariana Monti recibió el informe de balística realizado por el Cuerpo de Pericia Policial donde se le indicó que las armas de los policías acusados -el cabo primero Daniel Mansilla y el agente Raúl Lescano- funcionaban en perfectas condiciones y fueron usadas antes de ser secuestradas.
Por otra parte, se supo ayer que ayer el joven Tarragona -tras permanecer unos 20 días internado en terapia intensiva en el Hospital Fiorito- pasó a una sala común.
El hecho donde resultó herido Tarragona, de 21 años, se inició en la noche del viernes 16 de enero, cuando con cuatro amigos fue a jugar a un pool de Wilde, partido de Avellaneda. Más tarde dos de ellos se retiraron, y según la denuncia, fueron sorprendidos por los policías quienes le sacaron el dinero y efectuaron disparos al aire. Horas después los otros tres amigos -entre los que se encontraba Tarragona- salieron del pool y se fueron caminando unas cuadras. Siempre según la denuncia, al llegar una esquina, los jóvenes fueron sorprendidos por los policías, que simulando realizar un operativo los obligaron a colocarse de cara a la pared, momento que aprovecharon para robarles sus billeteras.
Cuando Luis, empleado de la Aduana, se dio vuelta para pedirles que no le quitaran el dinero de sus vacaciones, Mansilla, que tenía el arma reglamentaria en su mano, efectuó un disparo que lo hirió en la cabeza. Tras el hecho los policías pararon un colectivo y se fueron del lugar ante numerosos testigos.
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