El efecto Solano, 14 meses después

CHOELE CHOEL (AVM).- El sábado 5 se cumplieron 14 meses de la desaparición del joven salteño Daniel Solano, quien había llegado al Valle Medio para trabajar en un establecimiento frutícola. Daniel llegó en busca del sueño de trabajar toda la temporada y regresar a Tartagal con el dinero suficiente para poder comprar una moto. El “golondrina” se despidió de su familia con la promesa de regresar para pasar las fiestas en familia, sin embargo Daniel fue desaparecido por la policía en la madrugada del 5 de noviembre, cuando salió a divertirse a un local bailable de Choele Choel. El caso dejó al desnudo –además– las condiciones de vida que llevaban en la zona los trabajadores temporarios y se tomaron en cuenta denuncias que se habían conocido años antes sobre cómo llegaban a la región con engaños y promesas falsas sobre viviendas dignas y sueldos altos. A raíz del caso Solano se propició la instalación de una delegación de Derechos Humanos en el Valle Medio, la que comenzará a funcionar en forma permanente en los próximos días. A pocos días de la desaparición de Daniel llegó a la región don Gualberto Solano, su padre, quien lleva 14 meses de un amargo dolor, con un duelo inconcluso, debatiéndose entre los sentimientos de saberlo muerto y la esperanza de encontrarlo en las condiciones que sea. El caso Solano hizo, sobre todo, que se pusiera la lupa sobre el accionar de la policía en la región. Es que los acusados, siete que permanecen procesados y detenidos y más de una veintena que están imputados, pertenecen a la fuerza. Justamente a raíz del caso se conocieron decenas de denuncias por otros apremios ilegales. Al cumplirse 14 meses de la desaparición no hubo marcha ni reclamos. Se espera el accionar de la justicia con respecto a la causa. Por ahora, fuentes judiciales han desestimado nuevas detenciones vinculadas con la investigación, aún cuando desde el entorno de la familia se ha insistido en un pedido de detención de civiles.


CHOELE CHOEL (AVM).- El sábado 5 se cumplieron 14 meses de la desaparición del joven salteño Daniel Solano, quien había llegado al Valle Medio para trabajar en un establecimiento frutícola. Daniel llegó en busca del sueño de trabajar toda la temporada y regresar a Tartagal con el dinero suficiente para poder comprar una moto. El “golondrina” se despidió de su familia con la promesa de regresar para pasar las fiestas en familia, sin embargo Daniel fue desaparecido por la policía en la madrugada del 5 de noviembre, cuando salió a divertirse a un local bailable de Choele Choel. El caso dejó al desnudo –además– las condiciones de vida que llevaban en la zona los trabajadores temporarios y se tomaron en cuenta denuncias que se habían conocido años antes sobre cómo llegaban a la región con engaños y promesas falsas sobre viviendas dignas y sueldos altos. A raíz del caso Solano se propició la instalación de una delegación de Derechos Humanos en el Valle Medio, la que comenzará a funcionar en forma permanente en los próximos días. A pocos días de la desaparición de Daniel llegó a la región don Gualberto Solano, su padre, quien lleva 14 meses de un amargo dolor, con un duelo inconcluso, debatiéndose entre los sentimientos de saberlo muerto y la esperanza de encontrarlo en las condiciones que sea. El caso Solano hizo, sobre todo, que se pusiera la lupa sobre el accionar de la policía en la región. Es que los acusados, siete que permanecen procesados y detenidos y más de una veintena que están imputados, pertenecen a la fuerza. Justamente a raíz del caso se conocieron decenas de denuncias por otros apremios ilegales. Al cumplirse 14 meses de la desaparición no hubo marcha ni reclamos. Se espera el accionar de la justicia con respecto a la causa. Por ahora, fuentes judiciales han desestimado nuevas detenciones vinculadas con la investigación, aún cuando desde el entorno de la familia se ha insistido en un pedido de detención de civiles.

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