El efecto Tevez sacude al mundo Boca

Los hinchas no lo quieren creer. Pasan las horas y, por más improbable que sea, conservan alguna esperanza, mínima, casi utópica, de que el pase de Tevez al fútbol chino haya sido una mala broma del Día de los Inocentes que sólo se estiró un poco. Pero no, no es así. Carlitos se fue al fútbol asiático, y mal que le pese a los hinchas del Xeneize, no volverá en el corto plazo.

A medida que el Mundo Boca comenzó a caer en la cuenta de la ida del referente, explotaron las repercusiones. De propios, ajenos y de todo aquel que tuviera algo que decir. Cuando hay plata –y mucha– en el medio, la gente parece nublar su criterio. Y quienes más lo sintieron, en definitiva, fueron los hinchas y los compañeros, esos que compartían el día a día con el 10.

Vale hacer un repaso por el vestuario xeneize para comprender el peso de la pérdida de Carlitos. Porque tras la limpieza (camuflada, pero limpieza al fin) poseliminación de Libertadores, el poder quedó casi por completo en manos de Tevez. Antes, los cabecillas también eran Orión y Cata Díaz. Y ahora lo serán Gago y, en menor medida, Pablo Pérez. Ninguno, queda claro, ejercerá la influencia sobre sus compañeros de la misma forma que el Apache.

Allí, entonces, radica el primer daño colateral de su partida. Habrá un vacío, que podrá sentirse más o menos en función de como sepan absorber la presión Gago y PP8, pero será un vacío al fin.

La segunda esquirla, también contundente, impactará sobre el esquema táctico coordinado por Guillermo Barros Schelotto. Si bien le llevó tiempo, el Melli logró armar un equipo en función de Carlitos. Y cuando todo el elenco estaba acomodado para hacer brillar al hombre clave, fue el mismísimo actor principal quien lo dejó plantado. Cuanto menos, doloroso. Porque, además, también se pierde el rendimiento individual de un distinto, uno de los pocos que puede sacar un conejo de la galera para resolver un partido chivo. ¿Quién lo reemplazará? ¿Hay alguien de nivel semejante? ¿Alguno que pueda, al menos, suplir su función en el esquema ideado por GBS?

Hay alguna ilusión de un posible regreso, pero no será lo mismo. Por cómo se fue, y por cómo podría volver. En caso de regresar al culminar el contrato, Carlitos tendría casi 35 años. Seguramente le quedará hilo en el carretel, pero muy difícilmente sea con la misma explosión que muestra hoy.

“Si se rompió algo con la gente, no creo que pase. Habría que ver”, afirmó su representante. Por lo pronto, daño hizo. Eso seguro.

Como si no alcanzara con lo de Tevez, Boca fue invitado a disputar un torneo amistoso de pretemporada en China. Los asiáticos, metidos a fondo en el fútbol local.