El empleo creció siete veces menos que el PBI

El empleo asalariado registrado vuelve a crecer a tasas elevadas, pero insuficientes frente a los severos problemas laborales que sufre la Argentina. Esto demuestra que no se está aprovechando la bonanza económica para avanzar hacia una sociedad más equilibrada. Para no seguir dilapidando oportunidades, el próximo gobierno no sólo deberá corregir las distorsiones macroeconómicas sino también impulsar un ambicioso proceso de mejora en la calidad institucional que incluya la modernización de las regulaciones laborales. El nivel de actividad económica ha crecido en los primeros 3 meses del año un 9,9%. Desde el primer trimestre del 2004 –cuando el PBI aumentó un 11,4%– que no se observa en un primer trimestre una tasa de crecimiento de la actividad económica tan alta. Entre los años 2005 y 2008 las tasas de crecimiento en los primeros trimestres de cada año rondaron el 8,3%, y en los años 2009 y 2010 se observaron crecimientos relativamente bajos. Más allá de las incertidumbres que generan las manipulaciones en el sistema estadístico oficial, la producción muestra un crecimiento vertiginoso. En materia laboral, según los registros del sistema de jubilaciones (SIPA), el 1º trimestre del 2011 arrojó un crecimiento del 4,4% anual en el empleo asalariado registrado. Es una variación no tan alta como la observada entre los años 2004 y 2008 –cuando crecía al 9,3%– pero bastante más elevada que la registrada en los primeros trimestres de los años 2009 y 2010 cuando aumentaba al 1,8% anual. ¿Se puede considerar que éstas son condiciones para iniciar un proceso de reversión de los agudos problemas laborales que sufre gran parte de la población? Para echar luz sobre este interrogante, es pertinente complementar la información con la provista por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, que si bien cubre sólo a los 31 grandes aglomerados urbanos, mide a todos los trabajadores (formales e informales). En esta línea, según la EPH para el 1º trimestre del 2011, se observa que: El empleo total creció un 1,3%, el empleo asalariado registrado, que abarca al 50% del empleo total, crece al 3,2% (este es el dato asimilable al 4,4% que el SIPA informa para todo el país). El empleo informal, que representa al otro 50% del empleo total, se mantiene prácticamente estable con una pequeña variación del -0,5%. Los datos muestran que la Argentina tiene un mercado laboral fuertemente segmentado. La bonanza económica tiene impactos positivos sobre el empleo registrado, pero no alcanza para revertir la masiva presencia de la informalidad. Las diferentes oportunidades laborales de la población activa están fuertemente correlacionadas con la persistencia de la inequidad social. Las personas que acceden a empleos registrados no tienen las mismas características de los relegados a la informalidad, el desempleo o la inactividad laboral.

IDESA (Instituto para el Desarrollo Social Argentino)


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