El Estado nacional acelera transferencia de subsidios

En los primeros nueve meses del año crecieron 55%, liderados por energía y transporte.

Ya sea por obstinación, necedad o simplemente por seguir en la postura de reivindicar todo lo ya realizado, el gobierno sigue postergando un inevitable ajuste en los precios relativos. Si bien en algún momento se esperaba una moderación del gasto público para este año, en el acumulado hasta septiembre el total de las transferencias de la Administración Pública Nacional (APN) para financiar subsidios económicos aumentaron un 55,2% respecto del mismo lapso del 2012, al pasar de $ 60.688 a $ 94.204 millones. Estos datos surgen del último informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap). Por este camino le resultará difícil al gobierno revertir o, al menos, reducir el creciente déficit fiscal y, por ende, los pedidos de auxilio a su prestamista por excelencia: el Banco Central. Es así que la actual dinámica que muestran los subsidios de alguna manera determinan un piso de emisión monetaria necesaria para cubrir la brecha entre los ingresos y el creciente gasto público. Teniendo en cuenta la inercia que tienen estos fondos y que la disminución de los mismos trae aparejado costos en términos de consumo, demanda y presiones inflacionarias, todo hace pensar que el gobierno tratará de seguir posponiendo lo inevitable: un acomodamiento de las tarifas a los costos actuales que permitan incrementar la inversión en infraestructura indispensable para un crecimiento económico sostenido. En particular, en nuestro país el sector energético es el que está afectando las finanzas públicas, dado que se lleva más del 60% del total de los fondos destinados a financiar los subsidios económicos. De hecho fue el rubro que registró la mayor tasa de expansión interanual, 71,5%, lo que representa una variación en términos absolutos de $ 25.000 millones. Para tener una idea de la importancia de esto vale decir que equivale a dos veces el presupuesto de la Provincia de Río Negro para el 2013. El incremento se explica principalmente por las transferencias a Camessa, que en los primeros nueve meses alcanzaron $ 28.257,9 millones (67,5% i.a.). Por su parte Enarsa recibió $ 10.218 millones más que en igual período del año pasado (87,1% i.a.). Después de haber moderado el ritmo de crecimiento en el 2012 y la primera mitad del 2013 –con caídas interanuales al cierre del primer y segundo trimestre–, los giros al sector transporte volvieron a incrementarse de julio a septiembre. Al 30 de junio, las partidas totalizaron $ 12.228 millones, un 12,1% menos que a la misma fecha de corte del 2012. En los tres meses siguientes las transferencias crecieron $ 9.253,2 millones, lo cual equivale a un alza del 22,2% respecto del mismo periodo del año pasado. La suba se explica por mayores partidas a Administradora Ferroviara SE, FFCCGral. Belgrano y Concesionarios de trenes y subtes. Pareciera ser que luego de las últimas estatizaciones el Estado se habría percatado de que el cuadro tarifario no se condice con la realidad económica. La variable de ajuste en este sector es el Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte (financia pasajes del área metropolitana) que recibió 631 millones menos, pero que se debe a una actualización en el valor del boleto en el 2012. Otra empresa que registró una variación negativa fue Aerolíneas Argentinas, aunque con $ 2.708 millones continúa siendo de las de mayor importancia. Cabe recordar que en todo el 2012, la línea de bandera argentina recibió de la administración nacional $ 4.119 millones. Dentro de la categoría “Otras Empresas Públicas”, Arsat y AySA tuvieron subas interanuales del 104,7% y 51% respectivamente, determinando así que el total de los fondos transferidos se incrementarna en casi $ 4.300 millones (65% i.a.). Otro organismo pública beneficiado fue Telam (15,5% i.a.). Por último, cabe destacar que después de tres años consecutivos caída interanual, los aportes a los sectores agroalimentario, rural y forestal e industrial volvieron a expandirse. De los $267,3 millones adicionales, el 81,5% se concentra en la cadena agroalimentaria que al 30 de septiembre los subsidios devengados alcanzaban los $668 millones. Sin embargo, el rural y forestal es el que más recibe, con $ 878 millones. (Redacción Central)

Se profundiza un problema estructural


Ya sea por obstinación, necedad o simplemente por seguir en la postura de reivindicar todo lo ya realizado, el gobierno sigue postergando un inevitable ajuste en los precios relativos. Si bien en algún momento se esperaba una moderación del gasto público para este año, en el acumulado hasta septiembre el total de las transferencias de la Administración Pública Nacional (APN) para financiar subsidios económicos aumentaron un 55,2% respecto del mismo lapso del 2012, al pasar de $ 60.688 a $ 94.204 millones. Estos datos surgen del último informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap). Por este camino le resultará difícil al gobierno revertir o, al menos, reducir el creciente déficit fiscal y, por ende, los pedidos de auxilio a su prestamista por excelencia: el Banco Central. Es así que la actual dinámica que muestran los subsidios de alguna manera determinan un piso de emisión monetaria necesaria para cubrir la brecha entre los ingresos y el creciente gasto público. Teniendo en cuenta la inercia que tienen estos fondos y que la disminución de los mismos trae aparejado costos en términos de consumo, demanda y presiones inflacionarias, todo hace pensar que el gobierno tratará de seguir posponiendo lo inevitable: un acomodamiento de las tarifas a los costos actuales que permitan incrementar la inversión en infraestructura indispensable para un crecimiento económico sostenido. En particular, en nuestro país el sector energético es el que está afectando las finanzas públicas, dado que se lleva más del 60% del total de los fondos destinados a financiar los subsidios económicos. De hecho fue el rubro que registró la mayor tasa de expansión interanual, 71,5%, lo que representa una variación en términos absolutos de $ 25.000 millones. Para tener una idea de la importancia de esto vale decir que equivale a dos veces el presupuesto de la Provincia de Río Negro para el 2013. El incremento se explica principalmente por las transferencias a Camessa, que en los primeros nueve meses alcanzaron $ 28.257,9 millones (67,5% i.a.). Por su parte Enarsa recibió $ 10.218 millones más que en igual período del año pasado (87,1% i.a.). Después de haber moderado el ritmo de crecimiento en el 2012 y la primera mitad del 2013 –con caídas interanuales al cierre del primer y segundo trimestre–, los giros al sector transporte volvieron a incrementarse de julio a septiembre. Al 30 de junio, las partidas totalizaron $ 12.228 millones, un 12,1% menos que a la misma fecha de corte del 2012. En los tres meses siguientes las transferencias crecieron $ 9.253,2 millones, lo cual equivale a un alza del 22,2% respecto del mismo periodo del año pasado. La suba se explica por mayores partidas a Administradora Ferroviara SE, FFCCGral. Belgrano y Concesionarios de trenes y subtes. Pareciera ser que luego de las últimas estatizaciones el Estado se habría percatado de que el cuadro tarifario no se condice con la realidad económica. La variable de ajuste en este sector es el Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte (financia pasajes del área metropolitana) que recibió 631 millones menos, pero que se debe a una actualización en el valor del boleto en el 2012. Otra empresa que registró una variación negativa fue Aerolíneas Argentinas, aunque con $ 2.708 millones continúa siendo de las de mayor importancia. Cabe recordar que en todo el 2012, la línea de bandera argentina recibió de la administración nacional $ 4.119 millones. Dentro de la categoría “Otras Empresas Públicas”, Arsat y AySA tuvieron subas interanuales del 104,7% y 51% respectivamente, determinando así que el total de los fondos transferidos se incrementarna en casi $ 4.300 millones (65% i.a.). Otro organismo pública beneficiado fue Telam (15,5% i.a.). Por último, cabe destacar que después de tres años consecutivos caída interanual, los aportes a los sectores agroalimentario, rural y forestal e industrial volvieron a expandirse. De los $267,3 millones adicionales, el 81,5% se concentra en la cadena agroalimentaria que al 30 de septiembre los subsidios devengados alcanzaban los $668 millones. Sin embargo, el rural y forestal es el que más recibe, con $ 878 millones. (Redacción Central)

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