¿El estado policial dejó de ser una isla?
Enfrentamientos sangrientos y coches bomba ardiendo en la calle son imágenes como las que se ven diariamente en Irak y que ayer se repitieron en la vecina Siria.
En el país, un Estado policial dirigido con mano de hierro, donde el servicio secreto controla con rigidez a cada opositor del régimen, no había ocurrido hasta entonces algo semejante.
Con el atentado de ayer frente a la embajada estadounidense, Siria perdió su posición de isla de relativa calma en el mar en tempestad provocado por los conflictos de Líbano e Irak.
El gobierno, bajo la presidencia de Baschar al Assad, anunció durante los pasados meses en varias ocasiones detenciones y cruces de disparos entre la policía y supuestos islamistas, unos sucesos que no trascendieron a la opinión pública.
Algunos observadores árabes supusieron incluso que el régimen sirio relacionó los enfrentamientos con bandas criminales con el terrorismo islamista, con la intención de causar la impresión de que el país también era víctima del mismo, a pesar de su apoyo a Hizbollah en Líbano y a los partidos islamistas palestinos. Las malas lenguas afirman incluso que el régimen de Assad apoya de forma intencionada a pseudo-islamistas como Mahmud al- Aghasi, llamado Abu al-Qaqa.
No debería sorprender a nadie que los extremistas intenten atacar una embajada estadounidense en un país árabe, dada la pésima imagen del gobierno de Bush .
Expertos sirios se mostraron sorprendidos de que los autores pudieran adquirir explosivos y armas de fuego y penetrar con ellas en la zona donde se encuentran las embajadas, un barrio donde también viven representantes del gobierno. (DPA)
ANNE-BEATRICE CLASMANN
Enfrentamientos sangrientos y coches bomba ardiendo en la calle son imágenes como las que se ven diariamente en Irak y que ayer se repitieron en la vecina Siria.
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