El estreno más allá de la derrota

Las expulsiones rompieron una paridad evidente.

Andrés Maripe

Once contra once, terminaba cero a cero. La hipótesis aparece en el pensamiento de ambos equipos y la cuenta cierra. Pero resultó que terminaron once contra nueve y al partido lo ganó el Deportivo Roca.

¿Cuánto influyeron las expulsiones en el resultado del clásico valletano? Lo suficiente como para que Alejandro Monsalve encuentre tiempo y espacio en el área de Cipolletti para cabecear y convertir el único gol del partido.

Con la zaga central ausente por las expulsiones, el volante central tuvo facilidades que difícilmente hubiese encontrado con Damián Jara, pero especialmente con Valentín Perales en cancha. Este último había sido imbatible en el juego aéreo, pero a los 40 minutos del primer tiempo ya no estaba.

Las dificultades

El sorteo había determinado que Roca y Cipolletti se cruzarán en la primera fecha en el Maiolino. La noticia le cayó peor al Albinegro, un plantel con diez refuerzos y un cuerpo técnico nuevo, necesitado de más tiempo y más trabajo. Todo quedó a la vista el domingo

Las expulsiones explican en parte las circunstancias que le permitieron al Depo romper un cero que parecía a esa altura irrompible de parte de los dos. Pero el partido de Cipolletti fue pobre con once, con diez y con nueve jugadores.

Con Torresi en el rol de conductor, el Albinegro tuvo dificultades para generar jugo, en parte por las imprecisiones del propio Torresi, en parte por la escasa opción de pase que le ofrecieron sus compañeros, sobre todo Negri y Carrasco. Cuando pudieron conectarse en el primer tiempo se vio lo mejor del equipo de Pancaldo.

La tenencia de la pelota fue un déficit como lo había sido durante toda la pretemporada. Lo de Cipolletti en el Maiolino fue una tenencia precaria sin opción de pase.

Los hombres de ataque estuvieron ausente, en parte porque necesitaban de un buen abastecimiento del que el equipo careció. Más activo Martín Abraham que Matías Zbrum, el ex Gimnasia de Jujuy se mostró más activo y con chances interesantes de remate que no supo aprovechar.

Puntos altos

Para destacar, el trabajo de presión y quite del mediocampo, un trabajo colectivo que le quitó eficacia al manejo de Pachorra Castro en buena parte del partido. Tal como pretende Pancaldo, Mellado y Carrasco se complementaron en la marca.

En defensa, lo mejor fue la zaga. Jonathan Morán, el mejor de la cancha, superó al lateral Tomás Prieto, pero tuvo dificultades cuando se topó con Jara. Gastón Pinto, el lateral por izquierda, se tomó demasiado tiempo hasta decidirse lanzarse al ataque. Cuando lo hizo resultó una variante que abrió espacios en el costado derecho de la defensa Naranja.

Punto aparte para Perales. El juvenil defensor sacó todo lo que vino de arriba y controló a Germi. Pero él mismo perdió el control y se fue expulsado a cinco del final. Del tiro libre que generó su infracción llegó el centro del gol. No fue feliz el estreno de su capitanía. Será cuestión de diálogo y de aprendizaje.

En definitiva, que el momento del clásico era inapropiado ya es pasado. Que Cipolletti es un equipo en formación es evidente, el punto es que el torneo ya empezó. (J.M.)

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