El fiscal pidió la detención de Rinaldi y una nueva autopsia

Por primera vez dijo oficialmente que es el principal sospechoso del crimen de María Alejandra Zarza. El juez Velasco Copello anunció que esperará antes de decidir si lo detiene o no. La exhumación del cuerpo es para hacerle nuevas pericias. Todavía no saben la causa de la muerte. Los signos de violencia que hay en el cuerpo revelarían un castigo brutal.

NEUQUEN (AN)- El fiscal de Homicidios, Mario Rodríguez Gómez, pidió ayer la detención de Nicolás Rinaldi como sospechoso del asesinato de María Alejandra Zarza, la empleada judicial de 25 años que estaba embarazada de casi 8 meses. Además reclamó la exhumación del cadáver para realizarle nuevos estudios científicos, porque las pericias arrojaron conclusiones que merecen un nuevo análisis de los restos.

El que tiene que decidir ahora es el juez Alfredo Velasco Copello, quien hasta el cierre de esta edición no había tomado ninguna determinación. Anoche frente a la vivienda de los Rinaldi, en Belgrano 2.010, seguía la misma custodia policial de siempre a la que se sumó una guardia de periodistas a la espera de novedades.

Según informó a última hora la radio LU5, el juez indicó que recién tomaría una decisión sobre el pedido fiscal cuando tenga los resultados de los análisis toxicológicos practicados sobre el cuerpo de la víctima. Esos exámenes podrían revelar, entre otros aspectos, la causa de la muerte.

Pedro Rinaldi, padre de Nicolás, dijo a «Río Negro» que «el fiscal tiene derecho a pedir la detención, está dentro de sus atribuciones. Pero yo estoy esperando la decisión del juez» .

Ayer el fiscal Rodríguez Gómez hizo su primera declaración oficial desde que desapareció Alejandra, el 19 de febrero pasado. Su cadáver fue hallado en una laguna de Valentina Sur el 26 del mismo mes. La joven estaba embarazada pero no había rastros del feto.

«Por los indicios y pruebas colectadas hasta el momento, está acreditado que María Alejandra Zarza fue víctima de un homicidio. Su muerte fue violenta», dijo el fiscal.

«Todos los indicios llevan a acreditar las sospechas sobre Nicolás Rinaldi. Por eso pedí su detención al juez de la causa», agregó.

Al mismo tiempo solicitó «la exhumación del cadáver para realizarle nuevas pericias».

Es la segunda vez que Rodríguez Gómez reclama la detención de Nicolás Rinaldi (25), la última persona que vio con vida a Alejandra. Ya lo había hecho poco después de aparecido el cadáver de la joven, pero el juez Velasco Copello no le hizo lugar porque en la solicitud no estaban detalladas las circunstancias en que fue cometido el crimen.

A toda velocidad

La investigación del crimen adoptó un ritmo más acelerado en las últimas horas, después de varios días sin novedades. Y se profundizó en dirección a la hipótesis principal que siempre manejó la fiscalía y la Policía: que Nicolás Rinaldi es sospechoso del crimen.

Nicolás y Alejandra, que eran amigos íntimos, se vieron la noche del 19 de febrero pasado. El pasó a buscarla por su casa en el Polo de la familia y, según dijo, la llevó al Balcón del Valle. Allí discutieron por el embarazo, ella se enojó, se bajó y quedó sola. El joven se fue.

Desde entonces nada más se supo de la empleada judicial, hasta que el 26 de febrero apareció su cadáver en una laguna de Valentina Sur.

No había rastros del bebé que llevaba en el vientre.

Aunque en un principio se dijo que no había signos de violencia en el cuerpo, lo cierto es que Alejandra sufrió una paliza. Tal como informó «Río Negro», producto de un golpe le faltaba un diente del maxilar superior. Otras fuentes deslizaron ayer que es posible que las piezas dentales ausentes fueran más. Además, se determinó que el moretón que tenía en un glúteo era producto de una patada. La muerte ocurrió entre 2 y 12 horas después de que saliera de su casa.

Por otra parte, la justicia tiene un testigo importante. Como se informó ayer, se trata de un taxista que vio a una pareja discutiendo en el Balcón del Valle la noche del 19 de febrero. El hombre sacudió a la mujer. Después, los dos se fueron juntos.

Para los investigadores, el testigo es «sólido». En una singular rueda de reconocimiento, señaló sin dudar el Polo de los Rinaldi entre otros vehículos idénticos. Y en el Balcón del Valle, en similares condiciones de visibilidad que aquella noche, ubicó en qué lugar estaba el auto y dónde las personas que discutían. Su relato resultó lógico hasta cuando describió la altura del hombre y de la mujer que divisó.

En base a estos elementos, más las contradicciones en la versión del propio Nicolás, el fiscal se decidió a insistir con su pedido de detención.

La causa de la muerte

De todos modos, al rompecabezas le siguen faltando piezas. Y una de ellas es esencial: la causa de la muerte. ¿Alejandra murió desangrada en un parto violento? ¿O la afectó algún medicamento que le suministraron para adelantarle el parto?

Eso se sabrá recién cuando todos los estudios médicos estén completos. Nadie acierta a decir en qué fecha llegarán los informes a los despachos judiciales.

Mientras tanto, el fiscal Rodríguez Gómez quiere que exhumen el cuerpo del nicho del cementerio central en el que se encuentra. Algunas fuentes dijeron que la intención es completar exámenes vinculados con el o los dientes que le faltan a la joven.

Según trascendió, en el equipo de médicos y especialistas que trabajan en el caso no hay opinión unánime sobre la necesidad de volver a examinar el cadáver.

«No es que hayan quedado cosas sin hacer, es que a la luz de los resultados que estamos obteniendo, necesitamos completar algunos estudios», dijo una fuente con acceso a la causa que defiende la exhumación.

El próximo domingo 31, Alejandra cumpliría 26 años. Los investigadores tienen la esperanza de dar por esclarecido el caso antes de esa fecha. Con ese objetivo se lanzaron, ahora a toda velocidad.

«La fiscalía puede pedir, pero yo espero la decisión del juez»

NEUQUEN (AN)- «El fiscal tiene derecho a pedir la detención de mi hijo, está dentro de sus atribuciones. Pero yo estoy esperando la resolución del juez. Hace 33 días que la estoy esperando».

Pedro Rinaldi habló anoche brevemente con «Río Negro». Se había enterado por la prensa que el fiscal Mario Rodríguez Gómez pidió la detención de su hijo como autor del crimen de María Alejandra, y enfatizó dos aspectos: que no había orden de detención, sino solamente un pedido, y que no hay pruebas contra Nicolás.

«Es el juez el que determina si lo va a detener o no. Y el juez hasta ahora no dijo nada», señaló Pedro Rinaldi (57 años).

Frente a su casa se montó una guardia periodística a la espera de novedades que, al menos hasta el cierre de esta edición, no se produjeron.

Pedro Rinaldi entró y salió varias veces, conversó con los fotógrafos, con un policía y con su abogado.

También estaba, reforzada, la custodia de policías de civil que vigilan día y noche el inmueble de Belgrano 2.010, y que fueron destacados por la justicia en ese lugar para evitar una hipotética fuga de Nicolás. Si el juez se decidiera a ordenar su detención, el trámite debería ser sencillo y hasta podría pasar inadvertido para los vecinos.

En una entrevista que concedió a «Río Negro», Nicolás admitió que tenía temor de ir preso. Y dijo que su único error fue dejar a Alejandra, una joven que llevaba en el vientre una criatura que posiblemente fuera de él, a medianoche en un sitio muy inseguro.

Al cierre de esta edición, el movimiento en la vivienda de los Rinaldi era el habitual de cualquier jornada.


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