El FMI no ve consenso político y espera acordar con el próximo gobierno

Así lo anunció el embajador en Estados Unidos, Diego Guelar.

Horst Köhler, titular del FMI, cree que la Argentina no está haciendo los deberes como para recibir ayuda rápidamente.
Las ya pobres posibilidades de un nuevo acuerdo entre el gobierno de Duhalde y el Fondo Monetario Internacional (FMI) parecieron alejarse ayer mucho más, después de que el vocero del organismo se quejara de la falta de «consenso político» en la Argentina y el embajador en Washington, Diego Guelar, declarara que las novedades llegarán sólo después de que se elija un nuevo gobierno en el país.

«Los problemas en Argentina están repartidos por todas partes. En el área monetaria, el área bancaria y algunos aspectos de la parte legislativa, claramente quedan asuntos importantes por resolver», explicó Tomas Dawson. portavoz del FMI.

Pero quizás un sólo hecho sierva para demostrar el malestar del principal organismo financiero internacional: ni siquiera quiso responder específicamente a la carta de intención enviada el ministro Lavagna la semana pasada, porque «una respuesta escrita en estas circunstancias es es sólo una formalidad», añadió Dawson.

Ante semejante derrumbe de expectativas, el vapuleado presidente Duhalde salió a brindar una conferencia de prensa en la que trasladó culpas y criticó a los precandidatos presidenciales por dificultar la posibilidad de lograr un acuerdo con el FMI. «Que digan claramente si quieren o no negociar con el Fondo Monetario Internacional. La mayoría de los candidatos debe estar deseando que concluyamos este acuerdo con el FMI, pero de la boca para afuera dicen otras cosas, y ahí puede que haya una duda en cuanto a que la clase política argentina quiera ese acuerdo», indicó.

El presidente se refirió así a los últimos dichos del precandidato De la Sota y del gobernador bonaerense Felipe Solá, quienes hace pocas horas llamaron a «gobernar sin el FMI, porque ese no es el punto de salida para la economía argentina».

«Asuntos pendientes»

El Fondo considera que, si bien Argentina ha logrado «estabilizar el frente fiscal», todavía quedan «asuntos importantes pendientes» antes de que pueda haber un acuerdo con el país.

«Los problemas en Argentina están repartidos por todas partes. En el área monetaria, el área bancaria y algunos aspectos de la parte legislativa, claramente quedan asuntos importantes por resolver», explicó Dawson en una conferencia de prensa.El Fondo supervisa de cerca esas cuestiones, dijo el portavoz. «Estamos hablando de una gran variedad de temas y sería inapropiado nombrar uno solo,» dijo. «Hay nuevas leyes que van a requerir nuestra supervisión constante», añadió.

Las declaraciones del FMI reflejan una creciente preocupación del organismo sobre dos leyes aprobadas por el Congreso argentino que afectan seriamente a los bancos en el país, más una serie de proyectos que están en discusión y que también generarían mayores pérdidas a las entidades.

Además, está una sentencia de la Corte Suprema según la cual es ilegal un recorte salarial del 13% que rige desde el 2001 para los empleados públicos y jubilados, y que suponía un ahorro de 200 millones de pesos mensuales.

Cuando los periodistas le preguntaron por qué las negociaciones se dilatan tanto, el portavoz respondió: «Es una situación muy, muy difícil, no hay un consenso político sobre cómo avanzar».

Por su parte, el embajador argentino en Washington, Diego Guelar, dijo en declaraciones a una radio porteña que lo único que podrá conseguir la Argentina de las actuales negociaciones con el FMI será apenas «una renovación de créditos», y que un acuerdo definitivo llegará solamente con la instalación del gobierno del presidente que suceda a Eduardo Duhalde.

Las declaraciones de ambos funcionarios confirman el frío ambiente que rodea las tratativas entre el FMI y la Argentina, que en diciembre último se declaró en «default» en el frente de su abultada deuda externa de 140.000 millones de dólares.

La relación entre el FMI y la Argentina entró en terreno caliente en diciembre último, cuando el Fondo bloqueó la concesión de un tramo de un crédito ya aprobado para Argentina, acelerando la crisis económica y social que derivó en la turbulenta caída del entonces presidente Fernando de la Rúa y de su sucesor interino, Adolfo Rodríguez Saa.

Con la llegada de Duhalde arribaron también las exigencias del Fondo para reanudar las negociaciones, entre ellas la derogación o reforma de dos leyes económicas que castigaban las irregularidades bancarias, la liberación del régimen cambiario y un estricto acuerdo fiscal con las provincias para acortar el gasto público.

Nueva misión

Una vez que la gestión de Duhalde cumplió en cierta medida con estos requisitos, el FMI exige ahora que el gobierno controle el rescate por «goteo» de los depósitos bancarios congelados en diciembre y otras medidas que afectan a los bancos internacionales. A su vez, se anunció el envío de una nueva misión la próxima semana para discutir el programa monetario.

Con este panorama, no sorprendió que Guelar saliera ayer a decir lo que en el gobierno parecen no querer escuchar desde hace meses, que el acuerdo con el FMI está tan congelado como el dinero de los ahorristas en manos del «corralito» bancario.

(ANSA, DYN y Reuters)

Duhalde les echó la culpa a los precandidatos presidenciales

El presidente Duhalde pidió ayer a los precandidatos presidenciales que «digan claramente si quieren o no» negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que «Argentina se siente nuevamente con las demás naciones del mundo».

Duhalde interpretó que fue por la falta de definiciones de los candidatos y precandidatos presidenciales que el portavoz del FMI, Thomas Dawson, dijo que ve «difícil» un acuerdo de ese organismo con la Argentina por la «falta de consenso político» que se observa en el país.

Durante una conferencia de prensa que brindó ayer al mediodía, Duhalde dijo no conocer en detalle las declaraciones de Dawson, aunque sí aclaró que «el gobierno está convencido, desde el momento en que asumió, de la necesidad de un acuerdo con los organismos internacionales».

Al profundizar sus conceptos sobre la responsabilidad que le atribuye a los postulantes a presidente, Duhalde dijo que «la mayoría de los candidatos debe estar deseando que concluyamos este acuerdo con el FMI, pero de la boca para afuera dicen otras cosas, y ahí puede que haya una duda en cuanto a que la clase política argentina quiera ese acuerdo».

Dawson dijo ayer en Washington que el FMI está todavía muy lejos de llegar a un acuerdo con la Argentina, ya que la situación en ese país «permanece muy, muy difícil».

Por otra parte, el presidente intentó relativizar el impacto del crecimiento de los índices de pobreza e indigencia en el país, al afirmar que los datos aportados días atrás por el INDEC hacen que «estemos mriando una fotografía del mes de abril y mayo de este año, que fueron los peores meses para la Argentina».

También quiso aclarar que cuando ayer habló en Formosa sobre esa cuestión y señaló que en octubre la situación mejoraría, en realidad, aclaró, «no digo que en octubre va a estar superada» la indigencia, pero «cuando se haga la medición, si sale todo bien, todos tendrían que estar por encima de la indigencia».

El presidente expresó esos conceptos en una breve y sorpresiva rueda de prensa a los canales de televisión abiertos y por cable, en la residencia de Olivos.

«No lo leí»

Al ser consultado sobre las declaraciones hechas por el vocero del Fondo Monetario, Duhalde dijo no haber leído el cable distribuido por agencias extranjeras, pero afirmó que «el gobierno está convencido, desde el momento en que asumió, de la necesidad de un acuerdo con los organismos internacionales».

Sin embargo, intentó poner una nota de optimismo al destacar que «lo que veo positivo es que el presidente de los Estados Unidos (George Bush) ha decidido que se abran a los productos argentinos» a ese mercado, por lo cual destacó la labor desarrollada por la Cancillería en esa cuestión.

También dijo que el nivel inflacionario de este mes se ubica en un «2,2 por ciento» y volvió a resaltar los planes para jefes y jefas de hogar desocupados que «son un promedio de 146 pesos mensuales dedicados a 9,6 millones de personas, dos millones de familias».

«No sólo estamos trabajando los gobiernos, sino con el acompañamiento de diversas organizaciones de cada municipio para que todos queden incluídos» en el control de la distribución de esos planes, afirmó. (DYN y Télam)

No lo sorprende la corrupción

Duhalde calificó ayer de «lógico» el duro cuestionamiento de Transparency International sobre el altísimo nivel de corrupción registrado en la Argentina, pero lo vinculó con el hecho de que al haberse declarado en «default», la Argentina «es muy mal mirada en el mundo».

Por otra parte, ratificó la decisión del gobierno de «respetar cualquier decisión» de la Corte Suprema de Justicia, aunque no quiso opinar sobre la posibilidad de que falle contra la pesificación de los depósitos acorralados en dólares, al sostener que esa es sólo una «conjetura del periodismo».

Además, negó la presunta existencia de una negociación política con la Corte Suprema para evitar que ésta sea sometida a juicio político.

Duhalde fue consultado sobre el informe de Transparency que ubicó a la Argentina entre los países más corruptos del mundo, con un puntaje de 2,8 de un máximo de 10, pero no respondió directamente y se limitó a indicar que el informe abarca «los últimos meses del gobierno de Menem, la totalidad del gobierno de De la Rúa y los dos primeros meses de esta gestión».

Sin embargo, afirmó que «yo lo veo lógico» a ese informe, porque «se sabe que a más de cuarenta mil empresarios en todo el mundo le preguntaron por Argentina, básicamente en la última etapa, según dicen los medios, en los dos últimos años», y «digo que me parece razonable, porque he visto, lo he vivido en carne propia, una especie de desprecio para la Argentina que hay en el resto del mundo». (DYN)

Suspenden el ingreso al país de tropas estadounidenses

La Argentina suspendió los ejercicios combinados con tropas de Estados Unidos a realizarse en Misiones, ante el reclamo del país del norte de firmar previamente un «convenio de inmunidad» para que sus efectivos no puedan ser reclamados por la Corte Penal Internacional, por casos de crímenes de guerra, confirmó una fuente del ministerio de Defensa.

«Estados Unidos, a partir de la conformación de la nueva Corte Penal Internacional de la cual Argentina es integrante, quiere que cada país en el que sus tropas participan de algún ejercicio firme un convenio de inmunidad a efectos de que sus hombres no puedan ser extraditados por solicitud de algún juez» al ser investigados por acciones de guerra, indicó la fuente.

La firma del referido convenio «implicaba una definición de tipo político que el país no podía aceptar esa condición, sobre todo porque Argentina forma parte de la Corte Internacional Penal». De esa manera, -según se consignó- Estados Unidos busca lograr la «inmunidad» de sus hombres a la vez que «torpedear» las acciones que pudiera realizar la Corte Internacional.

No obstante, esto no invalida la realización de otros ejercicios con otros países así como la de armamento o de material bélico.

En ese sentido, el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, informó sobre el tema a los integrantes de la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, ante la cual el gobierno había presentado un pedido de autorización de ingreso de las tropas norteamericanas.

La iniciativa había generado polémica entre los legisladores e inquietud en Brasil. Durante una visita a la Cámara de Diputados, el titular de la comisión de Defensa y Relaciones Exteriores del Parlamento de Brasil, Aldo Rebello, reconoció a la prensa que su país había recibido «con preocupación» la noticia del desembarco de marines en la zona fronteriza de Misiones.

«El Cono Sur es la única región del mundo sin presencia permanente de tropas extranjeras y creemos preciso conservar ese carácter», agregó Rebello.

La realización de ejercicios combinados había generado reacciones adversas de diputados radicales de Misiones y preocupación en la comisión de Defensa, que pidieron ampliación de información al Gobierno sobre esos ejercicios militares.

Los legisladores misioneros adelantaron que presentarán un proyecto para rechazar «el posible ingreso de marines al país» y consignaron que trasladaron su inquietud a la Comisión de Defensa de la Cámara baja, que es la que deberá considerar el proyecto enviado por el Ejecutivo. «Se está desprotegiendo una zona caliente de la frontera como Eldorado, en la provincia de Misiones, donde prácticamente se levantó un escuadrón de 136 gendarmes que fueron trasladados a la Capital y el conurbano bonaerense para la prevención del delito urbano», afirmaron. (DYN)


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