El FMI reclama medidas contra la recesión global

Pidió a los países más poderosos una baja de tasas. Incidentes con manifestantes en Ottawa.

OTTAWA (Reuters).- El Fondo Monetario Internacional presionó ayer a las naciones más poderosas del mundo a recortar más sus tasas de interés si era necesario para impulsar a la sombría economía mundial.

La cumbre reunida en Ottawa, las potencias económicas dieron un implícito respaldo al plan de reestructuración de deuda que impulsa la Argentina. (ver pág 23)

Con el FMI en el centro del escenario en el segundo día de reuniones internacionales financieras, la policía arrestó al menos a siete personas luego que unos 2.000 manifestantes, que quemaron banderas de Estados Unidos, protestaron contra el capitalismo mundial y el bombardeo en Afganistán.

Entre las barricadas erigidas para proteger a los asistentes de las reuniones de los manifestantes, los ministros de Finanzas y banqueros centrales del mundo se reunieron para diseñar las acciones que el FMI tomará en los próximos meses y contrarrestar el creciente panorama de incertidumbre de la economía global. En un borrador del comunicado obtenido por Reuters, el FMI dijo que las naciones ricas deben tomar el liderazgo para impulsar el crecimiento y la mayoría debería recortar más las tasas de interés si era necesario.

El comunicado reiteró que el FMI prevé que la economía mundial comenzará a recuperarse en el segundo semestre del próximo año.

«La reciente flexibilización de la política monetaria en Estados Unidos, en la zona euro y otras economías avanzadas es bienvenida, y el Comité considera que hay espacio para más acciones en la mayoría de los países si es necesario», dijo el borrador del Comité Internacional y Financiero del FMI.

El IMFC (sus siglas en inglés) es el comité que establece las políticas del Fondo, con representantes de todo el espectro de 183 miembros del organismo. Se reúne dos veces al año para establecer la agenda del FMI.

Protestas a raya

Una fuerte presencia policial, un modesto número de participantes y el frío clima se combinaron para mantener a los manifestantes a raya, aunque un enfrentamiento obligó a la policía a lanzar bombas de gas lacrimógeno.

En otro incidente, la policía lanzó chorros de agua a la multitud, algo incómodo para los manifestantes debido a la baja temperatura. «Cancelen la deuda y los bombardeos» y «FMI, fascistas asesinos insensibles» fueron algunos de los lemas que portaban los manifestantes, quienes creen que el FMI y el Banco Mundial imponen políticas engañosas a los países más pobres. Algunos celebraron cuando un par de banderas de Estados Unidos fueron rociadas de gasolina e incendiadas.

La asistencia fue mucho menor de lo que habían esperado los organizadores y siguió a pequeñas escaramuzas registradas el viernes cuando se registró menos de una docena de arrestos entre unos pocos cientos de manifestantes.

El viernes, un pequeño grupo atrajo la atención de los medios de comunicación al romper las vidrieras de un restaurante McDonald»s, una imagen reminiscente de las protestas callejeras de Seattle a finales de 1999.

En las reuniones que se celebran en una histórica estación de trenes que ahora funciona como un centro de conferencias , los delegados defendieron la globalización y la apertura de mercados que conlleva.

Combatir el terrorismo

Los ministros de Finanzas del Grupo de los 20, que reúne a países industrializados y en vías de desarrollo, se comprometieron ayer en Ottawa, Canadá, a luchar para revertir la ralentización económica global, al tiempo que acordaron un plan de acción para congelar las finanzas de los grupos terroristas.

«Los bárbaros ataques (terroristas del 11 de setiembre) contra Estados Unidos fueron ataques contra todos nosotros, dirigidos a agitar la confianza en la economía global y la seguridad. Nos aseguraremos de que esos intentos fracasen», expresó el G-20 en un documento final.

Con el objetivo de quebrar el financiamiento de los terroristas, cada país miembro acordó firmar varias resoluciones de las Naciones Unidas y otros acuerdos internacionales dirigidos a congelar los fondos de los terroristas, combatir el lavado de dinero y compartir información a través de nuevas unidades nacionales de inteligencia financiera.

En una cumbre de ministros de Finanzas y principales banqueros celebrada en Ottawa, donde también se reúnen el fin de semana el FMI y el Banco Mundial (ver nota central), el G-20 dijo que no debería haber puertos seguros para el financiamiento del terrorismo. El G-20 agrupa a 19 países y la Unión Europea (UE), así como también al FMI y al BM.

El BM pide más ayuda contra la pobreza

OTTAWA (ANSA) – La «desesperación y la falta de oportunidades» en los países pobres «pueden alimentar guerras civiles» que trascienden las fronteras, afirmó ayer el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, quien reclamó, diez semanas después de los atentados terroristas del 11 de setiembre, mayores esfuerzos para combatir la pobreza.

Hablando durante la reunión del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que se está celebrando este fin de semana en Ottawa, Wolfensohn dijo que «la pobreza puede no derivar inmediata y directamente en conflictos».

Sin embargo, agregó, «nosotros sabemos, por experiencia y por investigaciones, que la gran desesperación y la falta de oportunidades pueden alimentar guerras civiles que se extienden por sobre las fronteras». «Ahora, más que nunca -afirmó Wolfensohn-, nuestro objetivo común debe ser erradicar la pobreza, promover la inclusión y la justicia social, para llevar a los marginados al camino de la economía global».

La situación en los países pobres tras los atentados terroristas de setiembre contra el Pentágono y las torres gemelas de Nueva York es uno de los puntos principales de la reunión del FMI y el Banco Mundial en la capital canadiense.

En una declaración conjunta emitida hoy, ambos organismos internacionales reafirmaron su intención de sostener la lucha contra la pobreza, e incluso trascendió que la declaración final del Fondo y el Banco Mundial incluirá un llamado a los países ricos a recortar las tasas de interés (ver nota central)

En la declaración conjunta de ayer , las dos instituciones financieras afirmaron que «salvaguardar el progreso a la luz del reciente deterioro en la situación económica global requerirá un compromiso renovado y reforzado tanto de parte de los países de bajos ingresos como de la comunidad internacional en conjunto».

Los estudios preliminares citados por estos organismos señalaron, entre las consecuencias negativas de los atentados del 11 de setiembre, «un adverso, pero manejable, impacto en las necesidades financieras externas de los países de bajos ingresos». Según Wolfensohn, los ataques terroristas «impusieron nuevos obstáculos y presiones sobre numerosos países», en particular a causa del renovado movimiento de refugiados y del duro golpe recibido por la industria del turismo. Además, dijo el funcionario, los hechos de setiembre provocaron un aumento de la aversión al riesgo que llevó a «una sustancial de los flujos financieros hacia las economías de los mercados emergentes».


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