El fuego destruyó un supermercado en Bariloche

SAN CARLOS DE BARILOCHE .- Más de 50 bomberos debieron trabajar varias horas para sofocar el fuego que destruyó en su mayor parte el salón de ventas y las oficinas de un importante supermercado. El incendio se habría iniciado por causas accidentales en las oficinas de la empresa pero se propagó por los revestimientos plásticos del techo que cayeron sobre las góndolas y productos de fácil combustibilidad.

Minutos antes de la 1.30 de ayer los vecinos del supermercado «La Victoria», situado en Brown y Beschtedt, comenzaron a advertir las primeras lenguas de fuego a través de los cristales superiores del local. La alarma contra incendios funcionó, pero según informaron el local no tenía sereno y el avistamiento del fuego se produjo demasiado tarde.

El Cuartel Central de Bomberos está ubicado a pocas cuadras del lugar y los voluntarios llegaron con la primera unidad en pocos minutos cuando el incendio ya estaba generalizado y había tomado una importante magnitud.

Poco después llegaron unidades de Dina Huapi, Campanario y Ruca Cura, hasta completar más de 50 bomberos y 13 autobombas con una capacidad de 4 o 5 mil litros de agua cada una.

Cuando las llamas comenzaron a abrirse camino por el techo del local, de unos 1.500 metros cuadrados, los voluntarios debieron forzar las aberturas para ingresar con las líneas de mangueras.

El fuego pasó de las oficinas al revestimiento del techo y por allí se propagó a todo el salón de ventas. Los trozos incendiados que caían sobre la mercadería alimentaban el fuego desde las góndolas, sobre todo en el sector de plásticos, tienda y bazar, y por momentos la temperatura llegó a ser insoportable para los bomberos. Algunos utilizaron equipos de respiración autónoma para enfrentar el riesgo, pero el peligro mayor se centraba en la posibilidad que cediera la enorme estructura metálica que soportaba el techo y los aplastara.

Las tácticas de enfriamiento utilizadas por los voluntarios les permitieron controlar el incendio a las 3.30 y aislar el sector del depósito, con una superficie similar al local de ventas.

Dos horas después el fuego estaba totalmente apagado y la multitud que había observado el incendio desde las esquinas cercanas comenzó a regresar a sus casas.

Los propietarios del supermercado son inmigrantes chinos que se establecieron en Bariloche hace unos 7 años. Ubicaron su local en uno de los sectores más populosos de Bariloche, a unas 15 cuadras del centro y cercano a los barrios altos y de planes de viviendas del IPPV.

El emprendimiento acercó mejores precios a la población más humilde y se fue consolidando frente a la competencia de cadenas regionales y nacionales que prefirieron ubicar sus puntos de venta en barrios de mayor poder adquisitivo.

Las causas del incendio todavía no fueron esclarecidas por los peritos pero en principio se inclinaron a creer que se originó en un cortocircuito iniciado en las oficinas.

Las pérdidas fueron calculadas en más del 50 por ciento. Sin embargo, algunos de los que participaron en el combate del fuego opinan que podrían ser mayores. «Porque la mercadería que no se quemó, incluso la que estaba en el depósito, resultó dañada por el agua, el humo y la alta temperatura», explicó un bombero.

Según informaron fuentes policiales, la empresa denunció que no estaba cubierta por ningún seguro y deberá soportar el costo de la reconstrucción del edificio incendiado.