El fútbol callejero sirve para incluir en Bariloche

Las reglas son pactadas por los mismos jugadores.

Al final de cada partido hay un “tercer tiempo” que sirve para evaluar lo hecho.

SAN CARLOS DE BARILO- CHE (AB).- Con visible entusiasmo por los resultados, los impulsores del proyecto de fútbol callejero en escuelas primarias de Bariloche decidieron dar a difusión la experiencia y destacaron la importancia de emplear el deporte como herramienta de inclusión. La Asociación CreArte, que trabaja desde hace 15 años con chicos discapacitados, se propuso llevar el fútbol callejero a las escuelas comunes, bajo una modalidad similar a la desarrollada ya en Alemania y en otras realidades tan disímiles como las de Ruanda, Paraguay, Chile y la Amazonia brasileña. A partir del juego, los pequeños alumnos incorporan el valor de escuchar al otro y descubrir que tiene “una complejidad” y unas necesidades equivalentes a las propias. Planteado como un taller a contraturno –gratuito y voluntario–, en seis meses de trabajo el proyecto consiguió entusiasmar a unos 200 chicos de las escuelas 321, 329 y Siglo XXI. En las últimas semanas, a los encuentros también se sumaron los alumnos de CreArte. El proyecto se denomina “Fútbol, inclusión y aprendizaje”, y uno de los disparadores del interés, a comienzos de año, fue el mundial de Sudáfrica. Luis Suero, director de Cre-Arte, explicó que la inclusión en la escuela “no tiene que ver sólo con las políticas públicas, sino con un cambio ético y filosófico”. Dijo que a partir de esa mirada, la idea es que la discapacidad deje de ser “un tema”, la condición de “una minoría”, para que la inclusión pase a ser “algo real, una construcción y no una simple terminología”. Aseguró que “justamente eso es lo que está pasando” con el fútbol callejero en las escuelas. Subrayó también que “es cada vez más importante la participación de los padres”, quienes se interesan en la actividad y en el concepto. En la 321 decidieron implementar el proyecto a pedido de sus directivos, porque había “algunos conflictos entre los chicos” y el fútbol podía servir para instalar valores positivos. La 329, de El Pilar II, fue incorporada porque se trata de una escuela semi rural, en un barrio aislado y se prestaba especialmente. El colegio Siglo XXI es un privado que también se mostró interesado en el proyecto y la receptividad fue inmediata. El fútbol callejero es una modalidad difundida en todo el mundo, que se juega sin árbitro y con equipos mixtos. La reglas son pactadas previamente por los mismos jugadores y los goles tienen tanto valor como el puntaje obtenido por solidaridad, respeto, juego limpio y otros valores que evalúan los mismos equipos en una especie de “tercer tiempo”, al final de cada partido. Suero dijo que la propuesta local es financiada por el programa Fútbol For Home (de la FIFA) y por Street Fútbol World. Subrayó la importancia de estar integrados en una red internacional, lo cual permite un intercambio constante. La originalidad de la versión barilochense fue la de poner el foco sobre la inclusión.

Alfredo Leiva


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