El G8 elude un compromiso con los países en desarrollo
Recibieron a los líderes africanos, quienes les mostraron preocupación por la crisis alimentaria, pero eludieron ponerles fecha a sus promesas de aumentar su ayuda.
Los líderes africanos invitados a Tokio presionaron ayer a sus colegas de los ocho países más ricos para que cumplan con sus promesas de ayuda al continente, donde la disparada de los precios del petróleo y los alimentos causa estragos. Sin embargo, no lograron arrancarles la confirmación de que les duplicarán las ayudas a partir del 2010 o que les darán en un plazo concreto decenas de miles de millones para combatir el sida, la malaria y la tuberculosis.
Ambos eran promesas que el G8 ya había asumido en cumbres anteriores y que ahora están en el limbo. Los jefes de Estado y de Gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia invitaron a siete de sus colegas africanos a acompañarles en su primer día de reuniones en este remoto enclave montañoso del norte del archipiélago nipón.
Bajo un gran diluvio, policías con escudos bloquearon el paso a unos 50 manifestantes que pretendían llegar al sitio de la cumbre. Los manifestantes antiglobalización fueron relegados a una orilla del lago Toya, situado en el cráter de un volcán, desde donde gritaron eslóganes con pocas esperanzas de ser oídos por los líderes, en la orilla opuesta.
Las discusiones entre los «negociadores» de los dirigentes del G8 continuaban anoche para intentar llegar a un acuerdo sobre varios puntos, entre ellos la ayuda a África, las cuestiones del cambio climático y las medidas para afrontar la crisis económica y alimentaria, informó una fuente cercana al ámbito de los acuerdos. «Los países africanos han expresado su temor de que muchas de las Metas del Milenio serán más difíciles de cumplir si los precios de las materias primas siguen subiendo», dijo la canciller alemana, Angela Merkel.
Los precios de los alimentos se han duplicado en tres años, desatando protestas en gran parte del mundo en desarrollo, también sacudido por la disparada de los precios del petróleo al récord de 146 dólares el barril.
«El mundo enfrenta tres crisis simultáneas: una crisis alimentaria, una crisis climática y una crisis de desarrollo», que están «profundamente relacionadas», dijo Ban en una conferencia de prensa al margen del G8.
El cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, que buscan reducir a la mitad la pobreza extrema, universalizar la educación primaria y mejorar la salud para 2015, sigue siendo factible, estimó. «Pero para ello, los países deben cumplir con sus anteriores promesas de ayuda al desarrollo», dijo. El G8 se comprometió en su cumbre de Gleneagles (Escocia, 2005) a duplicar su ayuda a África de 25.000 a 50.000 millones de dólares para 2010, pero sólo 3.000 millones de dólares han sido desembolsados hasta ahora, indicó a la prensa Oliver Buston, de la ong One, creada por el cantante irlandés Bono.
Un borrador del comunicado final de la cumbre mantenía la promesa pero eliminaba la fecha de 2010. En el 2007, el G8 prometió asimismo 60.000 millones de ayuda a África para luchar contra el sida, la malaria y la tuberculosis, sin fecha.
Ayer, la Comisión Europea aplazó en una o dos semanas la presentación de propuestas para destinar a países pobres 1.000 millones de euros de subvenciones agrícolas no utilizadas.
En tanto, el jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, se manifestó en contra de ampliar la participación en el Grupo de los ocho (G8) a los países emergentes. «Está la hipótesis de extender el G8 a esos países, la examinaremos. Pero pienso que mantener esta fórmula del G8 tiene la ventaja de no tener un número de presencias excesivas permitiendo así hablar de modo franco y directo», dijo.
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