El gobierno admite que hay problemas edilicios en 30 escuelas

La titular del CPE trasladó la responsabilidad a otra área.

NEUQUEN (AN).- El gobierno provincial admitió ayer que hay escuelas con problemas que no pudieron iniciar las clases, aunque restó importancia al porcentaje comparado con el total que comenzó el ciclo lectivo normalmente. La flamante subsecretaria de Educación, Olga Chaquirez, intentó eludir el conflicto con una insólita explicación burocrática: dijo que poner las escuelas en condiciones no depende de su cartera.

En tanto en Caviahue, el gobernador Jorge Sobisch se vio cara a cara con docentes y padres de alumnos que le reclamaron por obras inconclusas.

Mientras, en localidades del interior se multiplican los reclamos y varios establecimientos no pudieron iniciar sus actividades con normalidad. En algunos casos los padres se opusieron a que sus hijos convivan con obras a medio terminar, porque no quieren otro caso Silvia Roggetti.

Según Chaquirez, menos del uno por ciento de todos los establecimientos educativos de la provincia de Neuquén no comenzó las clases con normalidad. La funcionaria, que lleva pocas horas en el cargo, aclaró que los problemas edilicios y de seguridad «tienen que ser resueltos por la subsecretaría de Infraestructura y Seguridad».

Ayer unas siete escuelas primarias de la capital neuquina pudieron iniciar el ciclo lectivo,

en tanto que otra docena continuaba con sus puertas cerradas por problemas edilicios sin resolver. El gremio de los docentes neuquinos ATEN, ratificó que en toda la provincia hay más de 50 establecimientos que continúan sin clases.

Las escuelas 202, 115, 175, 296, 56, 298 y 2 de la capital neuquina pudieron finalmente ayer recibir a sus alumnos, una vez normalizado el servicio de agua potable que fuera suspendido para la reparación, limpieza y desinfección de los tanques y cisternas. Sin embargo, unos 13 colegios en los que no se finalizaron las obras de refacción y ampliación no corrieron la misma suerte.

La escuela 295 del barrio Gran Neuquén Sur continuaba ayer ocupada por los padres hasta tanto reciban una respuesta por parte de las autoridades educativas provinciales. El edificio presenta falencia de todo tipo: desde tanques de agua rotos, cloacas rebalsadas y puertas trabadas hasta techos y paredes fisuradas. Los padres comentaron que a primera hora estuvieron allí funcionarios del CPE quienes prometieron poner todo en orden antes del viernes, para poder comenzar la clases el lunes. Por un error, ayer este diario informó que la escuela tomada era la 195 (que fue refaccionada a nueva) y no la 295, de Gran Neuquén.

Chaquirez, subsecretaría de Educación y titular del Consejo Provincial de Educación, aclaró ayer en la emisora LU5 que «de los 721 edificios educativos que existen en toda la provincia, tenemos aproximadamente, hablando con exageración, entre 25 y 30 escuelas que no comenzaron las clases, un porcentaje que no llega al uno por ciento. Es decir que hubo previsión, se estuvo trabajando en el verano para que se iniciara el ciclo normalmente».

La funcionaria desligó a su subsecretaría de las responsabilidades por aquellos colegios que no pudieron hasta ahora, comenzar las clases y pateó la pelota hacia el terreno de la subsecretaría de infraestructura y hacia los directores de los establecimientos.

«Según la nueva ley ministerial, el ministerio de Educación tiene hoy dos subsecretarías: la de Educación y la de Infraestructura y Seguridad Escolar. Todo lo que tenga que ver con edificios, desde problemas edilicios hasta el tema de la seguridad tiene que ser resuelto por la subsecretaría de Infraestructura, a cargo del arquitecto Javier Marchinsky», disparó Chaquirez contra su colega en la cartera.

La subsecretaria opinó además que «desde los lugares que he ocupado anteriormente, la suspensión de clases es responsabilidad de la directora del colegio. Yo no quiero decir que esto esté pasando porque los directores no son responsables, pero creo que en algunas situaciones muy puntuales hay que ver qué pasó con los trámites que se hicieron ante el CPE para que esa escuela esté en condiciones al inicio del ciclo lectivo».

El gremio ATEN manifestó en un comunicado que «el gobierno sigue abandonando la educación», poniendo como prueba de su afirmación que «mientras el gobernador inaugura un casino en Caviahue, en esa localidad está la escuela 164 que no pudo iniciar las clases porque no tiene pisos, gas ni agua, falta una ventana y no hay insumos para funcionar».

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