El gobierno contraatacó con dos medidas contra los gremios
Militarizó a los controladores y quiere sacar personería a un sindicato
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BUENOS AIRES (ABA) . – El gobierno hizo ayer una presentación para que se le quite la personería jurídica al gremio APTA encabezado por Ricardo Cirielli, (quien fuera subsecretario de Transporte Aerocomercial de Néstor Kirchner) que ahora está enfrentado con la conducción de Aerolíneas Argentinas. Paralelamente entró en vigencia el decreto que pone bajo el control de la Fuerza Aérea a los controladores de aviones, unos de los focos de las medidas de fuerza de los últimos días. Ambas decisiones quedaron encuadradas como una reacción a las medidas de fuerza tomadas por el sindicato . Las protestas del gremio en cuestión se tradujeron en la suspensión de vuelos internacionales, lo cual causó graves trastornos a los pasajeros e importantes pérdidas económicas a la firma estatal. Por su parte, Cirielli acusó a la empresa de “manejos poco transparentes” y “falta de balances”. En 2007, el kirchnerismo le había quitado a la Fuerza Aérea todo el manejo del control aéreo para pasarlo a la órbita del ministerio de Planificación a cargo de Julio De Vido, pero ahora parte de las atribuciones de ese organismo civil (ANAC) pasarán a la cartera de Defensa que dirige Nilda Garré. Según el gobierno este nuevo viraje de competencias no viola las reglas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), ya que “resulta conveniente que dicha Administración ANAC continúe regulando y fiscalizando el servicio aéreo, pero sin quedar a cargo de la prestación del mismo”. Aunque no llegó a enfrentarse del mismo modo que con los técnicos, el gobierno también se despachó en duros términos contra el jefe del gremio de pilotos (APLA), Jorge Pérez Tamayo quien llegó a manejar el avión presidencial y fue un aliado del gobierno a la hora de estatizar aerolíneas. El anuncio del ministro de Trabajo Carlos Tomada de accionar ante la justicia la cancelación de la personería gremial del gremio de técnicos (por no haber acatado la conciliación obligatoria) fue tomado por observadores del sector como un mecanismo de presión. Paradójicamente, la diputada Patricia Bullrich apoyó el pedido de intervención. “Este mismo gremio de mecánicos empezó con los paros salvajes contra Marsans (cuando era ministra), luego fogonearon la estatización con el propósito de demoler la competencia y quedarse con el monopolio aéreo, pero como la tierra es redonda ahora el gobierno va contra los mismos dirigentes que fogoneó”, concluyó Bullrich.
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