El gobierno deberá recuperar el gasto de las familias
Ante un panorama internacional gris y una inversión que no responde a los estímulos fiscales, se acentúa la importancia del consumo y el gasto público.
La expansión económica de la última década les permitió a las familias recuperar el poder adquisitivo de sus ingresos, que lógicamente se volcaron hacia el consumo de bienes y servicios tanto de producción local como extranjera.
El gobierno nacional se apoyó fuertemente en este pilar del modelo económico que se comenzó a instaurar en el 2003 sobre todo en los últimos años, cuando se profundizó la crisis global. La dependencia del gasto de las familias se acentuó a medida que la inversión, otra componente de la demanda agregada, registraba en el segundo y tercer trimestre caídas interanuales, siempre sobre la base de datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Por ello es necesario detenerse un momento y observar cuál ha sido la evolución de algunos de los principales indicadores de consumo en los últimos meses del 2012. Hay que tener en cuenta que en la segunda parte del año, con las paritarias ya cerradas, las personas comenzaron a sentir con mayor intensidad el impacto de una tasa de inflación que no dio respiro, con el consecuente efecto negativo sobre las expectativas y la confianza del consumidor.
En línea con el amesetamiento observado en el nivel de actividad, el consumo tampoco evidenció un cambio de tendencia o un rebote que haga suponer que volverá a transitar el sendero del crecimiento sostenido en el corto plazo. Si bien en términos generales lo que se vio fue una desaceleración, cuando se analizan puntualmente los sectores se advierte que algunos conservaron un cierto dinamismo, aunque lejos de lo que fue el 2011.
Consumo masivo
De acuerdo con cifras oficiales difundidas por el Indec, las cantidades vendidas en supermercados en el tercer trimestre del 2012 aumentaron un 13,8% respecto del mismo trimestre del 2011. Asimismo, fue el trimestre de peor desempeño del bienio 2011-2012.
La información correspondiente a noviembre del 2012 muestra una nueva desaceleración de las ventas, con un aumento interanual del 11,9%. (Ver infografía) De esta manera, las operaciones en supermercados acumularon un alza del 14,6% en los primeros once meses del 2012.
Obviamente, se espera que los datos correspondientes a diciembre sean positivos pero difícilmente superen los del mismo mes de años anteriores.
Para evitar entrar en discusiones acerca del índice de precios que emplea el Indec para deflactar las series analizadas se presentaron los datos publicados por el mencionado organismo.
Sin embargo, si se utilizara otro índice de precios no oficial como el del Congreso o el que elabora la Dirección Provincial de Estadística y Censos de Neuquén se concluiría que los resultados del Indec están sobreestimados en términos reales.
Más allá de esta diferencia lo cierto es que ambos cálculos señalan un marcado desaceleramiento en la segunda mitad del 2012.
Comercio minorista
Para los más chicos el desempeño positivo de diciembre no fue suficiente para evitar que el 2012 cerrara en terreno negativo.
En este sentido, de los relevamientos que efectúa mensualmente la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) surge que el volumen de ventas creció un 4,3% en diciembre, rompiendo así la tendencia negativa que se arrastraba desde marzo pasado (ver infografía). A pesar de este repunte, el 2012 finalizó con un retroceso promedio del 2,4% respecto del año anterior. Los rubros más afectados fueron los vinculados con la actividad de la construcción, negocios inmobiliarios y mueblerías.
Sector automotriz
Las cifras de patentamientos y venta de 0 km muestran un comportamiento negativo en términos interanuales, aunque hay que hacer la salvedad de que la comparación se está realizando con un año en el que se alcanzó el valor más alto de la historia: 858.024 patentamientos.
Según los datos difundidos por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), en diciembre la cantidad de vehículos patentados retrocedió un 4,45% respecto del mismo mes del 2011. De esta manera, la caída acumulada durante el año pasado fue del 2,10%, al totalizar 840.275 unidades.
En tanto, las ventas al mercado interno de los vehículos producidos en el país registraron hasta noviembre inclusive una caída interanual del 3,95%.
Además, en el período de septiembre a noviembre del 2012 se vendieron 90.066 unidades, un 6% menos que en el mismo lapso de tiempo del 2011. Claramente la producción nacional se vio afectada por esta dinámica. Si bien repuntó en la recta final del año, acumula una baja del 9,4% en los primeros once meses del 2012, según datos de Adefa.
Apalancamiento
En lo que hace al crédito, el 2012 fue un año récord, con los préstamos expandiéndose –sobre todo en la segunda parte del año– a tasas del orden del 50%. Pero las líneas de financiamiento que más crecieron fueron las comerciales (documentos y adelantos). En el caso de los préstamos personales y las tarjetas de crédito, terminaron el año con una variación interanual del 30% en el caso de los primeros y del 43% en el de las segundas, cuando a principios de año se movían a un ritmo superior al 45%. Esto evidencia que las familias pusieron un freno o por lo menos se comportan con mayor cautela en cuanto a sus deudas futuras.
En este punto un factor clave será la trayectoria que sigan las tasas de interés y el éxito del Banco Central para regularlas. Un nivel bajo dificulta a los bancos la tarea de captar depósitos, lo cual afecta su liquidez y capacidad de otorgar préstamos pero juega a favor del consumo, aunque en las circunstancias actuales de la economía argentina esto también implica mayores presiones sobre los precios de los activos.
Otro dato que se puede emplear como termómetro de la actividad interna es el IVA neto de devoluciones, el cual creció el 23,5% durante el 2012. Esta expansión se encuentra alrededor de dos puntos porcentuales por debajo de la tasa de inflación que miden otros organismos distintos del Indec.
Por último, no se puede dejar de mencionar la importancia de las expectativas en el proceso decisorio de los consumidores. Si al gobierno le interesa que la demanda interna continúe siendo un driver de crecimiento, este año deberá procurar que las mismas mejoren.
En este sentido, las mediciones realizadas por distintas universidades marcan una caída de la confianza que está en sintonía con el aumento de los precios internos, un mercado de trabajo menos dinámico y cierta incertidumbre de lo que pueda ocurrir tanto dentro como fuera del país. Las próximas negociaciones salariales –y la rapidez con que las mismas se resuelvan– serán determinantes para definir una tendencia positiva en el gasto de las familias.
(Redacción Central)
Tras un flojo segundo semestre para el consumo
La expansión económica de la última década les permitió a las familias recuperar el poder adquisitivo de sus ingresos, que lógicamente se volcaron hacia el consumo de bienes y servicios tanto de producción local como extranjera.
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