El gobierno entregó las viviendas para calmar los ánimos

Ayer fue una jornada de pesar y de alegría. Tras el entierro de Rubén Arias, el hombre inmolado el lunes, hubo una negociación entre el ministro Lara y los vecinos que culminó con la decisión de otorgarles las casas que habían usurpado.

NEUQUEN (AN).- El gobierno cedió al reclamo de los vecinos del barrio Confluencia. Las 50 viviendas del IPVU que el lunes habían sido usurpadas y luego desalojadas por la Policía serán entregadas a las familias que desde ese día mantenían sitiada a esa zona aledaña al río Limay. La noche en el barrio “Los Pumas” fue todo festejo, en total contraste con el mediodía cuando en el cementerio del barrio El Progreso fue sepultado Rubén Arias, un canillita que se inmoló cuando la Policía intentó sacarlo de la casa que había usurpado.

La decisión del gobierno neuquino se conoció poco después de las 21, cuando a la esquina de Paimún y Chocón llegaron los cuatro delegados del Confluencia y dos párrocos que oficiaron de mediadores. Antes, durante dos horas, en la cocina de la parroquia Virgen del Carmen, el ministro de Desarrollo Social, Jorge Lara, aceptó todos los pedidos que presentaron los manifestantes. Y hasta ofreció ceder terrenos y aportar materiales a todos aquellos que queden fuera de las 50 viviendas que construye la empresa Copeco.

El acuerdo, por el que muy pocos apostaban, descomprimió un conflicto que, como estaban planteadas las cosas, podría haber derivado en una catástrofe. Es que luego de la muerte de Arias -el miércoles a la tarde- creció el ánimo belicoso de las personas que el domingo lo acompañaron a la usurpación y de los demás vecinos de Confluencia. Ayer, todo parecía indicar que se repetirían los ataques con bombas incendiarias y piedras a la comisaría 19 y los manifestantes tenían previsto tomar las viviendas de la discordia.

La tormenta se trasladó ahora al ámbito político donde el bloque del MPN cargó contra el diputado aliancista Ricardo Villar, a quien acusa de haber instigado la usurpación de las casas. También, se analiza tomar medidas dentro de la Policía, sobre todo contra los efectivos que estuvieron a cargo del desalojo el lunes.

El anuncio puso eufóricos a los vecinos que anoche esperaban el desenlace de la negociación. En el acuerdo, resultó fundamental la participación de los curas Mauro Cavallieri y Francisco “Paco” Flinn quienes gestionaron la reunión. Los vecinos estuvieron representados por Silvia Oñate, Pablo Morales, Jorge Jara y Héctor Penroz.

“Este es grano de trigo que cae en la tierra para desaparecer y para transformarse en fruto”, fue la metáfora que usó Flinn para sintetizar la particular situación que vivió Confluencia desde el lunes y hasta ayer.

Hoy a la mañana, los vecinos esperan la llegada de las asistentes sociales que en conjunto con los integrantes de la comisión relevarán la situación de cada de una de las familias. Quedó claro que todos los beneficiarios de las viviendas deberán pagar su casa “de acuerdo a las posibilidades de cada uno”. El costo unitario de las casas alcanza los 31.000 pesos, explicó una fuente de gobierno que aseguró que ese plan no había sido adjudicado todavía.

“Se hará un relevamiento y se flexibilizarán los requerimientos de ingreso, para quienes no alcancen los requisitos vamos a buscar alternativas. Todos van a pagar las cuotas”, explicó anoche Lara a “Río Negro”. El ministro elogió el papel de la iglesia.

Los vecinos definieron que la casa número uno sea para la familia de Arias, Ingrid Manríquez y sus cinco hijos. Apenas terminaron de hacer el anuncio, los vecinos gritaron en memoria del canillita fallecido y luego hicieron un minuto de silencio. Unos 500 vecinos acompañaron los restos del hombre que murió el miércoles a consecuencia de las graves quemaduras que sufrió en su cuerpo.

Sin incidentes ni hechos de violencia, un grupo aislado rompió la comunión que vivió ayer entre los manifestantes y los medios de prensa. Fue por obra de desconocidos que rompieron los vidrios del automóvil del reportero gráfico Jorge Ariza -colaborador del diario Clarín- para sustraerle el bolso en el que guarda su equipo profesional. Finalmente, con gestiones en las sombras, se pudo rescatar el equipo.

El PJ se sumó al pedido de interpelación de la Alianza

NEUQUEN (AN).- El bloque de diputados del Partido Justicialista se sumó a la iniciativa de la bancada de la Alianza de solicitar al presidente de la Legislatura, Jorge Sapag, que convoque a una sesión especial para interpelar al ministro de Gobierno y Justicia, Jorge Gorosito, por los hechos de violencia que vividos esta semana en Confluencia.

La nota cursada por el bloque de la Alianza fue presentada ayer y en ella, sin salirse del tono protocolar, los legisladores piden “una Sesión Especial de la Cámara para la próxima semana”.

Fundan el requerimiento en la necesidad de que Gorosito brinde “los informes y aclaraciones pertinentes, acerca de los lamentables sucesos que se desarrollaron en el Barrio Confluencia a partir del lunes pasado, cuya consecuencia más grave fue la muerte del ciudadano Rubén Arias”.

El bloque del PJ, bajo la presidencia de Gabriel Romero, se reunió ayer a la mañana para analizar la iniciativa de la Alianza y resolvió acompañarla.

El lunes a la mañana en tanto se reunirá la Multisectorial de Neuquén que integran sindicatos, partidos políticos y organizaciones sociales que también se expresaría a favor de que el ministro político sea interpelado por los diputados.

Este nucleamiento también analiza la posibilidad de impulsar la conformación de un Jurado de Enjuiciamiento para el titular del juzgado de Instrucción 3, Roberto Abelleira, quien dio la orden de desalojo de las 17 viviendas ocupadas en el barrio Confluencia, medida que desembocó en la muerte de Rubén Arias y ésta en duros enfrentamientos entre vecinos y policías.

Carbajo pide el desafuero de Villar

El diputado oficialista Eduardo Carbajo acusó a su par de la Alianza Ricardo Villar por los graves acontecimientos ocurridos esta semana en el barrio Confluencia y pidió su desafuero para sea procesado por la Justicia.

Antes que Carbajo había sido el titular del IPVU, Rubén Di Nenno, quien había acusado a Villar de agitar a los vecinos del barrio. El legislador radical explicó que había estado en el lugar para ponerse a disposición de los vecinos e invitó a Di Nenno a llevar su denuncia a la Justicia.

Dolor e indignación de familiares y vecinos durante el sepelio del canillita

NEUQUEN (AN).- ¡No te vayas papá, te necesito!, exclamó Alejandro Arias antes de despedir los restos de su padre. A su lado, Ingrid Manríquez -su madre- miraba al cielo desconcertada mientras rodeaba en un maternal abrazo a su pequeña hija que lloraba desconsolada.

Ayer el barrio Confluencia se paralizó para despedir a Rubén Arias, el canillita que murió el miércoles pasado luego de sufrir quemaduras en el 60% de su cuerpo.

Cientos de vecinos acompañaron el cortejo que trasladó los restos de Arias desde la capilla María Belén, ubicada en el barrio Confluencia y donde se realizó el velatorio, hasta el cementerio del barrio El Progreso.

Escenas de profundo dolor y dramatismo se vivieron durante el sepelio, que convocó a centenares de personas, entre familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, organizaciones sindicales, militantes por los derechos humanos, representantes de la Alianza y partidos de Izquierda que despidieron con aplausos los restos de Arias. Y al mismo tiempo exigieron justicia.

Antes de iniciar el recorrido hacia el cementerio, el padre Mauro, quien hace 25 años que está en Confluencia, ofició una emotiva ceremonia en un intento por consolar a familiares y amigos de Arias. El oficio religioso duró unos pocos minutos y se desarrolló en el más absoluto respeto en el interior de la humilde capilla.

En el exterior, centenares de personas -entre vecinos y amigos que se acercaron desde distintos puntos de la ciudad de Neuquén- aguardaban desde la mañana apostados en la plaza del barrio para acompañar el funeral.

El cortejo inició su recorrido pasadas las 13. Aunque, en principio, estaba programado para las 11. La caravana de vehículos alcanzaba las tres cuadras entre autos particulares y dos colectivos de la empresa Indalo que transportaron a los vecinos hasta la necrópolis.

A su paso por las calles del barrio, la caravana recibió el saludo de los vecinos que salieron de sus casas para despedir a Arias, mientras se desplegaban pancartas solicitando Justicia.

Los vehículos avanzaron entre las cenizas de las cubiertas que sirvieron de barricadas y las pintadas que inundaron las paredes de las viviendas del sector.

“Las casas son nuestras”, señalan las pintadas que se multiplicaron a partir del conflicto que se inició el lunes pasado cuando se produjo el violento desalojo de las 17 familias que habían usurpado un plan de viviendas que el IPVU construye en la zona.

El momento de mayor simbolismo se vivió cuando el cortejo pasó frente al Instituto Provincial de la Vivienda (IPVU) y la Gobernación, que concentraron todo el repudio y la indignación de los dolientes.

Una vez en el cementerio, el cuadro se tornó desolador. El llanto de los hijos y la esposa de Arias estremeció a los presentes. No hubo oficio religioso ni palabras de despedida.

¡Papá no te vayas, te necesito! alcanzó a gritar el hijo mayor de Arias, mientras buscaba consuelo en los brazos de sus familiares.

A pocos metros, su madre se unía en un interminable llanto junto a una de sus hijas, en la despedida del hombre que la acompañó durante catorce años.


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