El gobierno manifestó «sorpresa» ante las nuevas exigencias del FMI

El gobierno admitió que hay nuevas exigencias de parte del FMI y del gobierno de Bush. Pretenden el veto total de la Ley de Subversión y el adelantamiento de elecciones a diciembre.

El presidente Eduardo Duhalde se mostró ayer «sorprendido» por las nuevas exigencias que el FMI habría impuesto a su administración para materializar la ayuda financiera al país.

Las «sugerencias» del organismo de crédito están orientadas al veto total de la Ley de Subversión Económica, pero no se agotarían allí los condicionamientos para que se concrete la llegada de «fondos frescos» para la economía.

La administración Bush estaría dispuesta a ayudar al gobierno de Eduardo Duhalde, siempre y cuando éste convoque a elecciones anticipadas generales para diciembre de este año.

Así lo dejaron trascender fuentes diplomáticas bien informadas a este diario.

El «ofrecimiento», de acuerdo con estos trascendidos, se lo habría hecho el embajador James Walsh al jefe de gabinete, Albreto Atanasoff ( quienes estuvieron reunidos el jueves junto al Ministro del Interior) y – en principio- el presidente Duhalde habría dado el visto bueno, convencido que con ello se saca «una papa caliente» de las manos.

Otros datos pueden servir para alimentar esta hipótesis. El jueves pasado se habría decidido en la casa Rosada, la nominación de «Chiche» Duhalde, como candidata a la gobernación de la provincia de Buenos Aires en este escenario de proximidad de los comicios.

Por otra parte, el ex presidente Carlos Menem, inicia mañana una visita a EE.UU, para asistir a un congreso de partidos de centroderecha. Pero este no será su principal objetivo. Allí dará a conocer ante funcionarios y banqueros su proyecto de gobierno con miras a las elecciones, estrechará un abrazo al presidente Bush e intentará gestionar un préstamo por 50 mil millones de dólares en momentos que los organismos de crédito volvieron a imponer más condiciones para efectivizar la ayuda en metálico.

En los últimos días el FMI y la Banca extranjera endurecieron su posición, disconformes por un lado con la forma en que se piensa liberar el corralito y, por el otro, con el agravamiento de penas incluido en la derogada Ley de Subversión Económica.

La inflexibilidad del «staff» técnico del Fondo fue conversada en la semana en Barbados por el Canciller Ruckauf con el secretario de Estado Colin Powell. Ruckauf le ratificó el alineamiento total con EE.UU y Powell se comprometió a interceder ante Bush y ante el Secretario del Tesoro, Paul O´Neill.

Pero frente a esta inflexibilidad se encuentra una posición más blanda a la encarnada Anne Krueguer, que no quiere tensar más la situación con Argentina por temores a profundizar la crisis en la zona.

Pero lo cierto es que el Gobierno admitió finalmente que el FMI redobló sus exigencias a la Argentina para comenzar a negociar un acuerdo financiero, a pesar de que se habían cumplido los requisitos anteriormente pedidos por el organismo.

En tanto, Economía salió a descargar su desilusión por la falta de avances en la negociación con el Fondo con acusaciones a la prensa, a la que responsabilizó de meterse «por una ansiedad mediática acelerar las cosas» (ver aparte)

Sin embargo, fue el propio presidente quien reconoció ayer haberse sorprendido por las nuevas exigencias del FMI porque consideraba que «cumplido los prerrequisitos, se abrían las negociaciones» para una ayuda financiera.

Asimismo, Duhalde aseguró que «no hay ninguna posibilidad» de realizar un veto total a la ley de Subversión «como se nos sugiere». El Fondo pretende que se vete la inclusión en el Código Penal de las figuras delictivas que castigaba la ley derogada y que permitirían continuar la investigación de maniobras fraudelantas y operaciones financieras irregulares realizadas por banqueros. De esta manera, se corroboraron las versiones que en los últimos días indicaban que el Fondo haría nuevos pedidos a la Argentina antes de comenzar a negociar un acuerdo. (ABA,AR)

«Los medios infunden temor»

El secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, sostuvo ayer que «hay que calmar los ánimos y tener precisión en los comentarios que se lanzan», respecto a la negociación que el gobierno mantiene con el FMI, y afirmó que «el temor» sobre el futuro de la economía «se da más en los medios de comunicación que en la realidad».

«La desinformación pasa por crear mitos y cosas que no se dan en la realidad», indicó Nielsen, quien señaló que «por una ansiedad mediática se pretende acelerar las cosas». Así, puntualizó que «como en toda negociación internacional, (con el Fondo) hay diferentes momentos, idas y vueltas, y períodos en que la cuestión se congela» por eso «hay que bajar los decibeles».


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