El gobierno y la oposición ratificaron sus posturas sobre la reforma

Miles de campesinos iniciarán mañana la campaña para aprobar el proyecto. En cambio, en los departamentos Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando buscan aprobar, también en consultas populares, los estatutos autonómicos presentados en concentraciones multitudinarias de rechazo a la iniciativa oficial.

Tras la contundente demostración de fuerzas que protagonizaron el sábado, el gobierno y la oposición ratificaron este domingo sus posiciones contrapuestas sobre la reforma constitucional y la demanda autonómica de cuatro regiones de Bolivia. Miles de campesinos que participaron el sábado en los festejos organizados por el gobierno en La Paz, iniciarán este lunes en sus respectivas comunidades la campaña para aprobar el proyecto de reforma constitucional en el referendo previsto para el primer semestre de 2008. En cambio, en los departamentos Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando comenzó la campaña para aprobar, también en consultas populares, los estatutos autonómicos presentados en concentraciones multitudinarias de rechazo al proyecto oficial de reforma constitucional, reportó la agencia noticiosa ANSA. Como pocas veces en la historia boliviana, los actos de ayer en La Paz y en el interior dejaron en evidencia las posiciones políticas contrapuestas de los habitantes de las ciudades que pretenden la autonomía y de los movimientos sociales y campesinos. El presidente Evo Morales denunció ante sus simpatizantes que «algunos están golpeando las puertas de los cuarteles», pero se declaró «segurísimo de que los militares no los van a escuchar». Por las dudas, Morales amenazó a hipotéticos golpistas que terminarán junto «a García Meza en Chonchocoro». El ex general Luis García Meza fue presidente de facto de Bolivia entre julio de 1980 y agosto de 1981, y actualmente cumple una condena a 30 años en el principal penal del país. En La Paz, el gobierno convocó a miles de campesinos y organizaciones sociales que desfilaron durante cuatro horas antes de concentrarse en la plaza principal, que llenaron totalmente, para la entrega del proyecto de reforma constitucional. En Santa Cruz, Tarija, Trinidad (Beni) y Cobija (Pando), miles de ciudadanos se concentraron en las plazas principales para poner en marcha sus proyectos autonómicos. Al mismo tiempo, en la periferia de esas mismas ciudades, grupos campesinos de signo contrario celebraron la conclusión del trabajo de la Asamblea Constituyente y apoyaron el proyecto de reforma. Los actos transcurrieron en ambiente de fiesta y hubo sólo una disputa entre bandos opuestos en una pequeña comunidad de la región oriental, pero, según el secretario del Consejo Supremo de Defensa Nacional, general José Prudencio, los riesgos de enfrentamiento permanecen latentes. Los discursos de Morales y del vicepresidente Alvaro García Linera coincidieron en atribuir la oposición a pequeños grupos oligárquicos que utilizan la demanda autonómica en sus regiones para dividir al país y pidieron a los movimientos sociales y campesinos luchar para impedirlo. «Si con el pretexto de las autonomías quieren dividir a Bolivia, no lo vamos a permitir», advirtió Morales. La oposición «tiene derecho a protestar, a marchar, a hacer huelgas de hambre, pero no tiene derecho a quebrar la unidad y la integración territorial de la patria; no se lo vamos a permitir jamás», agregó García Linera. En Santa Cruz, la primera región económica del país que lidera el movimiento autonomista y la oposición al gobierno, el prefecto (gobernador) Rubén Costas respondió: «Ya estamos empezando a saborear la libertad». «Que ni se animen a invadirnos ni militarizarnos», amenazó el prefecto opositor al gobierno central boliviano. Paralelamente, miles de ciudadanos concentrados en un parque, en ambiente festivo, hacían ondear banderas regionales verdes y blancas mientras sus dirigentes los arengaban por altavoces con frases como «empezó la lucha por la libertad, frente al comunismo y por la democracia». Morales felicitó en La Paz a los constituyentes que aprobaron el proyecto de reforma constitucional y respondió a las críticas de la oposición. El mandatario negó que el proyecto atente contra la propiedad privada y anunció que sólo se confiscará los bienes «mal habidos». «Se investigarán las fortunas sospechosas, pero se respetará los bienes de la gente que la consiguió con trabajo, sudor y esfuerzo», aseguró Morales. «Tenemos que ir ahora a la ultima batalla que es el referendo; estoy convencido de que vamos a ganar», añadió. El presidente afirmó que «algunos terratenientes, algunos oligarcas, no todos, no quieren someterse al referéndum porque saben que van a perder; pero que se sometan, así es la democracia, no hay que tener miedo al pueblo y a la democracia».

Fuente: Télam


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