El gol fantasma

por: JUAN MOCCIARO

jmocciaro@rionegro.com.ar

La necesidad de incorporar la tecnología como complemento de ciertas decisiones arbitrales volvió a mostrarse en el fútbol.

El sábado pasado, ni el árbitro Javier Collado ni uno de sus asistentes, Carlos Borgarello, pudieron ver que el disparo de Pablo Alvarez había sido gol. La pelota dio en el travesaño y picó un metro dentro del arco, pero ninguno de los dos convalidó el gol.

Estudiantes siguió empatando 0-0 con Arsenal hasta los 32 minutos del segundo tiempo, cuando Gonzalo Choy marcó para el 'cervecero'. Al final el 'pincha' perdió el partido sin convertir, aunque en los hechos sí lo hizo.

Apenas ocurrida la jugada, la primera repetición que le tevé puso al aire alcanzó para demostrar que había sido gol. No hizo falta más tecnología que una cámara ubicada en lo alto de la platea del estadio de Quilmes para mostrarlo.

El año pasado la FIFA probó durante el Mundial Sub 17 una pelota con un chip y arcos con sensores que emitirían un sonido cuando la pelota ingrese al arco. El problema es también sonaba cuando la pelota pasaba por encima del travesaño. Por eso la FIFA mandó la idea para atrás.

En vez de tanta tecnología, una adecuada distribución de cámaras de tevé alcanzaría. Su aplicación debe ser inmediata. No convalidar un gol obtenido de manera legítima es un error demasiado grave como para no hacer nada para evitarlo.

La tevé debe aportar en aquellas circunstancias que el árbitro no ve y que lo demás sea responsabilidad de éste y su criterio. Que la tevé indique si una infracción fue dentro o fuera del área y que el árbitro decida si fue infracción o no. No es tan difícil.

La utilización de la imagen televisiva no reducirá la acción de los árbitros, la complementará. Y será un benefició para todos.