El «Gurí» Martínez tuvo su día de gloria

Venció en el autódromo de Paraná una prueba de "locos" y lidera el torneo.

PARANA (Especial) – En la agonía de una prueba complicada, cuando Mariano Bainotti se preparaba para llevarse su primer triunfo, Omar Martínez sacó a relucir el manejo y las mañas de siempre para lograr en el autódromo de Paraná una victoria que lo dejó como líder en el certamen argentino del TC-2000, que ayer cumplió su décimo capítulo y en el que terminó octavo el cipoleño Javier Moreiro. (Ver aparte).

La de ayer fue la mejor prueba que disputó el TC-000 en los últimos tiempos, tuvo de todo, como constantes cambios de líderes, despistes provocados por un piso húmedo a raíz de la lluvia y abandonos que influyeron en el certamen.

Gabriel Ponce de León, Guillermo Ortelli, Juan M. Silva, Juan M. López, Mariano Bainotti y finalmente el «Gurí» Martínez se alternaron en la primera posición.

Las actuaciones de «Cochito» López y Bainotti, quienes no están acostumbrados a pelear por los puestos de vanguardia, fueron destacadas.

López llevó por primera vez a la punta al Alfa Romeo y quizá se hubiese quedado con la victoria si el motor de su auto no explotaba.

Bainotti fue el líder durante su última parte y, ayudado por las condiciones del piso, aguantó varios de los ataques del «Gurí», y se iba derecho a su primer triunfo en el TC-2000.

Cuando faltaba poco más de quinientos metros para llegar a la bandera a cuadros, Martínez se lanzó por última vez al ataque, y poniendo toda su experiencia logró conseguir una victoria que no figuraba en sus planes.

Por supuesto, que también habrá que comenta la mala suerte de Norberto Fontana. La lluvia le jugó una mala pasada y se fue con las manos vacías y encima tercero, detrás de Martínez y el «Pato» Silva.

Tampoco sería extraño que Guillermo Ortelli revea esa decisión de seguir hasta el final del certamen en el Honda Rácing Argentina, a causa de su abandono.

Moreiro aprobó el examen

PARANA (Especial) – Superando a la adversidad, el cipoleño Javier Moreiro volvió a cumplir otro impecable trabajar y terminó de nuevo en la zona de puntos. Su octavo puesto tuvo un enorme significado en la prueba que se disputó ayer en el autódromo de Paraná.

Lo de Moreiro adquiere mayor significación, ya que tuvo que largar la final desde la última posición y le tocó pelear con una pista muy complicada.

Moreiro, después de una buena clasificación el pasado sábado, se comenzó a complicar en su serie de ordenamiento. Terminó afuera y tuvo que largar la décima final del certamen anual del TC-2000 desde la última fila, encima lloviendo y con una visibilidad nula.

Cuando el semáforo se puso en verde, a Moreiro le costó mover su auto. Debe haber pensado que no era «su día», pero igual encaró el desafío con las mismas ganas de siempre, apostando a su ritmo, con un auto que mostró un avance en su rendimiento en relación con las pruebas anteriores.

Moreiro fue aprovechando todas las situaciones que se dieron en pista, como también los ingresos del auto de seguridad, para comenzar a edificar un impecable trabajo. Le escapó a los golpes, tuvo la virtud de mantener el auto en la pista, a pesar del desgaste de los neumáticos para lluvia, y fue avanzando en la clasificación.

En la parte final, que fue emotiva, Moreiro llegó a meterse entre los diez mejores, peleando con Néstor Gabriel Furlán, Juan M. Traverso y Oscar Fineschi.


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