El heavy metal tiene cita en Allen
También se presentarán Logos, Crhisys y Lesia
El Reloj se presentará en el salón de Bomberos este sábado.
En una nueva cita con el rock pesado, con Crhisys y Jesia como bandas invitadas, El Reloj y Logos ocuparán el escenario del salón de Bomberos de Allen, Don Bosco y Mitre, este sábado.
El reloj se formó en los 70 y tras algunas discrepancias, se separaron siete años más tarde (ver aparte). pero en los 90 volvieron a sonar ya grabar discos
El actual cantante de El Reloj, Gustavo Cipriano, dialogó con “Río Negro” antes de la presentación en Allen. “En nosotros siempre priman más la ideología y la música que otras cuestiones que consideramos secundarias. Como la comercial… Si la banda volviera a tener un momento como el que se vivió en los 70 –cuando llegó a la masividad y a una fama que cosechó entonces y sigue hasta hoy– sería bienvenido. Pero no es la principal finalidad y creo que tal vez por eso ha durado tanto. Más allá del cambio de integrantes que es normal en todos los conjuntos de larga trayectoria… El tener claro el concepto y por qué seguimos funcionando es muy importante a la hora de sostener este trabajo. Nos une básicamente una necesidad artística, de expresión, que se condice cien por cien con nuestro estilo, con lo que a cada uno le gusta, más allá de que el género es heavy metal, rock pesado, sinfónico”, define Cipriano.
“Somos una banda muy rara… Muchas veces se conocen discusiones en otras formaciones, por dinero, por decisiones. Nosotros nos llevamos bien en todo y las diferencias surgen al componer. La música no nos es secundaria. Hoy por hoy laburamos con las mismas ganas que al principio. Yo hace nada más que diez años que estoy, pero es un tema que me remarcan Juan Espósito y Osvaldo Zabala, los dos miembros originales que quedan. La forma de trabajar siempre fue muy parecida. Todos los que estamos en El Reloj, buscamos lo mismo: inquietudes artísticas, musicales, expresivas.”
–Exponer conflictos humanos, discurrir sobre el paso del tiempo que los ha ido modificando.
–Cada uno maneja sus propios cambios, lidia con eso. Trata de llevarse con su transcurrir en la vida de distinta manera, obviamente. En ese sentido no somos tan parejos porque tenemos distintas edades… Yo tengo cuarenta, estoy más maduro y lo vivo ya de otro modo… Este tema me hace recordar al cuadro de Dalí, que una vez quisieron poner en la tapa de un vinilo y no se lo permitieron por un problema de derechos… El tiempo puede parecer muy rígido y en realidad posee una cierta flexibilidad, como los relojes que se doblan en esa pintura. Y como dicen algunas canciones, las cosas no desaparecen del todo, siempre parecen estar regresando. Cada vez que algún tema reaparece en un ensayo, en el escenario, es una especie de llamador de viejas épocas, también… La música, el arte en general, son modos de congelar un poco el tiempo. En este último campo, en realidad, el tiempo es ilimitado. El arte trasciende la existencia humana y es una forma de escaparle a lo temporal. La mayoría de los artistas busca lograr esa trascendencia que convierte en inmortal, hace que sigas vivo después de muerto. Como pasa con Luis Valenti y Willy Gardi, con otros músicos, miles que han muerto. Ninguno ha desaparecido aunque físicamente no esté. El arte es un viaje permanente en todas las direcciones. Hay canciones que sin duda transportan a otro momento y cuando se compone una nueva, proyecta al porvenir.
–Un tiempo, como dicen los orientales, cíclico…
–Exactamente, ésa es mi idea, por lo menos. Es la sensación que tengo a medida que la vida va transcurriendo y voy recorriendo esta historia de hacer música. Más aún, estando en una banda que está cumpliendo cuarenta años.
Eduardo Rouillet
Comentarios