El hermano de Temes Coto apuntó a contradicciones en la investigación

BUENOS AIRES (ABA).- El caso Manzanas Blancas, contrabando de cocaína oculta en cajones de manzanas ocurrida en 2010, volvió a abandonar su carácter de juicio “oral y público”, por el de “oral y secreto”. Es que el Tribunal en lo Penal Económico Federal N 3 mantuvo la medida pedida en su oportunidad por la defensa de uno de los detenidos –Nelson Hinricksen, el empacador de Allen– para que las audiencias sean sin “público” (eufemismo por periodismo). La decisión fue justificada por el titular de la Cámara, Luis Imas, para preservar que testigos de un mismo sector (como los transportistas) puedan leer con anticipación lo que dijeron sus colegas y así ser influidos. La restricción se levantaría en las próximas jornadas. Ayer prestó testimonio Manuel “Lolo” Temes Coto, el hermano de Valentín (uno de los acusados). Lolo Temes Coto viene siguiendo desde los pasillos todas las audiencias clamando por la inocencia de su hermano. Ante los jueces deslizó que pese a que se encargaba de vender en España y exportar la fruta que –entre otras– enviaba la gente que está bajo la lupa, nadie lo llamó a declarar allí. Incluso, contó que recibió tres despachos de Frutol los días posteriores a cuando ocurrió el frustrado contrabando. El propio declarante, agregó que le requirió al juez de la Audiencia de Madrid (Fernando) Andreu ser escuchado, pero éste nunca lo recibió. “¡Qué raro!”, ironizó aludiendo que esa causa fue “armada”. Las quejas de dicho testigo alcanzaron a la instrucción de Jorge Brugo, a la que acusó de no acceder a ninguno de los pedidos de la defensa. El hermano de Valentín Temes Coto deslizó que los últimos despachos que provenían de Hinricksen llegaban con fruta de deficiente calidad, lo que lo obligó a derivar producción a mercados menos exigentes que aquellos con los cuales solía comerciar, como el holandés. En otra manifestación relevante se refirió al rol desempeñado por David Temes Arnosi (procesado en España) de quien explicó era el encargado de la logística de la firma Santa Rita. En cambio, en la víspera el Tribunal decidió postergar el testimonio de uno de los choferes que trasladó la mercadería con droga (desde Allen a Regina y luego a Buenos Aires) con la intención que en una nueva fecha declare junto al resto de los transportistas que manejaron los otros camiones. El chofer –que vive en Roca y se retiró disgustado por el día de trabajo perdido– adelantó que cuando le toque va a repetir lo que afirmó en su oportunidad. Que los contenedores llegaron precintados sin alteraciones a Buenos Aires. Por lo tanto, apuntará que la cocaína tuvo que haber pasado por Regina lo cual comprometería seriamente a los agentes aduaneros de la ciudad rionegrina que por ahora quedaron fuera de la causa por haber pedido una probation.


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