El horror en tiempos de «La Escuelita»

CENTENARIO (ACE).- «El objetivo era atrapar al lector, impedirle que dejara de leerlos. Sigo escribiendo relatos…. ahora sobre las instancias en que nos destruían y no tan enfocados en la resistencia a la destrucción», dijo Alicia Partnoy, la autora de «La Escuelita. Relatos testimoniales», una obra que en inglés recorrió el mundo por su valor testimonial y literario, y que será presentada hoy en sociedad en Bahía Blanca.

Partnoy es exiliada política y permanece en Estados Unidos desde que fue expulsada del país durante la dictadura. Está doctorada en Filosofía y Letras, es profesora de la Universidad de Loyolas Marymount de Los Angeles, y co- edita la revista Chicana/Latina Studies: The Journal of Mujeres Activas en Letras y Cambio Social.

Era estudiante de Humanidades en la Universidad Nacional del Sur cuando fue secuestrada ilegalmente junto a su esposo, permaneció más de 100 días en el centro de detención clandestino «La Escuelita» que funcionó dentro de las tierras del ejército en Bahía Blanca y luego fue legalizada en la cárcel de Devoto desde donde partió al exilio en 1979.

Los relatos testimoniales sobre el centro de detención clandestino fueron en el único testimonio gráfico presentado en la justicia del funcionamiento de los centros de detención clandestinos de la zona sur del país, y el croquis del edificio y modalidad de funcionamiento del centro de torturas en el que permanecieron mujeres y hombres detenidos – desaparecidos constituyeron una de las evidencias probatorias más importantes cuando se realizó el Juicio por la Verdad en el año 1999.

Partnoy denunció en Amnesty Internacional en 1981 el nacimiento de un hijo de Graciela Romero de Metz dentro del centro clandestino el 17 de abril del '77; y mientras la mujer y su esposo continúan desaparecidos, la familia Metz aún busca al hijo apropiado.

«La Escuelita. Relatos Testimoniales» fue editado en inglés en 1986 en Estados Unidos y resultó best seller en 1987 en Inglaterra, y el texto es utiliza como referencia de estudios en cátedras de Derechos Humanos en el exterior. Para la edición en español «sólo agregué unas palabras para relatar la trayectoria del libro desde el juicio de la verdad de 1999 hasta ahora», dijo la escritora.

¿Porqué tantos años para publicar en español?

«Eso mismo me pregunto yo, hice algunos intentos, pero al no resultar no me preocupaba demasiado ya que soy consciente de que es difícil publicar en el país, hay muchos casos de escritores de mucha valía que no consiguen que su obra sea difundida aquí y eso me consolaba. También pensaba que al fin y al cabo, la gente en Argentina ya conoce lo que pasó. Uno de los incentivos que tuve fue el reclamo de los jóvenes quienes me insistían en que el libro debería estar disponible en el país porque iluminaba un aspecto de la historia que ellos no podían conocer con la profundidad que querían».

-Luego de la presentación en la Justicia en los Juicios por la Verdad ¿Hubo nuevos motivos como para dar una continuidad a estos relatos testimoniales?, los expuso en forma literaria?

«Los relatos siempre tuvieron una intención literaria porque uno de sus objetivos era atrapar al lector, impedirle que dejara de leerlos. Sigo escribiendo, mucha poesía, ensayos de análisis cultural donde reflexiono sobre la manipulación de las palabras del testigo, del sobreviviente y la batalla del mismo por mantener su dignidad y algunos otros relatos testimoniales, ahora ya mas sobre las instancias en que nos destruían y no tan enfocados en la resistencia a la destrucción.

El libro será presentado en sociedad en la Universidad del Sur, en Bahía Blanca y luego en el primer Congreso Internacional de Literatura «Arte y Cultura en la Globalización», que se llevará a cabo en Buenos Aires entre el 9 y el 11 de octubre.