El Iadep cuestionado en una denuncia por estafa
El denunciado es el abogado Fernando Muñoz de Toro, comprador de una parte indivisa de la estancia Fortín Nogueira a herederos de los hermanos Julio y Rogelio Dehais, de 32.000 hectáreas. Asociado con el arquitecto Artemio Rossi, Muñoz de Toro compró en 207.000 pesos un crédito del Iadep contra los Dehais por una suma muy superior. Pero a la hora de escriturar la venta del crédito el beneficiario fue solamente Muñoz de Toro.
José Luis y Graciela Dehais, ambos por su padre José Dehais, y la esposa de éste, Olga López de Dehais -todos patrocinados por el abogado Raúl Jafella- denunciaron en el juzgado federal a cargo de Carolina Pandolfi la presunta comisión del delito de estafa, que atribuyen al abogado Fernando Muñoz de Toro.
Según la denuncia, la denominada «operación» de compra del campo Fortín Nogueira, originalmente perteneciente a los hermanos José, Julio y Rogelio Dehais, se concretó el 12 de abril de 2002.
Los herederos de Julio y Rogelio, ambos fallecidos, transfirieron su parte indivisa al comprador, a cambio de unos 400.000 pesos y del compromiso del comprador de pagar las deudas que pesaban sobre el inmueble, en particular las contraídas con el Banco de la Nación Argentina y el Iadep. Según Jafella, el campo -que tiene 35 kilómetros de costa sobre el río Limay- está tasado en 20 millones de pesos.
El texto entregado a este diario hace una relación de los hechos que, supuestamente, configuraron la consumación del delito. Advierte inicialmente que Muñoz de Toro, asociado inicialmente con el arquitecto Artemio Rossi y con la colaboración de un tercero, el anticuario Eduardo Cohen Watkins, pretendieron «adquirir un campo del cual no se reciben, en verdad, posesión ni tradición real», con lo cual se quiere significar que la entrega del bien comprado fue meramente simbólica o notarial.
A su vez, los vendedores «transmiten lo que creen sus derechos en una declaratoria, sin adjudicación de bienes ni partición, ni autorización judicial alguna para trasmitir».
A pesar de lo que se había pactado en la escritura de compraventa, las deudas no fueron pagadas sino «compradas», con el propósito de sustituir a los acreedores originales y continuar juicios ejecutivos ya avanzados contra el condómino que se había negado a vender.
«Un arreglo»
Siempre según el relato de los denunciantes, no son los compradores quienes adquieren los créditos del BNA y el IADEP, sino que lo hacen el nombrado Cohen y una SRL integrada por Muñoz de Toro y su hermano, la que formula «por su cuenta un arreglo con IADEP a escondidas de los juicios y demás contratantes» (también Rossi habría ignorado el arreglo). Se logra así cancelar por 200.000 pesos una deuda de «casi un millón». Después, «y a hurtadillas», el comprador impulsa una ejecución prendaria y logra el secuestro de todos los animales del campo, incluso algunos pertenecientes a terceros. Hubo dos sentencias, de primera y segunda instancia, que ordenaron la devolución de los animales, lo que no se cumplió porque Muñoz de Toro recurrió en casación al Tribunal Superior de Justicia, donde el expediente espera sentencia desde hace más de un año.
Se señala en la denuncia que Muñoz de Toro «oculta deliberadamente al juez» la existencia de una cesión del crédito y de la SRL, como también la compra del inmueble.
Por separado, y a raíz de la participación del Iadep en el caso, tramitó una denuncia en el juzgado provincial de instrucción penal a cargo de Juan José Gago. De la investigación solicitada no existe novedad, pero hay una requisitoria fiscal que imputa a los Muñoz de Toro haber ocultado «circunstancias que resultaban relevantes en la litis con el propósito de provocar un error en el juzgador y obtener una sentencia que favoreciera injustamente a su parte en detrimento del patrimonio de la contraparte…».
El Iadep y el BNA
La denuncia llevada al fuero federal cuestiona la participación del Iadep y el Nación en las operaciones del grupo encabezado por Muñoz de Toro. Dice el escrito que esa asociación «tenía evidentemente mucha influencia en Iadep y BNA para poder meterse tan fácil y con tan escaso costo en las deudas de un tercero, especialmente en deudas de naturaleza agropecuaria». Se pregunta «quiénes eran los Muñoz de Toro, en mayo de 2002, para inmiscuirse tan fácilmente en las deudas del Iadep, conseguir actas directoriales, poderes y una rebaja sustancial, del 80 por ciento, en la deuda de los Dehais en juicio». A la vez, dice del Iadep que «le ha vuelto a facilitar la compra de una bodega de otro de sus deudores».
Respecto del BNA se objeta que, en una reunión de directorio de enero de 2004, le cediera a Cohen una deuda agropecuaria de un campo neuquino.
En medio de abundantes citas de doctrina, los denunciantes dicen que la jueza Julia Buissón de Baggio sostuvo al sentenciar que las cláusulas de la cesión de derechos y acciones a favor de Muñoz de Toro fueron «exorbitantes», y resaltan que los acusados continuaron los juicios que había iniciado el Iadep por el monto nominal del crédito, de un millón de pesos, siendo que sólo habían pagado el 20 por ciento. El Iadep, advierten, «es un organismo provincial de incentivo a la producción, y sus recursos provienen y son dirigidos hacia entidades y personas con un fin de bien público; no es una financiera, ni hace negocios, pero tampoco puede permitirse hacer malos negocios».
El tres de mayo de 2002, según el acta 141 del Iadep, el directorio trató la solicitud de Muñoz de Toro y Rossi para hacerse de «los derechos y acciones del Iadep derivados del contrato de mutuo entre el BPN y Julio Dehais».
El directorio aprobó la cesión por mayoría, con la disidencia de Jorge Conte. La escrituración se realizó once días después, el 14 de mayo, ante la escribana Paula Kohon, pero a nombre de una SRL, Muñoz de Toro y Muñoz de Toro, representada por Fernando y que excluía a Rossi. Al día siguiente, Fermín Temi, represen
tante de la Unidad de Coordinación y Recupero de Créditos del Estado y abogado externo del IADEP, informó al ente que se había cumplido «con lo resuelto en el acta 141», escriturando la cesión del crédito «a favor de los doctores Alberto Rossi y Fernando Muñoz de Toro, con fecha 14 de mayo, ante la escribana Paula Kohon».
Temi fue consultado por este diario y, respecto del acta 141 y la escrituración de la cesión de derechos, dijo no recordar los detalles, pero sí que «la operación (no especificó cual operación) se hizo ante los dos: Muñoz de Toro y Rossi» y que «quien estuvo al frente de las negociaciones siempre fue Muñoz de Toro». Agregó que «él fue quien hizo el planteo y simultáneamente me contactó. En un principio no entendí muy bien ya que la solicitud estaba mal hecha y muy poco clara. No tengo presente si toda la operación la hizo él o como SRL».
En junio de 2002, Nicolás Salvatori reemplazó a Marcelo Lazcano en la presidencia del Iadep y pidió informes a la escribanía Kohon de la escrituración de la cesión del crédito a favor de Muñoz de Toro y Rossi. Kohon entregó «el testimonio de la escritura 179, pasada al folio 275, de fecha 14 de mayo de 2002», de la que surge «la cesión de derechos efectuada por el Iadep a favor de la razón social Muñoz de Toro y Muñoz de Toro SRL», y nadie más. «Río Negro» intentó en varias oportunidades contactar a Salvatori, sin éxito.
JORGE GADANO / LUCIANO MAGGIO
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