El Incucai negó deficiencias operativas en Bariloche

La presidenta del organismo dijo que el trasplante se frustró por "una decisión exclusiva" de la familia de la donante. También el titular de la Asociación de Pacientes Renales de Bariloche descartó la responsabilidad del Incucai en ese operativo fallido. Y recomendó que en las campañas en favor de la donación se informe que la ablación puede demorarse mucho.

SAN CARLOS DE BARILOCHE .- La presidenta del Instituto Central Unico Coordinador de Ablación e Implantes (Incucai), María del Carmen Bacqué, atribuyó el fracaso de los trasplantes con una donante de esta ciudad «a una decisión exclusiva de la familia» de la mujer fallecida.

Negó de plano que el Incucai haya tenido deficiencias operativas y dijo que el equipo médico encargado de ablacionar los riñones «estaba listo para salir hacia Bariloche en un vuelo especial» cuando recibieron la información de que los allegados a la donante desistían.

Bacqué explicó que «algunos órganos, por ejemplo los intratorácicos, fueron descartados por cuestiones médicas» y que los riñones eran aprovechables pero finalmente el operativo se frustró porque los parientes no estaban dispuestos a esperar más tiempo la entrega del cadáver.

A su vez el presidente de la Asociación de Pacientes Renales de esta ciudad, José Hernández, reconoció que los riñones podían haber servido para cambiarle la vida a dos personas enfermas y «a uno le da mucha bronca» que los transplantes no se concreten.

Los familiares de la mujer donante, que había fallecido por un derrame cerebral, decidieron en un primer momento donar los órganos.

Pero luego de esperar «más de 30 horas» sin que se concreten las ablaciones, los familiares pidieron que dejen de mantenerla en forma artificial.

En cambio, la versión del Incucai es que desde la denuncia formal de la existencia de una donante hasta que se suspendió el operativo definitivamente pasaron sólo 15 horas y media.

En comunicación telefónica desde Buenos Aires Bacqué explicó que de ser necesario hubiera viajado un equipo de médicos del Incucai para mantener el cuerpo en condiciones para los transplantes «pero la doctora (Susana) Gándara, que es la coordinadora en Bariloche, informó que ella podía hacerse cargo».

Los análisis posteriores demostraron que los pulmones y el corazón de la donante no eran aptos y que el hígado podía ser utilizado pero según Bacqué, «el equipo de ablación hepática viajó en ese momento a otra provincia donde había un donante que ofrecía mejores condiciones».

Finalmente sólo quedaba la opción del transplante renal, que no prosperó porque la familia de la mujer fallecida pidió que se cancele el operativo.

La titular del Incucai subrayó que los médicos encargados de extraer y transportar los riñones «estaban a punto de viajar desde Buenos Aires en un vuelo especial y no en uno de línea», como denunciaron los familiares al cuestionar las demoras.

«Hay que informar mejor en las campañas»

BARILOCHE (AB).-«En las campañas para incentivar la donación se debe informar mejor sobre todos los detalles y preparar a las familias para que acepten los tiempos de espera para las ablaciones, que a veces se prolongan más de 24 horas».

Esa es una de las principales enseñanzas que deja el operativo frustrado de donación, a juicio del presidente de la Asociación de Pacientes Renales de Bariloche y El Bolsón, José Hernández.

Para Hernández, la información clara y abundante es tan importante como conseguir un aumento en el número de donantes.

El calvario de Hernández con la enfermedad renal y la diálisis periódica duró tres años y medio, hasta que en 1996 pudo ser trasplantado.

En la ciudad son 15 ya los pacientes que cambiaron de vida gracias a un riñón ajeno, pero llegan hasta alrededor de 90 las personas de toda edad siguen dependiendo de la diálisis.

Según Hernández, «el hecho de que todo se coordine desde Buenos Aires es un problema» y también la falta de un cirujano local que haga ablaciones.

«Da bronca la pérdida de los riñones»

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Para el presidente de la Asociación de Pacientes Renales, José Hernández, «da bronca que se hayan perdido los riñones de esta mujer, porque cuando aparece un donante, que son tan pocos, habría que aprovecharlos».

Dijo también que hasta donde él sabe «la responsabilidad no fue del Incucai» y consideró necesario que «los familiares sepan que pueden ser muchas las horas que debe mantenerse el cadáver artificialmente vivo».

Hernández reconoció que las campañas para conseguir donantes se realizan en todo el país pero los vecinos de pueblos pequeños y alejados como Maquinchao, Los Menucos o Varvarco difícilmente puedan cumplir con ese gesto solidario.

«Es verdad que en un pueblito chico si fallece una persona y quiere donar -refirió Hernández-, sus órganos sólo podrán aprovecharse si hay cerca un hospital con terapia intensiva y la cantidad suficiente de drogas e insumos para mantener el cuerpo en condiciones».

En ese sentido la titular del Incucai desmintió que el organismo tenga carencias organizativas que le impidan aprovechar órganos de donantes del interior y refirió a modo de ejemplo que «esta año hubo tres ablaciones multiorgánicas en Jujuy».

Si embargo reconoció que al menos en la cirugía de extracción de riñones -que son las menos complejas- podría haber más médicos capacitados. En Bariloche, por caso no hay ninguno.

Sostuvo que «las grandes distancias son un problema» que está entre sus proyectos implementar jornadas y cursos para capacitar en ablación renal a los cirujanos de ciudades alejadas.


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