El intendente de Huinganco sufrió un accidente en Ruta 43

CHOS MALAL.- El intendente de Huinganco protagonizó ayer un accidente de tránsito del que por fortuna salió ileso al embestir con su auto un caballo que, como parte de un arreo, se hallaba sobre la Ruta Provincial 43. Este nuevo incidente con animales dejó cuantiosos daños materiales en el rodado en que se trasladaba el intendente de la localidad de Huinganco, Ceferino Moya, quien se dirigía a una reunión a la capital neuquina. El episodio se suma a la lista de siniestros que han tenido como protagonistas a los animales en esa vía de comunicación, utilizada como ruta de arreo en sectores donde los callejones son inexistentes. El accidente ocurrió a las 6,30 de la mañana de ayer a unos 10 kilómetros de Chos Malal e involucró a un Renault Mégane dominio GWJ 274, conducido por Moya. El jefe comunal provenía de Huinganco y en la zona conocida como “el arenal”, luego de tomar una curva, se encontró con el caballo sobre la cinta asfáltica, impactándolo con el paragolpe y parante izquierdo. El animal voló por el aire y dio con la luneta trasera del vehículo antes de caer y morir en el acto. El equino formaba parte de un arreo, propiedad de la familia Mellado, que había llegado hasta El Alamito para descansar, pero algunos de los animales habrían retrocedido en el camino, entre ellos el caballo que provocó el accidente. Integrantes de la familia llegaron hasta el lugar del accidente y ayudaron a retirar el cadáver del animal de la ruta para evitar nuevos incidentes y también se mantuvieron comunicados con el jefe comunal. El pasado 7 de noviembre un colectivo de la empresa Cono Sur que circulaba con pasajeros desde Manzano Amargo con destino a Chos Malal, impactó con animales de un arreo en la zona de la Tricahuera, en cercanías del Ceferino. Tres vacas y un cabrío murieron en forma instantánea y otros cuatro animales debieron ser sacrificados posteriormente. El 8 de abril pasado, cuando un arreo descendía hacia la invernada, un camión se topó con él avanzada la tarde. Si bien rodado y animales circulaban en la misma dirección, la escasa visibilidad y una zona de curva y bajada fueron desencadenantes para ocasionar el choque como consecuencia del cual murieron alrededor de un centenar de chivitos y ovejas. (ACHM)