El italiano Cané se mantiene en la punta

Supera por apenas doscientos puntos a su compatriota Viaro.

BARILOCHE – Cumplidas dos etapas de la cuarta edición de las Mil Millas Sport de la República Argentina, los binomios italianos son los que dominan la competencia. Giuliano Cané y Lucía Galliani, al comando de un Honda S 800 de 1967, siguen siendo los que se encuentran al tope de la clasificación general, aventajando por una diferencia de 200 puntos a sus compatriotas Luciano Viaro y Rossella Lavatte, a bordo de un Alfa Romeo de 1957.

Pese a tener un inconveniente con el cable del acelerador, el exitoso Cané mantuvo la perfomance de la jornada inicial con la misma habilidad conductiva de años anteriores, mientras que Viaro se quejó de un problema en el motor, aunque confiado en su destreza comentó que «las competencias las ganan los hombres, no los relojes. Acá la clave es el piloto.»

Posteriormente se ubican en la clasificación los argentinos Carlos Sielecki, Cesar Sorkin y Martín Sucari. Por su parte, Sánchez Zinny, quien el pasado jueves ocupó la decimotercera posición, levantó su puntaje en gran forma y aseguró que en esta jornada «anduve mejor a pesar de que tuve algún desencuentro con mi navegante Jorge Del Buono».

Esta segunda etapa de las Mil Millas Sport que se corrió ayer y unió Bariloche con Termas de Puyehue, tuvo características propias de una verdadera aventura. Los competidores debieron sortear distintos obstáculos que se presentaron en el transcurso de la carrera, como la neblina, la lluvia, el barro y el fuerte viento que una vez más se hizo presente. Por momentos, estas joyas mecánicas parecieron estar mimetizadas con el paisaje que reviste hoy la región. Los conductores de autos descapotados no la pasaron nada bien pero debieron ponerle el pecho a las balas para seguir en competencia.

Con 225 máquinas que superaron el filtro de la primera jornada, a las 7.30 se produjo la largada desde el hotel Llao-Llao y esta vez no se detuvieron en el Centro Cívico, sino que emprendieron directamente el camino por la ruta 237 rumbo a las Termas de Puyehue. Allí, los pilotos no pudieron con «su genio» y exigieron a fondo sus motores llegando a altas velocidades. Incluso algunos autos particulares que iban en viaje se animaron a apretar el acelerador y competir con los protagonistas.

En la segunda etapa dos países quedaron unidos por este museo andante del automovilismo. El parcial más largo de esta «Aventura IV» (463 kilómetros) estuvo subdividida en ocho sectores que unieron Llao-Llao, Bariloche, Confluencia, Villa Traful, Paso Cardenal Samoré, Termas de Puyehyue, Aduana Pajarito, Villa La Angostura y otra vez Llao-Llao.

Tanto fue el ritmo que alcanzó la carrera en un momento, que algunos despistados se perdieron en el cruce y en lugar de tomar la ruta correcta a Villa La Angostura, equivocaron el camino y dejaron escapar varios minutos.

Una etapa que promete mucho

BARILOCHE – Hoy se cumplirá la tercera etapa de las Mil Millas Sport de la República Argentina, con la cual se cerrará esta cuarta edición de la carrera de los autos antiguos.

A las 7.30 será la largada del primer auto desde el hotel Llao-Llao, estarán de paso por Confluencia y Junín de los Andes y por último deberán llegar a San Martín de los Andes. Allí emprenderán el viaje de regreso, en el cual tendrá que realizar el mismo recorrido, llegando a Bariloche aproximadamente a las 18.15.

A las 21.30 está programada la cena de gala en el hotel Llao-Llao y a las 23 la entrega de premios de la carrera, de acuerdo a lo diagramado por la organización de la singular y apasionante aventura automovilística.

Raies no se dedicó a hacer la hoja de ruta

BARILOCHE .- «Estoy acá para correr la primera etapa de las Mil Millas. Me vio todo el mundo, lo único que falta es que algunos mediocres empiecen a ver fantasmas otra vez y piensen que vine a hacer la hoja de ruta del Gran Premio de Turismo». Con una sonrisa, el cordobés Gabriel Raies explicó su presencia por unos días en Bariloche y antes de viajar a Córdoba, donde desde ayer participa en una nueva fecha del TC-2000.

En su diálogo con «Río Negro», el experimentado piloto cordobés dejó un lugar para la polémica.

«Quizás el 'Chirola' (por Wálter Suriani) se piense que vine a recorrer los caminos con este Ford Mustang o que tengo escondido en Mitsubishi Evo. V. Qué lindos caminos que tienen, son tan atractivos y exigentes como los de Córdoba. En una de esas, me ven acá con mi hermano y José María Volta (un experimentado navegante) y se imaginan lo peor», apuntó el cordobés.

Destacó que «me gustaría correr el Gran Premio de Turismo, pero antes tendría que arreglar algunas cosas. Aclaren que estoy corriendo las Mil Millas, porque en una de esas la Comisión de Pilotos de rally ve fantasmas donde no los hay».

Y con una sonrisa, cumplió en Bariloche y se fue a Córdoba.


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