El «Maestro Amor» fue trasladado a una cárcel riojana

El "gurú" fue procesó por corrupción de menores, delitos de abuso sexual cometidos hace doce años, cuando daba clases de kung fu.

La Justicia riojana procesó por corrupción de menores agravada a Ricardo Javier Ocampo, alias el «Maestro Amor», a quien le dictó la prisión preventiva y lo trasladó a la cárcel local, según se informó hoy. La resolución corrió por cuenta de la jueza civil María Elisa Totti, que subroga al juez de instrucción penal Alejandro Manuel Arce, a cargo de la causa pero con licencia por enfermedad.

Ocampo estaba detenido en la Alcaidía local desde mediados de setiembre pasado y ayer se dispuso su traslado a la cárcel provincial, donde tendrá que permanecer hasta tanto se sustancia el juicio en su contra, por delitos de abuso sexual cometidos hace doce años contra menores, cuando daba clases de kung fu.

Según se difundió, la jueza consideró que «existen elementos suficientes» para considerarlo en principio «responsable» de los delitos que se le imputan. Ocampo fue notificado anoche, alrededor de las 20.30, en el propio juzgado. La juez subrogante fue intimada por el Tribunal Superior de Justicia a resolver con celeridad la situación procesal del gurú.

Uno de los abogados de Ocampo, el catamarqueño Gustavo Taranto, dijo al diario El Independiente que había recibido la noticia en la mañana de ayer pero no tenía copia de los fundamentos. En los últimos días, Taranto y Luciano Rojas habían pedido la inmediata liberación de Ocampo al considerar que no habría riesgo procesal, peligro de fuga, ni elementos suficientes para dictar su procesamiento.

La presentación de la defensa se hizo luego de que se conocieran las pericias psiquiátricas y psicológicas realizadas sobre la víctima, que encontraron que el denunciante, Federico, tiene «un perfil narcisista, compatible con fabulador» y que «no se observan secuelas ni daños psiquiátricos que evidencien algún sometimiento sexual». Pero la abogada de Federico, Daniela Gallardo, consideró obvios tales resultados porque durante varios años la víctima recibió tratamiento psicológico para lograr una vida «normal».

En cambio, Ocampo no accedió hasta ahora a ser sometido a las pericias psiquiátricas y se negó a declarar ante el juez cuando fue convocado. Federico es el nombre de ficción de quien hace doce años, cuando tenía 14 años, habría sido objeto de abuso sexual por parte de su maestro de kung fu, Ocampo, junto a otros amigos.

Una causa parecida tuvo Ocampo en Catamarca, aunque bajo la imputación de «abuso sexual con acceso carnal con aprovechamiento de la inmadurez de la víctima», que es un delito excarcelable.

DyN


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