El mejor momento de un paleontólogo
NEUQUÉN (AN).- Uno golpea con la suavidad del artesano con el martillo el cortafierros, otro saca el polvo con un pincel, y otro con una pala amontona la tierra. Sentados o semiacostados en la arenilla removida, poco a poco comienzan a descubrir el hueso del dinosaurio. «Sí, sin duda que ésta debe ser la mejor parte de nuestro trabajo, la que esperamos siempre, salir al campo a buscar fósiles. Bueno, en esta ocasión ya lo habían encontrado y no fue en el campo, pero igualmente es emocionante», dijeron los paleontólogos que descubren las piezas de dinosaurio en la calle Alderete, en Sapere.
Una tela media sombra sostenida por puntales; bolsos; a un costado las botellas de agua mineral, más allá el termo y el mate y al lado de la caja de herramientas, el paquete de galletitas.
«Es un dinosaurio de gran tamaño, eso sí lo podemos decir. Pero la antigüedad, el grupo y otras características no por ahora, hay que determinarlas en el trabajo de laboratorio», señalaron los paleontólogos Juan Canale y Alejandro Aluza.
«Para determinar los años del dino, hay que afinar muy bien antes a qué formación geológica pertenecen las rocas. Eso nos dará una idea de la edad, pero no lo podemos hacer ahora porque es una zona difícil», señalaron.
NEUQUÉN (AN).- Uno golpea con la suavidad del artesano con el martillo el cortafierros, otro saca el polvo con un pincel, y otro con una pala amontona la tierra. Sentados o semiacostados en la arenilla removida, poco a poco comienzan a descubrir el hueso del dinosaurio. "Sí, sin duda que ésta debe ser la mejor parte de nuestro trabajo, la que esperamos siempre, salir al campo a buscar fósiles. Bueno, en esta ocasión ya lo habían encontrado y no fue en el campo, pero igualmente es emocionante", dijeron los paleontólogos que descubren las piezas de dinosaurio en la calle Alderete, en Sapere.
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