El milagro venezolano

Los críticos del presidente venezolano Hugo Chávez han aprovechado su ausencia de varias semanas en Cuba por una enfermedad para culparlo de toda clase de maldades, pero ya es hora de darle crédito por haber producido un verdadero milagro económico en su país. No estoy bromeando. Lo que Chávez ha hecho en Venezuela durante los últimos 12 años es nada menos que un milagro económico: pese a beneficiarse del mayor boom petrolero en la historia de su país, de alguna manera ha logrado dejarlo hecho trizas. Venezuela tiene una de las tasas de crecimiento más bajas de Latinoamérica, uno de los índices de inflación más altos de la región, cortes diarios del suministro eléctrico, escasez de alimentos y un porcentaje de delitos sin precedentes en el país. Y lo que resulta aún más asombroso, tratándose de uno de los mayores productores de petróleo del mundo: ha comenzado a importar electricidad de Colombia, según confirmó el ministro de Energía Eléctrica venezolano Alí Rodríguez el 15 de junio. Es una proeza notable si se considera que los precios del petróleo se han disparado desde 9 dólares el barril cuando Chávez asumió su cargo en 1999 a 100 dólares el barril actualmente. Aunque Venezuela tuvo booms petroleros en 1974 y en 1979, ésta ha sido la bonanza petrolera más grande y más prolongada del país. Según cifras del Banco Central de Venezuela, los ingresos petroleros del país han sumado 700.000 millones desde que Chávez asumió la presidencia, según me dijo José Guerra, director del departamento de Economía de la Universidad Central de Venezuela, la principal universidad estatal. “Eso excede los ingresos petroleros del país durante los 25 años anteriores”, agregó Guerra. Y sin embargo esto es lo que Chávez tiene para mostrar: • Mientras las economías latinoamericanas crecieron en un promedio de casi el 6% el año pasado, la economía de Venezuela bajó un 1,6%, después de haber caído otro 3,3% el año anterior, según cifras de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe de las Naciones Unidas (Cepal). • Mientras la mayoría de los países latinoamericanos tiene un índice de inflación de un solo dígito, el índice inflacionario venezolano subió desde el 12% de hace una década hasta el 27% el año pasado, según cifras de la Cepal. El índice inflacionario oficial de hoy es de alrededor del 25%. • Mientras la mayoría de los países latinoamericanos está recibiendo inversiones extranjeras récords, Venezuela sufre de fuga de capitales y la deuda externa del país ha aumentado de 35.000 millones en el 2001 a 58.000 millones en el 2010, según la agencia de las Naciones Unidas. • Los cortes de energía que afectan a casi todo el país, con la excepción de la capital, son los primeros que se recuerden en años recientes. Al principio el gobierno los adjudicó a la sequía, pero los economistas dicen que se deben a una casi absoluta falta de inversión en las instalaciones eléctricas durante los últimos años. • La última escasez de alimentos incluye aceite, café, carne y azúcar. Venezuela, que fue el quinto exportador de café del mundo, ahora lo importa de Nicaragua. • La educación, la ciencia y la tecnología están cayendo en picada. El número de patentes de nuevas invenciones registradas en Venezuela –un índice clave para medir la innovación productiva– ha caído de casi 800 anuales en 1988 a menos de 100 patentes una década más tarde, según cifras oficiales. El gobierno de Venezuela se ufana de haber reducido la pobreza del 45 al 28% de la población en los últimos 10 años. Pero durante el mismo período Argentina redujo su porcentaje de pobreza del 45 al 11% de su población, Chile del 20 al 11%, Brasil del 38 al 25% y Perú y Colombia en porcentajes similares, según cifras de la Cepal. Casi todos estos países, a diferencia de Venezuela, están atrayendo inversiones y creando industrias que generarán crecimiento a largo plazo. Mi opinión: Venezuela ha sido uno de los países latinoamericanos que más dinero han recibido en los últimos años, pero ha despilfarrado esta bonanza en subsidios en efectivo y en grandiosos proyectos de propaganda internacional que, cuando caigan los precios del petróleo, dejarán al país hundido por muchos años. El deterioro venezolano se debe en parte al caótico manejo económico de Chávez, en parte a la implementación de un modelo narcisista-leninista que apunta a destruir el sector privado y a crear un país de zombis dependientes del gobierno y en parte a razones francamente inexplicables. Cuando Chávez vuelva a la luz pública debería ser recibido como el autor de un verdadero milagro económico al revés. (*) Analista internacional

Andrés oppenheimer (*)


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