El mundo es un país

Por Adriana Leiva (*)

Cuáles son los desafíos, fuerzas y tendencias que se perfilan para el siglo XXI?

La explosión demográfica; las inmigraciones ilegales; la globalización de la economía; finanzas y mercados; la automatización de la producción; la revolución biotecnológica; la degradación ambiental y el calentamiento global; el agotamiento de materias primas e industriales; el desarrollo y aplicación de la microtecnología; la nanotecnología y la fotónica.

La insuficiencia actual de los conocimientos y de las soluciones relativas a los grandes desafíos de la humanidad son el fundamento mismo a la política del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), que advierte el significado y la proyección de la problemática global y de su eventual superación.

Con esta orientación el MIT, desde hace 13 años lleva adelante un programa para profesores de enseñanza media, cuyos dos objetivos primarios son: establecer una continuidad entre los principios científicos básicos enseñados en la escuela secundaria y los sistemas tecnológicos avanzados de la universidad y, a su vez, establecer una relación de trabajo con profesores de la escuela secundaria orientados hacia la matemática y la alfabetización científica.

El MIT, como gran usina del conocimiento, integra todos los niveles de enseñanza en procura de la formación científica que pueda hacer frente a los desafíos planteados.

Este año, 15 docentes argentinos tuvimos el honor de ser admitidos para participar del Science and Engineering Program for teachers, financiado en buena parte por el MIT Club Argentina. La única representante del «país del interior» es quien firma esta nota; el resto de mis compañeros de aventura académica viven en Capital Federal y provincia de Buenos Aires.

El 18 de junio pasado partimos desde la Argentina, que pareciera hoy el país del horizonte perdido, hacia EE. UU. Durante ocho días recibimos un baño de conferencias que abarcaban temáticamente las fronteras de la matemáticas, física, materiales tecnológicos, sistemas de ingeniería avanzados; energía; salud. Eran conferencias. Simplemente escuchar y enterarnos de qué estaba pasando.

Asimismo, diariamente nos iban introduciendo en la informática y demostrando cómo esta herramienta se ha convertido en un nuevo método de investigación científica.

Los argentinos pasamos a integrar un grupo de 50 docentes. Noruegos, alemanes, irlandeses, árabes, norteamericanos provenientes de distintos estados y británicos de una escuela en Hong Kong fueron nuestros compañeros de ruta.

Estos son algunos de los testimonios de esos profesores argentinos:

– Marta Bujan, profesora de informática y matemática, enseña en Buenos Aires en un par de escuelas del conurbano y del municipio de Berazategui. «Trabajo con chicos entre 14 y 22 años en alto riesgo, con problemas de marginalidad. Me llevo lo último que se está haciendo en materia de investigación tecnológica y el haber caminado el MIT, el haberme metido…llevarme el estado del arte de la situación tecnológica en el mundo…

– Giani Sparvoli, ingeniero electrónico, trabaja como profesor en un colegio terciario de San Nicolás que es único en su orientación en el país como instituto tecnológico. Depende de los ex empleados de fábrica de Somisa: «…lo importante ha sido estar, estar, sumar y darse cuenta de una realidad, que de otra manera hubiera sido difícil darse cuenta. Me gustó muchísimo el grupo… Veo puertas abiertas para nuestros alumnos… Si Uds. tienen chicos que puedan ser mandados para que los acepten acá. Me parece espectacular».

– Cristián Rizzi, licenciado en química y profesor del colegio San Marcos, agrega: «Los profesores no se preguntan si la tecnología va a revolucionar el aprendizaje o si las computadoras son dioses o demonios, simplemente utilizan la tecnología. A nadie se le ocurre dar una clase expositiva sin transparencias o PowerPoint, y les parece lo más natural tener sus clases on-line. Por otra parte la tecnología se hace indispensable en sus investigaciones, desde la representación de moléculas complejas en 3D, hasta la construcción de un modelo de simulación de cómo nada un pez. La tecnología es transparente.

– Marcela Graham, química y docente del colegio San Juan el Precursor, dice: «Puedo saber qué están investigando, pero al ser general, para todo tipo de docente se hizo una media para abajo, con lo cual el que no entiende nada pueda acceder a algo, pero para el que es de su especialidad faltó información. Coincide con Adriana Bilgray, física y profesora en el ITBA y en el Colegio Nacional Buenos Aires, en que hubiese sido interesante en separar por intereses a los grupos».

Adriana agrega que escuchó excelentes charlas. Esto se publicó en la primavera…. es ciencia abierta y preguntan en voz alta: ¿Qué nos está esperando ahora? ¿El poder predecir? ¿En qué etapa estamos?

– Susana Doque, ingeniera electrónica de San Nicolás, es profesora en la Escuela Técnica N°2: «La presentación, la dinámica de las clases y las conferencias acerca de los materiales me parecieron excelentes».

– Roberto Cerrudo, director del Colegio Newland de Adrogué, un secundario con orientación humanística analiza: «Vine con varios objetivos. Me voy muy satisfecho. Desde lo académico vi lo que se está estudiando, lo que se está investigando en cada campo. Desde lo cultural, poder compartir otras culturas, comparar nuestros sistemas. Tomar parte de la cultura de la calle, valorar las diferencias que son las que nos enriquecen».

– Roberto Latapie, profesor de informática, Instituto Padre Santo de Mercedes, provincia de Buenos Aires, cuenta: «A nivel técnico me voy con la mochila llena, estamos bien preparados, estamos bien ubicados. Socialmente hemos dejado una buena imagen de la Argentina. Entre nosotros también hubo una buena relación. Estamos bien considerados y hemos sido aceptados. Dependerá de nosotros aprovechar la oportunidad».

– Graciela Rastellino, profesora de geografía del Colegio Normal N° 4 y del Liceo 2, agrega que le encantó «vivir en la facultad… caminar el corredor infinito y ver gastadas sus baldosas pues todos han de haber pasado por ahí, todos los alumnos han de haber caminado por el corredor infinito».

– Elsa Carnovale, profesora en el Colegio Carlos Pellegrini, rescata: «Sobre todo estar en contacto con una cultura diferente y resalta la integración de los niveles primario, secundario y universitario. Ver que es posible la educación como un continuo.

Hoy integramos una red de profesores llamada NEST y como agentes multiplicadores que somos, participamos de un vasto espacio donde se comparten las experiencias, clases e investigaciones que se realizan. Tenemos un común denominador: el compromiso con los jóvenes.

(*) adrianaleiva@sinectis.com.ar


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