El municipio marca de cerca a las discotecas

NEUQUEN (AN).- Las discotecas son los centros de entretenimiento elegidos por los jóvenes para escuchar música, bailar, charlar, pasarla bien. Sin embargo están expuestos a los riesgos del alcohol, del maltrato del personal de seguridad y a la violencia, razones suficientes que llevaron al municipio y a los bomberos a salir juntos a controlar a los boliches. De los trece que funcionan regularmente en la ciudad de Neuquén, la «razzia» pasó por ocho, sin clausuras pero tampoco con notas excelentes: la mayoría debe ponerse a tono en algún requisito.

Las inspecciones son tan exigentes que un local nocturno del centro cerró, se dice que en forma definitiva, jaqueado por las intimaciones municipales.

Auditorías similares recaerán en poco tiempo más sobre las confiterías. Bajo la lupa hay varias que sacan más mesas y sillas a la vereda que las permitidas e improvisan pistas de baile por las noche, sin permiso ni habilitación.

La política municipal está dura, por eso esta temporada no habilitará discos en la zona de los balnearios si no cumplen «estrictamente» las normas y las medidas de seguridad (ver aparte).

La otra gran preocupación es la venta de cerveza a adolescentes. Muchos se alcoholizan hasta grados preocupantes, pero los inspectores no están autorizados a pedirles el documento para corroborar su condición de menores y clausurar el negocio por violar la norma.

Es una de las razones por la que la municipalidad, la policía y expertos de «Atención a la Víctima» acordaron formar un equipo para actuar en la noche, contó el director general de Comercio Fabricio Torrealday.

Como por otra parte la violencia se traslada a la salida de las discotecas, los padres piden más vigilancia a la policía de calle.

El fin de semana un chico sufrió conmoción cerebral durante 48 horas y otro graves lesiones por el ataque de una patota en inmediaciones de Ticket. El telón de este escenario previsible se había corrido en el interior del local cuando un pibe le dio un puñetazo a un amigo de las víctimas. La agresión, potenciada, siguió afuera.

El relevamiento alcanzó, al viernes pasado, a Eterno, El Mega, Ticket, Los años 60, El Colonial, La Casona, Malher y La Colina. A varios se les pidió que mejoren aspectos y actualicen documentación, pero según Torrealday «son cuestiones menores que no les impide funcionar».

La ronda fue efectuada por los bomberos y los inspectores municipales de Comercio y de Obras Particulares, cada uno en su área específica.

El funcionario aseguró que «las ocho discotecas tienen detectores de metales, contratos de emergencias médicas y seguro de responsabilidad civil, si bien pedimos que suban los montos» pues en general son bajos, entre otras cosas.

Su aclaración estuvo dirigida a la concejal del MPN María Angélica Carnaghi, quien denunció la falta de voluntad política del intendente Horacio Quiroga por garantizar la vida de los jóvenes porque no reglamentó la ordenanza que establece las medidas de seguridad a los pub.

Los controles combinados fueron intensivos y se desarrollaron en una semana, por lo que Torrealday estimó que «en la que viene habremos completado la primera recorrida. Vamos a relevar todo el centro comercial, empezamos por los boliches, seguiremos por las confiterías y así sucesivamente» hasta barrer el área. Hacia los barrios también irán pero con la policía y camuflados, con la premisa de combatir la venta ilegal de alcohol a los jóvenes.

Nota asociada: «Tolerancia cero» en el balneario La ciudad en imágenes

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