El nieto de Priebke vive en condiciones de pobreza

Habita junto a su madre en una precaria casa rodante adaptada como vivienda. Reciben una cuota de $ 500 y comen gracias a la ayuda del municipio y a la venta de pan.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El nieto de Erick Priebke, Tomás, vive en condiciones de pobreza; y su madre, María Teresa Ortiz, inició acciones legales para actualizar la cuota alimentaria que recibe de la familia, congelada en 500 pesos desde mediados de los '90.

El menor, abandonado por su padre Jorge Priebke, vive junto a su madre en una precaria casa rodante adaptada como vivienda sobre un reducido terreno cubierto de malezas que alquilan en el barrio Pájaro Azul.

Ortiz aseguró a «Río Negro» que «la cuota alimentaria apenas me alcanza para pagar el alquiler y los servicios» y que comen gracias a la ayuda que reciben desde el municipio, y los pocos pesos que consigue vendiendo pan casero y atendiendo casas de familia.

«Tengo 56 años y a esta edad sos vieja para conseguir un trabajo estable» explicó la mujer que confía en alcanzar un pronto acuerdo con los administradores de la familia Priebke para sortear las múltiples carencias que soporta junto a su hijo.

Ortiz mantuvo una conflictiva relación con Jorge Priebke, de quien se separó poco antes de dar a luz. Para eludir las obligaciones alimentarias, el hombre se declaró insolvente pero la justicia rionegrina traspasó el compromiso a su padre, el criminal de guerra nazi Erich Priebke, quien purga una condena a cadena perpetua en Italia por la masacre de las Fosas Ardeatinas.

El asesor legal de Ortiz, Luis Botbol, explicó que Erich Priebke «era el único que realmente tenía bienes para solventarle el mantenimiento a su nieto».

 

«Marginación constante»

 

El abogado relató que «desde la separación, la madre quedó sola con su bebé enfrentando una situación de marginación constante», pero confió en alcanzar un pronto acuerdo porque ya recibió una propuesta de la contraparte para actualizar la cuota alimentaria y evitar un escándalo.

Como primera medida logró que la justicia declare nula la «decisión de desistir a cualquier reclamo», firmada por Ortiz a instancias de su último asesor legal, para poner en discusión el monto de pago de la cuota alimentaria.

La mujer negó que Jorge Priebke sea insolvente y descargó responsabilidades sobre el administrador de los bienes familiares, Damián Vila, quien «aparentemente se niega a actualizar los pagos y, cuando el año pasado, Tomás le pidió 100 pesos para comprar unas zapatillas también se los negó».

Tomás tiene 17 años y cursó hasta el cuarto año con buenas notas en el CEM 37, pero la imprevista mudanza a los barrios del oeste lo obligó a interrumpir sus estudios a principios de este año y retomar la actividad escolar en el establecimiento nocturno de Puerto Moreno (en el kilómetro 10 de la avenida Bustillo).

«Acá el más perjudicado es Tomás, cuando iba al primario sufría porque lo acusaban de ser nazi como su abuelo o le decían que tenía mucha plata cuando no teníamos que comer. El padre llegó a negarlo y dijeron que yo era la sirvienta de la familia y que lo tuve de prepo cuando fue un hijo tenido de común acuerdo», recordó Ortiz con pesar.

La mujer estimó que la cuota alimentaria de su hijo debería rondar los 4.000 pesos mensuales y sostuvo que su situación sería distinta si pudiera conseguir un trabajo en relación de dependencia.


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