El nuevo gabinete de Sobisch le quita poder al CPE

El ministro del área podrá diseñar la política de educación, una atribución que hasta ahora tenía el cuerpo colegiado

NEUQUEN (AN).- La estructura ministerial sobre la que cabalgará los próximos cuatro años el gobernador Jorge Sobisch avanza sobre las atribuciones que, hasta ahora, son patrimonio del Consejo Provincial de Educación (CPE).

El proyecto de ley de ministerios que esta semana tratará la Legislatura, transfiere al ministro de Educación, Cultura, Deportes y Juventud la responsabilidad estratégica de «entender en la implementación de planes, programas y proyectos educativos que garanticen, entre otros, el cumplimiento de lo establecido en la Constitución Provincial».

Sin embargo, ese artículo colisiona directamente con las facultades que la ley 242 le confirió al CPE, según interpretaron diputados de la oposición. «Son atribuciones del Consejo Provincial de Educación -dice el artículo 9 de esa norma- decidir en todo lo que se refiera a la educación, de acuerdo a la Constitución y las leyes, resolver todo cuanto se refiera a planes y programas de enseñanza…»

Para los legisladores se trata de una nueva embestida de Sobisch sobre los cuerpos colegiados. El CPE es desde hace más de 40 años un órgano clave en el diseño de la política educativa que rige al sistema provincial. Además, en ese cuerpo están representados todos los sectores de la comunidad educativa.

Pero si se aprueba la iniciativa que presentó el Poder Ejecutivo sin modificaciones, el CPE quedaría reducido a ser un testigo privilegiado de las decisiones ejecutivas del ministro de Educación. La propuesta de Sobisch le otorga al ministro la competencia para que implemente cambios coyunturales en los distintos niveles. Uno de los párrafos del artículo referido a la cartera educativa prevé que «juntamente con la enseñanza primaria se impartirán conocimientos prácticos relacionados con las actividades agrícolas, ganaderas, mineras e industriales, según la preponderancia de una u otras en los respectivos lugares donde funcionen».

De todos modos, el presidente del bloque de diputados del MPN, el ultrasobischista Julio Falleti, evaluó que tal como está la propuesta de ministerios «en principio no colisionaría con la atribuciones constitucionales del CPE».

Defendió la creación de la figura del ministro porque jerarquizará la educación y habrá mayor predicamento dentro del futuro gabinete.

Sostuvo que forma parte de la estrategia de trabajo del gobernador porque «somos conscientes» que los resultados relacionados con la educación en la provincia «hasta hoy no fueron satisfactorios».

El mayor problema está en el nivel secundario donde hay altos índices de repitencia y de abandono. De hecho, cada año unos 3.500 alumnos de entre 13 y 15 años dejan sus estudios, según datos oficiales del período 1998-2002.

Aún así, para algunos referentes de la oposición detrás de esa cortina se esconde otro plan. El vicepresidente segundo de la Legislatura, el aliancista Ricardo Villar, recordó que «hay varios antecedentes en que, como ahora, ha habido un ministerio compartido con otras disciplinas».

Aunque subrayó que «con respecto a esta propuesta mis inquietudes apuntan a la preservación del Consejo Provincial d Educación, como un órgano colegiado y pluralista, que es el ámbito en donde se diseñar y conducir las políticas educativas».

Villar sostuvo que «viendo lo que ha pasado en este período, lo más probable es que también ese espacio deliberativo sea condenado a un rol decorativo y sus funciones sean tomadas por el Ministerio y la secretaría, con lo que sí se estaría vulnerando el espíritu de la Constitución Provincial».

La presidenta del bloque del PJ, Iris Laurín advirtió que «la intencionalidad del gobernador siempre ha sido suplantar al Consejo porque es un cuerpo colegiado». En su opinión «es un grave error que colisiona con la Constitución». Para Laurín «es un paso más hacia la derogación de la Ley 242 que no hace falta derogarla, si no darle más funciones ejecutivas al Consejo».

El referente del ARI, Carlos Moraña, adelantó que «todo lo que se oponga con la Constitución no lo voy a votar y lo vamos a denunciar». Dijo que Sobisch ya lo intentó el año pasado con la anterior Ley de Ministerios. «Sobisch pretende desarticular todos los cuerpos colegiados del mismo modo que lo intenta con la Legislatura, porque es parte del concepto de autoritarismo que representa», remató.


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