El pacto para ganar la Davis

Es el elegido por los jugadores, tiene mucha banca y ya puso manos a la obra. Alberto Mancini convocó a una sorpresiva reunión y los jugadores hicieron el pacto para cortar la mufa y ganar la Copa Davis por primera vez en la historia.

La inédita cumbre se realizó en secreto y el lugar elegido fue una casa de Nordelta, cerca del Tigre. Sólo Guillermo Coria -con aviso- faltó a la cita, pero en una comunicación con «Luli» le manifestó su intención de «integrar el equipo», incluso «aunque no sea titular».

Si el número uno del país se despachó con esa frase, está claro que, por primera vez en mucho tiempo, todos tiran para el mismo lado.

Por eso, no extrañaron las presencias de David Nalbandian, Gastón Gaudio, Mariano Zabaleta, Juan Ignacio Chela, Mariano Puerta, Gastón Etlis, Lucas Arnold y Mariano Hood, entre otros.

La mayoría de estos jugadores firmaron la famosa carta en la que pidieron un cambio de capitán. La Asociación Argentina de Tenis (AAT) escuchó el reclamo, cortó la relación con Gustavo Luza y eligió a Mancini, quien a poco de asumir manifestó: «busco una mejor comunicación entre todos y formar un equipo que vaya más allá de los convocados».

Y uno de los primeros que coincidió con el capitán fue Chela, relegado durante la era Luza. «Si nosotros lo elegimos a Mancini, tenemos que bancarnos cualquier decisión», tiró el «Flaco» de Ciudad Evita.

En medio de un feeling pocas veces visto, el entrenador ya piensa en República Checa, el primer rival del 2005.

Las versiones indican que que se armará un equipo exclusivo de singlistas con Coria, Nalbandian, Gaudio y Guillermo Cañas; y tal vez los muchachos ya tuvieron alguna pista en la cumbre del Nordelta.

De todos modos, el panorama no es de los más fáciles, porque en caso de dejar en el camino a los checos, el horizonte marca Australia y su emblemático césped.

Lejos de las especulaciones, lo más importante es que, en los pasos iniciales, reina el buen clima en el conjunto albiceleste. El pacto es una realidad y ahora todos irán por esa obsesión llamada Copa Davis. (AN)