El páncreas artificial está más cerca
El dispositivo desarollado por científicos argentinos y estadounidenses cuenta con un sensor de glucosa y una bomba de infusión de insulina, conectados a un teléfono celular, con un software que va calculando los valores de la hormona que precisa el paciente.
La primera fase de pruebas clínicas en el país del “páncreas artificial”, un desarrollo en experimentación a nivel mundial que se muestra efectivo para “evitar las complicaciones mortales” en pacientes con diabetes tipo 1, “finalizó con éxito” según anunciaron especialistas del Hospital Italiano junto a investigadores del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y de la Universidad de Virginia.
“En el caso de los chicos, uno de los mayores miedos de los padres es que hagan una hipoglucemia nocturna y no se despierten a la mañana: esto hemos logrado reducirlo a cero”, explicó el Daniel Cherñavvsky, asesor principal de la Universidad de Virginia, que integra el conglomerado que realiza el ensayo a nivel global.
El denominado páncreas artificial es una nueva herramienta médica capaz de suplir al órgano humano encargado de “modular la liberación de insulina”, al interconectar y coordinar el funcionamiento de dos tecnologías ya existentes -el monitor continuo y la bomba de glucosa- , de tal modo que dependan cada vez menos del ingreso manual de información por parte del paciente.
Software especial
Y todo gracias a un software especial instalado en un smartphone, que además de realizar cálculos “de valor histórico y predictivo”, almacenará la información y enviará los datos a un centro de monitoreo remoto que le permitirá al médico seguir por teléfono la evolución del paciente.
El investigador principal del estudio y jefe de la sección Diabetes del servicio de Endocrinología del Hospital Italiano, Luis Grosembacher, aseguró en conferencia de prensa que “hoy es posible evitar las complicaciones crónicas de la diabetes tipo 1”, y el páncreas artificial “será seguramente la herramienta más eficaz para lograrlo”.
“La finalidad de este desarrollo científico es lograr objetivos glucémicos estables entre 70 y 180 mg/dl, lo cual en una persona que no regula la secreción de insulina según la glucosa (en sangre), sin duda va a disminuir la incidencia de complicaciones crónicas a largo plazo”, dijo.
Grosembacher explicó que la primera etapa de ensayos clínicos se realizó en cinco pacientes del hospital, que “fueron hospitalizados para ser evaluados y monitoreados” de forma constante durante 36 horas.
Con la tecnología disponible en el mercado hoy, señaló, “es posible medir la glucosa en forma continua y, en forma individual o separada, infundir insulina según esta glucosa” a través de una bomba.
“Pero la posibilidad de que la bomba en forma automática infunda la insulina según la glucosa fue una consecuencia que fue emergiendo del avance de la tecnología, y los que hicieron un gran aporte en este sentido fueron los ingenieros”, agregó.
Los ingenieros, indicó, “diseñaron un programa que, a través de cálculos matemáticos, consigue simular la infusión de insulina según el nivel de glucosa” que un paciente diabético registra en un determinado momento.
En cifras
Datos
- 12%
- De las personas mayores de 17 años en Neuquén tiene diabetes tipo 2. Río Negro 8,6%.
- 300.000
- Personas tienen diabetes tipo 1 en el paìs y para ellas está pensado el dispositivo médico.
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