El Papa designó a dos cardenales argentinos

Juan Pablo II nombró a 37, 10 en Latinoamérica. Podrán elegir a un nuevo pontífice si es necesario.

Buenos Aires.- Los argentinos Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, y Jorge María Mejía, archivero y bibliotecario de la Santa Sede, fueron designados ayer cardenales por el Papa Juan Pablo II, según el anuncio que el Sumo Pontífice realizó ayer en el transcurso de la oración del Angelus.

El Papa anunció el nombramiento de 37 nuevos purpurados de la Iglesia Católica, entre ellos Bergoglio y Mejía, quienes recibirán su investidura el 21 de febrero próximo, durante una ceremonia que se realizará en El Vaticano.

Con este nombramiento, los religiosos argentinos se convirtieron en los únicos cardenales del país que forman parte de este exclusivo cónclave, encargado de elegir al futuro pontífice de la Iglesia católica apostólica romana.

A poco de su designación, el Arzobispado difundió una declaración en la que el propio Bergoglio enmarcó su nombramiento en “la escencial consideración y cariño” del Papa por el país y destacó el significado de “la mayor cercanía” que tendrá ahora con el Sumo Pontífice. “Son todos los fieles de esta ciudad que están debajo de la mirada del Santo Padre, y por ser esta la capital del país se hace extensiva a todos y cada uno de los argentinos. Juan Pablo II quiere mucho a la Argentina”, remarcó.

Destacada labor de Bergoglio

Monseñor Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, es un jesuita que destaca por su vocación de servicio hacia quienes menos tienen. Profundo conocedor de las realidades sociales que afectan al país, el flamante purpurado considera a la pobreza como una virtud e invita a aquellos que hacen ostentaciones y ofenden al pueblo a “vivir como pobres y a dar el ejemplo”.

Si bien mira de reojo a los medios de prensa y habla muy poco o casi nada con ellos, sus gestos y expresiones no pasan desapercibidos: dialoga con los presos, visita a los enfermos de SIDA y recorre las villas para conocer de cerca las necesidades de la gente.

Bergoglio es a sus 64 años un figura de relevancia creciente en el país, pese a que en algún momento varios organismos de derechos humanos lo involucraron en maniobras de colaboración con militares durante la última dictadura en Argentina.

Técnico químico y ex rector del colegio Máximo de San Miguel desde 1979 hasta 1986, donde se formó la nueva camada de jesuitas en la Argentina, se dijeron de él versiones tan disímiles como la de ser amigo del ex almirante Emilio Massera y la de brindar protección a sacerdotes perseguidos por la dictadura.

En mayo de 1992 Juan Pablo II lo designó obispo auxiliar, plaza desde la que tuvo un ascenso notable. A los pocos años de ser consagrado obispo, Antonio Quarraccino lo impulsó como su sucesor y, hace menos de un año, sus pares lo eligieron como vicepresidente segundo del Episcopado. Sus tiempos le permitieron, además, escribir tres libros: “Meditaciones para religiosos”, en 1982; “Reflexiones sobre la vida apostólica”, en 1986; y “Reflexiones en esperanza”, en 1992.

Carrera en Roma

Monseñor Mejía, por su parte, de 78 años, fue compañero de estudios universitarios de Karol Wojtila y artífice de una destacada labor intelectual en el país como director de la revista ‘Criterio’. Más tarde, se transformó en un acérrrimo precursor del diálogo ecuménico y las relaciones con el judaísmo. Durante la década del ‘70 ocupó la vicepresidencia de la Comisión Justicia y Paz del Vaticano, y llegó a ser secretario del Colegio Cardenalicio y de la poderosa Congregación para los Obispos. Actualmente es Archivero y Bibliotecario del Vaticano.

Ambos obispos se encuentran en gran sintonía con la posición papal de defensa de la ortodoxia doctrinal -entre otros puntos se oponen al aborto y al divorcio, por ejemplo, y mantienen una acentuada preocupación por lo social.(DyN/Télam)

El gobierno mostró gran alegría por los nombramientos

BUENOS AIRES (DyN).- El presidente Fernando de la Rúa se comunicó ayer con los arzobispos Jorge Bergoglio y Jorge Mejía para expresarles sus felicitaciones y su “alegría”, tras haber sido nombrados cardenales por el papa Juan Pablo II, designaciones que, consideró, “honran a nuestro país”.

Así lo informó esta tarde mediante un comunicado por escrito el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, quien destacó que el “presidente De la Rúa se comunicó con ellos para trasmitirles sus felicitaciones más cordiales ante estas designaciones que honran a nuestro país y a la Iglesia en la Argentina”, sostuvo.

De la Rúa se comunicó telefónicamente con Bergoglio, en Buenos Aires, y con Mejía, residente en Roma, “para expresarle su gran alegría, que es también del pueblo y de la Iglesia Católica en la Argentina”.

Con Bergoglio y Mejía son nueve los prelados argentinos elevados a la dignidad de cardenal en toda la historia, ya que se sumarán a Santiago Luis Copello, Antonio Caggiano, Nicolás Fasolino, Raúl Primatesta, Juan Carlos Aramburu, Eduardo Pironio y Antonio Quarracino. Actualmente, forman parte del colegio cardenalicio Aramburu y Primatesta, además de los dos nombrados ayer . Pero los dos cardenales que hasta ahora tenía la Iglesia argentina no tendrían derecho a voto en el cónclave que elige Papa por su avanzad edad y porque se trata de religiosos retirados de la vida pastoral activa. (DyN)

Análisis: La sucesión

Con el nombramiento de 37 nuevos cardenales, entre los que se encuentran diez latinoamericanos, el papa Juan Pablo II, cuyo pontificado va tocando a su fin, preparó definitivamente el terreno para la elección de su sucesor.

Después de que éstos reciban el birrete púrpura en el consistorio que se celebrará en el Vaticano el próximo 21 de febrero, en la solemnidad de la Cátedra de San Pedro, serán ya 128 los cardenales que, al ser menores de 80 años, están habilitados para participar en el Cónclave, en el que se elegirá al sucesor de Karol Wojtyla.

Esta cifra constituye un nuevo récord histórico en la Iglesia Católica, ya que en la reunión electiva celebrada en la Capilla Sixtina no suelen participar más de 120 purpurados. Sin embargo, el número de electores se reducirá próximamente a medida que algunos vayan alcanzando el límite de edad.

Con los nombramientos de hoy, Juan Pablo II reforzó la presencia de América Latina en la Curia Romana, pero sin descuidar tampoco otras regiones. Entre los nuevos purpurados se encuentran los arzobispos de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, de Caracas, Ignacio Antonio Velasco García, de Sao Paulo, Claudio Hummes, y de Santiago de Chile, Francisco Javier Errázuriz.

También será elevado al cardenalato el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani Thorne, el primer miembro de la Prelatura Opus Dei que accede al Colegio Cardenalicio.

En la recta final del Jubileo de la Iglesia Católica, clausurado el 6 de enero, el anuncio del consistorio -el octavo convocado por Juan Pablo II- fue esperado con expectación en todo el mundo, ya que la avanzada edad del Obispo de Roma y su mala salud hacen presagiar que será el último del actual pontificado, que ya es el séptimo más largo de la historia.

El Colegio Cardenalicio lleva ahora el sello del Papa polaco, ya que éste creó 118 de los 128 electores. Por ello, es de esperar que el próximo pontífice siga la misma línea conservadora de Wojtyla. (DPA)


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