El Papa dio la bendición de Pascuas, pero sin hablar
Fueron vanos sus intentos por querer hablar.
CIUDAD DEL VATICANO, (AFP/DPA/TELAM – SNI).- Llantos, tristeza y a la vez alegría suscitó este domingo Juan Pablo II, cuya dramática aparición en la ventana de su departamento en el Vaticano, al término de la misa de Pascua, dejó atónitos a los miles de creyentes que asistieron a sus vanos intentos de querer hablar.
El papa Juan Pablo II impartió hoy la bendición «urbi et orbi» (a la ciudad y al mundo) del Domingo de Pascua tras la misa celebrada en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, si bien sus palabras, cerca de un mes después de su traqueotomía, apenas fueron audibles.
Con un desesperado movimiento de la mano el Sumo Pontífice bendijo a los fieles, pero a la hora de hablar, en vez de la breve fórmula en latín, sólo fue perceptible un débil gemido. Se escuchaba sólo su respiración jadeante.
Las pantallas gigantes instaladas en la plaza transmitieron las imágenes de un pontífice abatido, que trataba de aspirar aire para hacer vibrar las cuerdas vocales, después de la traqueotomía a la que fue sometido el 24 de febrero por sus graves problemas respiratorios.
La concreta demostración pública de que sus condiciones de salud son delicadas alimentaron los sentimientos de que la enfermedad de Parkinson que lo afecta desde hace varios años avanza inexorablemente.
El Papa realizó la bendición asomado a la ventana de su estudio y saludó en reiteradas oportunidades a los presentes, pese a que por primera vez en 26 años de pontificado no pudo presidir la Misa de Resurrección y siguió la misa por televisión, informó la cadena de televisión italiana RAI.
La ceremonia religiosa fue presidida por el cardenal Angelo Sodano, quien afirmó que el Papa «más que nunca está cercano a nosotros y nos saluda de corazón». Sodano fue el encargado de leer el mensaje pascual del Papa y sus saludos pascuales en más de 60 lenguas.
En su mensaje de Pascua, Juan Pablo II exigió paz en las zonas de crisis del mundo: «Paz para los estados en Cercano Oriente y Africa, porque también allí continúa el derramamiento de sangre; paz para toda la humanidad, siempre expuesta al peligr de las guerras entre hermanos.» Asimismo, el Papa reclamó solidaridad con lo pobres del Tercer Mundo.
Para muchos, el hecho de que haya podido seguir con la cabeza y la vista la lectura de su mensaje pascual, hecha durante su aparición por Sodano, es una confirmación de que está mentalmente lúcido.
Pese a los aplausos y cantos de parte de los 70.000 asistentes, la preocupación invadió la plaza y las cámaras de la televisión pública difundían hombres y mujeres tristes, algunos con pañuelos en los ojos.
Varios presentes se interrogaban si el Papa, que cumplirá 85 años en mayo, podrá volver a hablar, ya que lleva dos semanas sin pronunciar palabras en público y no s han difundido partes médicos sobre la evolución de su enfermedad.
«Demuestra una vez más que tiene una gran voluntad y que sufre mucho», comentó el doctor Corrado Manni, su anestesista en seis ocasiones. «Es difícil hacer previsiones para el futuro. Todo está en manos de la divina providencia, como suele decir el mismo Papa», comentó el especialista.
La conmovedora aparición del «Papa mediático» fue retransmitido por 104 televisiones de más de 70 países. La bendición es uno de los ritos más solemnes y conocidos mundialmente de la Iglesia católica romana. Debe ser pronunciada por el Papa como Obispo de Roma y líder de la Iglesia mundial – aunque puede impartirse de forma «hablada o silenciosa».
«La voluntad de pronunciar la fórmula de bendición existía. Por lo tanto, la bendición es válida», comentó un teólogo alemán en Roma respecto a los esfuerzos del líder de la Iglesia católica.
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