El paso de camiones por el centro de San Martín no tiene solución

El proyecto de una circunvalación como la que tiene Bariloche o la que construye Villa La Angostura quedó en una carpeta. Los esfuerzos por conducir el tránsito dentro de la ciudad tienen limitaciones.

A diferencia de otras localidades cordilleranas, San Martín de los Andes no cuenta con una ruta de circunvalación para los vehículos de carga y el tránsito pasante, que atraviesa obligadamente el centro de la ciudad.
La ruta nacional 40, que recorre el país entero de norte a sur, al llegar a San Martín se sumerge en las avenidas urbanas como en muy pocos puntos de su recorrido.

Si bien el tránsito pesado no es tan abundante como en Bariloche (que tiene su circunvalación desde hace 15 años) y en Villa La Angostura (con un proyecto similar en plena construcción), la ciudad ubicada junto al lago Lácar tiene una densidad de vehículos y de afluencia turística que complica cada vez más su trama urbana.

Los funcionarios municipales consultados reconocieron que no hay un proyecto firme para resolver el tema. La única opción a mano es la llamada “ruta alternativa norte”, que fue inaugurada en 2010 para descomprimir el tránsito céntrico, aunque no es estrictamente una circunvalación.

Los vehículos ingresantes por ruta 40 desde Junín de los Andes desvían en la zona periurbana por la ruta provincial 48 y luego por la calle Perito Moreno en un anillo que confluye también en el microcentro, con la avenida Costanera como única vía de salida hacia la 40 sur, en el tramo Siete Lagos.

Hace alrededor de 20 años Vialidad Nacional tuvo para San Martín un proyecto de circunvalación denominado “ruta alternativa sur”. En aquel momento fue planteada como una necesidad imperiosa para canalizar la producción forestal del valle de Meliquina.

La traza del diseño preliminar se abría desde la ruta 40 a la altura de Pío Protto y corría por faldeos de montaña al norte de Chapelco, hasta retomar con el camino de Siete Lagos. Un recorrido de 22 kilómetros.

Fuentes de la secretaría de Planificación y Desarrollo Sustentable del municipio dijeron que ese proyecto está archivado porque es de “nula viabilidad”, debido no solo las dificultades topográfias sino a que “es toda zona de propiedades privadas y asiento de comunidades originarias”, lo cual obligaría a practicar numerosas expropiaciones y desplazamientos de población.

Vialidad abandonó el tema, esa iniciativa nunca prosperó y hoy la población local tiene por aceptado que “el tránsito que pasa, pasa por el centro. No hay otro remedio”, aseguró la fuente.

Admitió que la trama vial de San Martín “tiene la conflictividad lógica y habitual de una ruta importante que atraviesa la ciudad”.

Dijo también que hay algunos paliativos en estudio como una terminal de transferencias, para que los camiones de gran porte que lleguen con mercaderías para la ciudad estén obligados a transferir su carga a vehículos menores en una playa de la periferia.

Un plan más realista


Otra idea, que tiene en estudio desde hace años Vialidad Nacional, es la llamada “travesía urbana”, para agilizar y ordenar el tránsito desde la cuesta de Pío Protto hacia el microcentro sanmartinense.

La “travesía urbana” incluiría rotondas, derivadores, puentes o túneles para asegurar un tránsito fluido y con el menor riesgo posible.

Una de las principales cuestiones que se buscaría resolver, según el funcionario consultado, son los cruces, peatonales y vehiculares, de quienes deben atravesar la ruta 40 y que cada vez son más, dada la densidad poblacional y comercial.

El intendente Carlos Saloniti inició gestiones hace un par de semanas para avanzar con las obras de la travesía urbana junto a Vialidad Nacional y el gobierno provincial, que comenzarían por la rotonda del callejón de Bello y avanzaría luego con otras prioridades.


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