El perito de parte de la defensa cuestionó las pericias oficiales
Delfín Delgado aseguró que la escena del crimen estaba “contaminada” y que hubo manchas de sangre en las paredes y en el arma que no se peritaron. Criticó aspectos de la realización de la autopsia, de las tareas de reanimación y de la posterior preservación de la herida que fue analizada en Salta.
Caso Soria
Con la declaración de los peritos que calcularon, en Salta, la distancia del disparo que mató a Carlos Soria y del perito de parte de la defensa, concluyó esta tarde la etapa de testimonios del juicio que se le sigue a Susana Freydoz. El Tribunal confirmó que los alegatos serán el 7 de noviembre.
Mientras que el médico legista, Cristóbal Heredia, y el licenciado en Criminología, Roberto González señalaron que el disparo se realizó en una distancia superior a los 70 centímetros, el perito de la defensa Delfín Delgado aseveró que se trató de un disparo a corta distancia y, a su criterio, accidental.
A pesar de que Delgado participó en el peritaje de la escena del crimen, de la prueba balística, del peritaje de la ambulancia en que se trasladó a Soria y analizó como se preservó la muestra de la herida que se remitió a Salta y a la Corte Suprema en Buenos Aires, no presentó ningún informe de conclusiones que conste en el expediente. Si bien el defensor Riccheri quiso que su perito ahondara en las críticas a la realización de la autopsia el Tribunal no dio lugar, a pedido de la fiscal, ya que Delgado no participó de la misma.
Sobre la escena del crimen, Delgado aseveró que la misma estaba “contaminada” por las tareas que realizó el Gabinete de Criminalísitca y que encontró manchas de sangre que no fueron peritadas adecuadamente. Señaló además que en el arma detectó 118 manchas de sangre, algunas de las cuales habrían sido “borradas” por el manejo posterior de la misma.
Asimismo criticó las tareas de reanimación que realizaron el médico y el enfermero que atendieron a Soria minutos después de la tragedia. Dijo que los masajes cardíacos estuvieron mal realizados y que no se le aspiraron las vías aéreas que habían sido invadidas con sangre. Además indicó que la cantidad de sangre que vio en el colchón, almohada y sábanas -entre 750 y 1500 cc- no sería “compatible con una hemorragia mortal”. Intentó de esta manera desacreditar el diagnóstico de muerte que realizaron los forenses quienes fueron categóricos al señalar que el deceso se produjo por las heridas destructivas que el balazo ocasionó en el hemisferio izquierdo del cerebro del ex gobernador. Este diagnóstico inicial fue apoyado por el Cristóbal Heredia.
En cuanto a la herida de bala consideró que hay evidencias de que fue un disparo a corta distancia, que hay elementos que lo hacen compatible con un forcejeo y que se habría producido de forma accidental. Sin embargo, tanto los forenses del Poder de Judicial de Río Negro que realizaron la autopsia, como el médico legista y el criminólogo salteños que declararon hoy sostuvieron que se trató de un tiro realizado a distancia.
En ese sentido, González había aseverado antes que se habría realizado con los brazos extendidos y que Susana Freydoz habría estado parada al lado o a los pies de la cama del costado izquierdo de Soria.
rionegro.com.ar
Caso Soria
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