El PJ orgánico destierra a D’Elía y a Esteche
Las principales figuras del partido tomaron distancia de los dos involucrados en la denuncia del fallecido fiscal.
LA MUERTE DEL FISCAL
A río revuelto…. Los mandatarios y funcionarios peronistas que la semana pasada pusieron la cara para apoyar el duro documento del Partido Justicialista en respaldo a la presidente Cristina Fernández (entre ellos el aspirante a sucederla, Daniel Scioli, quien le dijo a sus colegas que estaba allí porque apoyaba al gobierno “en las buenas y en las malas”), medirán de aquí en más sus pasos en función de como evolucione la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman y la manera en que vaya a impactar en la sociedad.
Por lo pronto, antes de que llegara Carlos Zannini con la declaración de “batalla” en cuya redacción colaboraron miembros de “La Cámpora”, pusieron distancia de algunos personajes citados en las “escuchas” y le sacaron tarjeta roja a los piqueteros Luis D’Elía y Fernando Esteche, de la oscura organización “Quebracho”.
De aquí en más, relojearán el humor ciudadano y no desatenderán las encuestas, antes de sumarse a denuncias de golpes de Estado. Previamente, harán una evaluación al margen del núcleo duro del kirchnerismo. Con el rostro de su jefe desencajado, un colaborador de Scioli hizo notar la ausencia en esa postal en una jornada “estrepitosa” de uno de sus adversarios internos, el ministro de Transporte, Florencio Randazzo, quien llamativamente “se guardó” y no adelantó opiniones sobre el urticante asunto Nisman y su contracara, representada por el agente de inteligencia “Jaime” Stiusso, expulsado del organismo en diciembre pasado por la presidente.
Los astutos dirigentes del peronismo tomaron nota del descrédito generalizado para la clase política provocado por este hecho de sangre y evaluaron que el clima de sospecha será difícil de aventar. Cada movimiento que den lo harán pensando en bemol electoral. “Si esto hubiera pasado en marzo y no en enero con tanta gente de vacaciones, podría haber tenido consecuencias mucho más graves”, evaluó un colaborador del salteño Juan Manuel Urtubey, prácticamente corrido de la carrera hacia la Rosada.
Uno de los cuestionamientos de los gobernadores, que luego no se reflejó en las manifestaciones públicas, fue la disparidad que observaron entre la primera y la segunda carta de Cristina, en una dándole sustento a la teoría del suicidio y en otra a la hipótesis del crimen con fines destituyentes. Hubiesen preferido más cautela, un mensaje de condolencias y la determinación de esclarecer el siniestro episodio.
“Hay mucho manoseo, situaciones irregulares, operaciones de inteligencia, de contrainteligencia y de prensa…. esto seguirá siendo un hervidero”, sostuvo un congresal patagónico que compartió el criterio de no acompañar más posturas de “impresentables” comoD’Elía y Esteche.
Arnaldo Paganetti
(ABA)
Arnaldo Paganetti
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