El poder de Los Pumas no alcanzó para lograr la hazaña

Francia se quedó con la ilusión de los argentinos. Digno final del equipo que dirige Alex Wyllie. No alcanzó con la habitual garra de los albicelestes. Los errores fueron aprovechados por los franceses.

DUBLIN (Télam, especial) – La hazaña de ayer quedará reducida a cenizas respecto de la que podría lograrse mañana, y eso pudo acontecer con Los Pumas, que cayeron por 47 a 26 ante el poderoso seleccionado de Francia sin quedarles muy lejos la chance de otra victoria mundialista cuyo impacto habría borrado el éxito alcanzado el miércoles anterior ante Irlanda.

La victoria francesa en el colmado estadio «Landsdowne Road» de Dublin depositó a los ganadores en las semifinales del certamen, pero por el desarrollo del partido y su entrega, dejó a los argentinos en un peldaño casi tan elevado como el de una mejor ubicación en esta cuarta edición de la Copa del Mundo: el de ser dignos pese a todo.

Es que la hora de la eliminación sorprendió a Los Pumas a una altura impensada para la mayoría, incluyendo aficionados, especialistas, dirigentes y entrenadores.

Y esa palabra «mayoría» no es un «todos», pura y exclusivamente por la voluntad, la solidaridad y la verguenza deportiva de los jugadores. Unicamente por ellos.

Porque mientras los dirigentes se peleaban entre ellos y a pocos días de viajar hacia Gales los entrenadores «abandonaban» sus cargos (primero José Luis Imhoff y luego Héctor 'Pipo' Méndez) en fila india, eran los rugbiers los que les ponían el pecho a las balas y la cara a una escéptica opinión pública.

«Vamos a perder los tres partidos de la primera fase. Vamos rumbo a otro papelón», fueron algunos de los comentarios más «sutiles» de hombres especializados en el tema.

Por eso el debut ante los galeses en el partido inaugural del certamen, pese a la exigua diferencia final, no mereció otro análisis que el del comienzo de la corroboración de lo anticipado.

Por eso lo de ayer ante Francia cerró la boca de los jugadores por no poder repetir el festejo de hace cuatro días frente a los irlandeses, pero por contrapartida abrió la de los que defenestraron «a priori» a este equipo para reconocer parte de su error.

La mayoría de amateurs que ayer vistieron la camiseta albiceleste tuvo su gran topada ante los superprofesionalizados franceses, y sin embargo la emblemática dignidad «Puma» soportó las diferencias y estuvo muy cerca de torcer la historia.

Una historia nueva para el rugby argentino, que viene desangrándose internamente a partir de la instalada dicotomía «amateurismo-profesionalismo».

Pero esto no pesó en la sicología del grupo de mundialistas argentinos, que hoy desafió la adversidad y el favoritismo galo faltándole el respeto con dos tries (de Agustín Pichot y el capitán Lisandro Arbizu, quien enmendó así un error previo que le costó siete puntos a los argentinos) y un atrevimiento digno de mejor causa.

No se empañó la imagen de Los Pumas pese a la derrota de ayer, más abultada en cifras que en juego, respecto del éxito alcanzado frente a los irlandeses que generó, al menos por unos días, una repentina «rugbymanía» en buena parte de Argentina.

Quizás hubiese faltado para apuntalar este repentino interés por la actividad un triunfo sobre los franceses, lo que hubiera dejado al rugby argentino entre los cuatro mejores del mundo, aunque ya el hecho de haber sido el convidado de piedra entre los ocho mejores, dada las condiciones en que el plantel arribó, es simplemente una hazaña.

Y también fue el fin de un proceso. Porque el entrenador neocelandés Alex Wyllie dirigió por última vez a Los Pumas, y esto, más que un cambio de entrenador, es una bisagra que abre un antes y un después mucho más gratificante que el ahora, resultados al margen.

Seguramente al regreso del plantel habrá algunos dirigentes que opten por una salida también «digna», y entonces será el tiempo de los que que tendrán que adaptar el rugby argentino a lo que se pretende de este deporte en el mundo.

Aprovechar el efecto de la «rugbimanía»

DUBLIN (Télam, especial).- El segunda línea Alejandro Allub, una de las mejores figuras de Los Pumas durante la cuarta Copa del Mundo de rugby, afirmó ayer que pese a la caída ante Francia, el seleccionado argentino «debe aprovechar a futuro todo lo bueno que sembró este equipo».

«Todavía estamos un poco decepcionados, porque sentimos que el partido ante Francia se pudo haber ganado, pero más allá de eso sabemos que el saldo fue muy positivo a nivel general. Espero que esto sirva para que la gente se identifique cada vez más con Los Pumas y que sigamos mejorando», le dijo Allub a Télam.

El seleccionado argentino de rugby emprenderá hoy el regreso rumbo a su país, y su arribo al aeropuerto de Ezeiza está previsto para mañana a las 7, en un vuelo de British Airways.

Sin embargo, el segunda insistió en que el rugby argentino «debe aprovechar este 'efecto mundial'».

«Esta competencia dejó un equipo consolidado, con jugadores jóvenes que todavía pueden dar mucho más, y entonces todos esperamos que tanto la dirigencia como la conducción técnica se pongan de acuerdo para apoyar con decisión al plantel», acotó.

Respecto de la saludable respuesta que tuvo el público argentino ante la buena tarea de los Pumas, Allub sostuvo que esta circunstancia «le hace muy bien a todo el rugby en general, porque la gente se da cuenta que se puede soñar con fundamento cuando el equipo responde con coraje dentro de la cancha».

Por su parte, el entrenador neocelandés de los Pumas, Alex Wyllie, dijo sentirse «orgulloso» de sus dirigidos luego de la derrota ante Francia, y apuntó que siempre pensó en que sus jugadores «podían competir con opciones, más allá del grupo difícil que había tocado en la primera fase».


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