El precio de los comodities cae en picada

Uno de los mayores problemas de la economía argentina durante los últimos tres años, es la escases de divisas. Tal es así, que el gobierno impuso restricciones de todo tipo, tanto a la compra de moneda extrajera, como a las transacciones en el exterior, buscando evitar la sangría de dólares. Sostener las cada vez mas flacas Reservas del Banco Central, fue uno de los objetivos de política económica trazados por el gobierno para el 2014, teniendo presente la intención de acordar con el Club de Paris y el pago a Repsol, mas los vencimientos de la deuda reestructurada. Contaba para ello el equipo económico, con lo que se presumía como una nueva cosecha record, lo que permitiría el ingreso de divisas vía exportación. Lo que no estaba en los cálculos del equipo económico, era que precisamente este año comenzarían a derrumbarse los precios internacionales de los granos. El precio máximo de la soja en 2014 se registró a fines del mes de abril, cuando llegó a u$s562/tn. Desde ese momento, la cotización no paró de caer. Hace un mes, el precio era de u$s514. Cerró julio en u$s449 con una leve tendencia alcista. Lo mismo sucede con el resto de los granos. El trigo cayo el último mes de u$s205/tn a u$s195, mientras que el maíz bajó de u$s166/tn a u$s144. A la vez, el complejo agroexportador, pieza clave del engranaje al ser quienes ingresan internamente los dólares provenientes de la exportación de granos, suele gestionar la liquidación de la cosecha mirando no solo el precio internacional de los granos, sino el valor del tipo de cambio. Por ello, ante expectativas devaluatorias, lo más probable es que pospongan la liquidación. El escenario actual, de alta volatilidad producto del conflicto con los buitres, no ayuda en lo más mínimo. Lo prueba es que durante las últimas dos semanas de junio las cerealeras liquidaron mas de u$s1.500 millones, mientras que en las dos primeras de julio poco mas de u$s1.100 millones. (Redacción Central)