El precio y una sugestiva forma de pago

El mismo día en que firmó el contrato con el Ipross, Feclir celebró otro igual con Droguería Eleón SA, con domicilio en Saimún Feijoo 529 de capital federal, representada por Alberto Bannini, por el cual esta firma se obligó a proveer todos los medicamentos pactados para el Ipross. El precio y la forma de pago son idénticos, es decir, un pago de $392.082,60 (ajustable) por mes adelantado. ¿Por qué entonces la intermediación? Los denunciantes Argibay Molina y Gómez entienden que ésta sólo se explica porque la triangulación permitiría disimular sobreprecios y desvío de dinero en beneficio de algunos de los intervinientes en la contratación.

Según la denuncia, durante la vigencia del contrato, Ipross pagó cada mes entre $360.000 y $480.000 con cheque o transferencia a la cuenta de Feclir en el Banco Patagonia de Roca, en tanto que los medicamentos provistos costaban en el mercado entre $128.000 y $140.000. Esto significa que el Ipross habría pagado en forma innecesaria un excedente que en junio de 2004 llegó a $260.000 pesos, lo que representa un sobreprecio de casi el 300%.

Según los denunciantes, el monto de la cápita fue calculado en forma engañosa, puesto que se calculó tomando como referencia el «valor Kairos» menos un 40%. Pero ese valor Kairos es el precio de venta al público en una farmacia minorista, y el descuento, la rentabilidad del farmacéutico, pero el Ipross podría comprar en fabricantes logrando sustanciales descuentos por la envergadura de la operación, la continuidad y el pago al contado y anticipado.

Pese a que el Ipross le pagaba a Feclir por transferencia bancaria o cheque sobre su cuenta del Banco Patagonia en Roca, ésta no abonaba a Droguería Eleón de la misma manera sino en efectivo. Argibay y Gómez señalaron que, cada mes, el representante de esa empresa, Alberto Bannini, viajaba de Buenos Aires a Roca para cobrar personalmente y en efectivo, tras lo cual se trasladaba a Cipolletti y depositaba el dinero en una cuenta del Banco Credicoop para ser transferido a otra cuenta que la droguería tenía en la sucursal Buenos Aires de ese banco. Las evidencias incorporadas a la causa muestran que esos depósitos mensuales fueron de entre $128.000 a $140.000, lo que a juicio de los denunciantes confirma que el resto no fue a la empresa sino que quedó en poder de los directivos de Feclir, pese a que la Droguería Eleón accediera a firmar recibo por el total de los $360.000 a $400.000 pesos que el Ipross destina mensualmente a tal fin.

En abril y mayo de 2004, los pagos de Feclir a Droguería Eleón no se realizaron en efectivo sino en Lecop, pese a que el Ipross había pagado en transferencia o cheque. Los denunciantes supusieron que Feclir compró los bonos para burlar la obligación de pago en efectivo, puesto que ya habían sido difundidas sus denuncias.

En la segunda ampliación de la denuncia, Argibay y Gómez hicieron mención a que, según los informes del Banco Credicoop, «el movimiento de fondos en la cuenta de Droguería Eleón demuestra el monto real de los ingresos provenientes de los pagos realizados por Feclir con motivo de la provisión de medicamentos, los cuales resultan sensiblemente inferiores a los que figuran en la facturación y aproximados al valor real de esos medicamentos».

Dieron como ejemplo que el 17/6/03 Droguería Eleón depositó $140.000, pese a que extendió factura «por valor aparente de $408.000», y añadió que en todo el período analizado no existen movimientos en esa cuenta de valores similares a los pagados efectivamente por el Ipross, sino muy inferiores. Algo parecido señalan en el pago realizado el 16 de julio, por el cual Droguería Eleón habría extendido recibo por $360.000 a favor de Feclir pero lo efectivamente abonado por ésta serían los $128.000 que Bannini depositó en el Credicoop.

Nota asociada: Pocos avances en el caso de Feclir-medicamentos  

Nota asociada: Pocos avances en el caso de Feclir-medicamentos